Lover Defeated - Capítulo 34

Elvar levantó la mano para acariciar el rostro de Hope. Incluso con todas las lágrimas, ella era hermosa para él. Ahora que ella le había dicho que lo amaba, más aún, si eso era posible.

¡Mía!

Su piel brillaba suavemente, parecido a como lo había hecho la de Payne cuando ella lo había sanado aquella vez en el gimnasio.

- Creo que encontraste tu súper poder ¿eh, cara?

Ella frunció el ceño y él llevó levanto sus manos entrelazadas.

- Elvar, ¡tus cicatrices! ¡Han desaparecido!

Sonrió.

- No es lo que quería que vieras, pero... no está mal. Supongo que tu brillo ha tenido algo que ver con eso.

- Mi bri... ¡oh! ¡Estoy brillando!

Su sonrisa era tan grande que no cabía en su boca, y él sonrió de vuelta.

- ¡Pensé que lo decías en sentido figurado! ¡Mírame! Soy especial.

- Siempre lo fuiste cara, siempre.

Se mordió el labio mientras lo miraba y alguien se aclaró la garganta. Ah, sí, no estaban solos aquí. Con cuidado, ella se bajó de la cama, el brillo disminuyendo lentamente, a la vez que Blaxton entró.

- Ah, qué diablos ha pasado... ¿Sophira?

Se agachó al lado del cuerpo y le cerró los ojos.

- ¿Qué ha pasado?

Buena pregunta.

Lo último que recordaba era estar rodeado de lessers y luchar con todas sus fuerzas para proteger a su hembra.

- Ella trató de matar a Elvar. Mencionó algo acerca de una venganza por parte de la Glymera por lo que Elvar le hizo a Vix.

Blaxton arqueó las cejas, pero no respondió a eso.

- Ella se resbaló y se golpeó la cabeza. Fue un accidente de trabajo. La hembra estaba perdiendo su maldita cabeza últimamente.

Él miró a su amigo agradecido, aunque no había olvidado que el macho había alimentado su hembra.

- ¿Estáis los dos bien? Estabais en muy mal estado cuando os trajeron.

Hope sonrió con esa hermosa sonrisa suya.

- ¡Yo lo cure!

- Eh... ¿qué quieres decir? Oh, ¿cómo lo haría Payne?

- Aja.

- ¿Y te curaste a ti misma también?

- Eso parece.

- ¿Y te sientes bien? ¿No estas cansada o débil?

- Estoy bien. Más que bien, ahora que Elvar está bien.

- Genial. Voy a preparar los papeles y os podéis marchar a casa.

Blax recogió el cuerpo de Sophira con cuidado para llevársela con él.

- Manny ¿te importaría...?

- Por supuesto.

Manny y Payne se fueron con el doctor.

Él debiera de sentir algo, pero si ella realmente había intentado matarlo...

- Os llevaré, ¿verdad?

- No, gracias.

- Hope...

- He dicho que no, gracias.

Se volvió hacia su tío.

- Me dijiste que estaba muerto. No lo estaba. Me dijiste que era lo mejor. No. Lo. Era.

El macho apretó los dientes.

- Yo sólo quería lo mejor para ti.

- ¿Decirle a Vix que nos separara es lo mejor para mí? ¿Quién demonios eres tú para juzgar y decidir?

- Soy tu tío. Te conozco. Eres una luchadora, una soldado, no una ama de casa.

Ella bufó.

- Sí, ¿y?

- Y tú naciste para luchar, no para ser una shellan. Nunca has querido eso.

- ¡La gente cambia! Y puedo ser ambas cosas.

- ¡Solo te emparejaste para salvar su culo! ¡No lo amas! ¡No estas destinada a estar con él!

Elvar gruñó. V se estaba pasando de la raya.

- ¿Qué demonios sabes tú de lo que yo siento?

- Tuve una maldita visión, ¿vale? ¿Por qué demonios piensas que Vix se aloja en la mansión de la Hermandad?

Hope parpadeó ante eso e incluso Hunter, que había estado pendiente a todo, frunció el ceño.

¿Qué cojones?

Tenían que hablar de esto con calma. Hacer esto en una clínica después de todo lo que les había pasado no era adecuado. No era el momento. Además, necesitaba estar a pleno rendimiento si él iba mandar a V al infierno de una vez por todas.

- Cara, ¿por qué no vamos a casa donde todos podemos sentarnos juntos y hablar de esto?

- No. He acabado con él. No me importa la visión que haya tenido, no es cierto. 

Se dirigió a Vishous de nuevo.

- Amo a Elvar. Quizás no fue así en un principio, pero ahora, él es mi todo. Nada de lo que digas o hagas va a cambiar eso.

Ella entrelazó su mano con la de él.

- Hunter, ¿nos puedes llevar a casa?

Vishous los miró cabreado y Elvar esperaba que pudieran hablar de esto porque sabía cuánto Hope amaba a su tío. Necesitaban acabar con esta mierda de una vez por todas. El Hermano asintió una vez, un breve mensaje-recibido.

* - * - * - *

Hope estaba que echaba humo.

Al borde de las lágrimas, y todo porque su tío no podía mantenerse al margen de sus asuntos. ¡Uf!

- Hey, ¿estás bien?

- No. No me gusta lo que ha hecho. ¡Lo odio!

Estaban en el asiento trasero del 4x4 de Hunter, pero no le importaba si su hermano le oía.

- No lo odias cara, le quieres.

- No, ahora mismo, no.

Elvar sonrió contra su sien.

- Él sólo quiere lo mejor para ti, te quiere, y se preocupa por ti.

- Lo sé, pero... deja de ser razonable, Elvar. Él trató de separarnos.

- Lo intentó y fracasó. Él no va a tener éxito en eso, nunca.

Ella asintió, sintiéndose acalorada. Dios, hacía calor aquí. Estaba deseando llegar a casa, ir a su habitación y arrancarle la ropa a Elvar. Necesitaba sentir lo vivo que estaba.

Abanicando su cara, le habló a Hunter.

- ¿Puedes poner el aire acondicionado?

- Está puesto. Pero no hace tanto calor.

- ¿Te importa ponerlo más fuerte? Estoy hirviendo.

Lo vio compartir una mirada con Elvar. Estos machos. Casi podía oír lo que estaban pensando. Hembra hormonal y emocional. Está a punto de pasar por su necesidad.

Por favor.

Aun le quedaban unos meses.

Sin previo aviso, su cuerpo se onduló, mientras Hunter pisó el freno con una maldición.

- Llévala a una de tus casas de seguridad. Les diré lo que pasó.

Elvar se trasladó a la parte delantera cuando Hunter salió y desmaterializó.

- ¿A dónde va? ¿Qué está pasando?

- Cara, creo que está empezando tu necesidad. Voy a llevarte a un lugar seguro.

- Pero...

- No te preocupes. Yo me ocuparé de ti.

¿Quería que él se ocupara de ella? ¿Quería ser servida por él, y correr el riesgo de convertirse en mahmen?

No.

Era demasiado pronto.

Pero ella nunca lo rechazaría. Jamás. Así que si él quería servirla y tener críos... tendrían críos.

El coche se desvió a un lado cuando la primera ola intensa la golpeó. Gimió de dolor.

- Mierda.

Oh mierda, lo necesitaba en su interior. Ahora.

Él conducía como un loco y poco después, el coche se detuvo. La levantó con cuidado, sabiendo que su piel estaría sensible. Una vez dentro, la llevó a un dormitorio y ella se acercó a él para darle un beso, necesitando sus labios. Él retrocedió ligeramente mientras la tumbo.

- Vuelvo en un minuto, cara.

- Adónde vas. Te necesito. Me duele.

La besó y gimió.

- Yo sólo voy a por la droga.

- ¿Qué droga?

- No te voy a servir.

- ¿Qué? No seas tonto... Yo te deseo, quiero que lo hagas.

- No, no es asi. Eso son tus hormonas hablando.

- Caro, vamos. Puedo ver lo duro que estas.

Intento tocarlo, pero él resopló y se movió fuera de su alcance.

- Bueno, sí, pero yo no voy a correr el riesgo. Te conozco y sé que piensas que no estás preparada.

Hope gimoteó de dolor.

- Voy a por los medicamentos.

- Llama a mi mahmen. Ella puede quedarse conmigo.

- No te voy a dejar sola, cara.

- Pero vas a sufrir.

- Que así sea. No voy a separarme de tu lado.