No sabía cómo había terminado aquí, pero aquí
estaba. Enfrentándose a su hermano en un
+por Nabilah.
Ambos estaban desnudos de cintura para arriba,
llevando solo los pantalones de cuero y los shitkickers. Un minuto había estado
alimentándose de Nab en medio del vestíbulo de la mansión, al siguiente ella se
había marchado para ayudar a Rhage y se había encontrado cara a cara con Z. Su
hermano, tenía la boca llena de sangre.
La sangre de su hembra.
Y algo en esa imagen había despertado su sed de
sangre. La sangre de su hermano gemelo.
Le había atacado allí mismo, y los chicos, John, Qhuinn
y Blay los habían separado. Fue entonces cuando Phury exigió lo que su hermano
había pedido en el pasado.
Un Rythe.
Un enfrentamiento para ganar el respecto de su
hembra y hacer que perteneciera solo a él.
Se encontraban en la tumba, donde Nabilah no podía
entrar, ni detenerlos como la última vez.
Harían esto hasta la muerte, si era necesario.
Los chicos, habían traído a Wrath, ya que los demás
estaban pendientes a Rhage, algo que ellos también deberían de estar haciendo.
- Sois gilipollas. Los dos.
Wrath suspiró.
- ¿Estáis seguros de que queréis hacer esto? A
Nabilah no le va a gustar, no le va a hacer ni puta gracia.
- Ya la consolaré cuando salga de aquí.
Su hermano bufó.
- Querrás decir que yo la consolaré.
- Ni de coña.
Wrath gruñó.
- Vale, hagamos esta mierda. No voy a dejar que os
matéis. No quiero perderos a ninguno de los dos así que tenéis una hora, para
terminar con este concurso de meadas. El que este peor pasada la hora, será el
perdedor y deberá alejarse de Nabilah, conforme a las reglas del Rythe. ¿Lo
pilláis?
- Sip.
- Entendido.
- Pues bien. La hora comienza ya. A daros de
hostias.
Phury sonrió. Sería una lucha mano a mano, sin armas
ni ayuda de nadie, en contra de Z. Y él, no pensaba perder.
*-*-*
Zsadist miro a su hermano. No quería luchar, pero no
le quedaba otra. Había aceptado el Rythe, a pesar de que ver a Phury con la
sangre de Nabilah sobre sus labios, no le molestaba tanto como debería.
Estaba aceptando lo suyo, y ahora el capullo de su
hermano, venía con esto. ¿Sería siempre así? ¿Una constante lucha por la
atención de su hembra?
Gruño al sentir el brazo de su hermano alrededor de
su cuello.
Maldito idiota.
Cada vez le costaba más respirar y movió rápidamente
el brazo hacia atrás y hacia arriba. Clavando su codo en el estómago de Phury
antes de darle en la cara.
Phury se tambaleo hacia atrás y Z aprovechó para
darle una patada en el costado.
Gruño y trato de ir hacia delante pero su larga
melena evito que pudiera ver bien si Z se había movido.
- ¡Nab es mía!
Phury rugió, se echó el pelo hacia atrás y atacó de
nuevo.
- Nos quiere a los dos.
- Puedo hacer que me quiera solo a mí.
- ¡Ni lo sueñes!
Los puñetazos y patadas caían sin cesar y Z se
estaba cansando. Esto era mucho más intenso que una sesión de entrenamiento.
¿Cuánto tiempo llevaban ya?
- ¡Es mía!
- ¡Mía!
- ¡No soy de nadie!
Los dos se detuvieron al oír la voz de la hembra por
la que estaban luchando.
- Sois idiotas los dos.
Wrath se colocó delante de ella, que parecía estar
exhausta.
- Nabilah, no puedes estar aquí. Este es un lugar
sagrado para la Hermandad.
- Sagrado ¿para partirse la cara? Qué bien. Seguro
que la Virgen Escriba está muy contenta con eso.
Zsadist se secó el sudor de la frente, aun jadeando.
Nabilah estaba furiosa.
- ¿Sabéis que? Podéis quedaros aquí para moleros a
hostias. Yo estoy harta de esta mierda. Se acabó. No quiero volver a veros
jamás. A ninguno de los dos.
Se marchó y todos quedaron en silencio hasta que
Wrath silbó.
- Vaya, tantas hostias para nada. ¿Queréis seguir
con esta farsa o vais a ir tras vuestra hembra?
Grande Nab!! ajajajaj, no va a aguantar digna ni un segundo en cuanto se le acerquen sus cachorros
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