lunes, 12 de enero de 2015

Lover Defeated - Capítulo 23

Elvar sonrió al ver como todo el mundo en la hermandad lo felicitó y dio palmadas en su espalda.
Todo el mundo excepto su shellan.
Ella sólo parecía preocupada.
Mierda.
Seguramente ella había visto sus manos.
Tenía que hacerle ver que había sido un pequeño precio a pagar por ayudar a Vishous y salvar su mano.
- ¿Va a estar bien?
Jane esperaba en el pasillo con los demás ya que no podía ver a su macho así. Ella suspiró de alivio cuando Elvar asintió.
- Lo único que necesita es alimentarse...
Payne lo abrazó con fuerza.
- Gracias Elvar, por ayudar a mi sanador y salvar a mi hermano de sangre.
- Sí, claro. No hay problema.
- Necesitas descansar ahora. Yo y Jane lo cuidaremos.
- Ok, sí. Si me necesitáis, ya sabéis dónde encontrarme.
Él miró a Hope, pero ella tenía los brazos cruzados estaba ignorándolo deliberadamente.
Lo que sea.
Escondió las manos de la vista de todo el mundo lo mejor que pudo, y subió a la mansión, hasta su dormitorio. Se sentó en una de las sillas, sabiendo que necesitaba una ducha, pero demasiado cansado como para moverse. Maldita sea, tampoco es que se pudiera duchar él mismo, dada la condición de sus manos. Pero sabía que si se acercaba a la cama, dormiría durante una semana entera.
Sería bueno poder meterse en la cama estando limpio...
La puerta de su habitación se abrió y se cerró y no tuvo que levantar la cabeza para saber que era su shellan.
- Muéstrame tus manos.
Whoa, ¿por qué demonios estaba tan enfadada?
- He dicho...
- Te he oído, mujer.
Levantó la vista hacia Hope cuando ella arqueó una ceja, entrecerrando los ojos y él sonrió con cansancio.
- Si no te conociera, pensaría que estas cabreada conmigo por salvar la mano de tu tío.
- Eres tonto.
Se arrodilló en el suelo junto a él y le puso un botiquín de primeros auxilios en el regazo. No era uno de esos pequeños que tenían en todas las habitaciones, no. Esto era más como el bolso médico de Doc Jane, lleno de todo lo que un médico pudiera necesitar en un momento dado. Ella debía haberlo cogido de una de las enfermerías del túnel.
Él ignoró su insulto, demasiado cansado para siquiera intentar averiguar cuál era su problema.
Ella se colocó unos guantes de látex y le limpió la mano con una toallita antiséptica, limpiando todos los cortes y ampollas.
- ¿No te pusiste guantes ni nada?
- Por supuesto que sí, pero después del quinto par derretido, me di por vencido.
- Eres un tonto descuidado.
- Estoy sintiendo tu amor, cara. Sigue así.
Ella resopló.
- Sabes siquiera...
Hope apretó los labios, como si eso pudiera mantener su ira dentro.
¿Así que ella estaba preocupada por él? ¿Esa era la razón de tanto drama?
- Yo sé lo que hace su mano, Hope. He oído las historias.
Él gruñó de alivio cuando ella cubrió sus manos con un bálsamo para sus quemaduras.
- ¿Qué has escuchado las historias? Yo lo he visto de primera mano. Edificios enteros reducidos a cenizas con sólo un toque.
Su voz seguía subiendo, mostrando su temor, sin decirlo.
- Elvar, ¡podrías haber muerto! Sinceramente, ¡no tengo ni idea de cómo es que aún estás vivo!
Él sonrió, tratando de tranquilizarla.
- La Virgen Escriba debe haber estado mirando por encima de mi hombro, estoy bien.
Hope detuvo lo que estaba haciendo y lo miró, miró hacia sus manos, y de nuevo a él.
- Esto no me parece que este bien, a mí.
- Se curará, en cuanto me alimente...
Sus colmillos salieron disparados de su boca, y a la vista de ellos los de Elvar también.
Hope tiro el botiquín de primeros auxilios al suelo y se subió a su regazo, reclamando su boca.
Él levantó las manos para no hacerse daño, pero lo mató no poder acunar su cabeza, su culo... apretarla contra él...
Por otra parte, Hope estaba haciendo un buen trabajo ella sola.
Gimió mientras se frotaba contra su creciente erección.
Y luego, de repente, ella ya no estaba allí. Al otro lado de la habitación, ella reapareció, respirando con dificultad, al igual que él.
- Tengo que terminar...  terminar de vendarte...
Ella asintió con la cabeza hacia sus manos, aun sin aliento y él asintió una sola vez. Hope se acercó y vendó sus manos mientras él reprimió una sonrisa.
- Bueno ehm, ¿te importaría ayudarme a darme una ducha?

* - * - * - * - *

Hope contuvo un gemido ante la petición de Elvar. No sabía lo que le estaba haciendo. Sus colmillos palpitaban igual que su húmedo sexo, necesitando algo -preferiblemente su polla- dentro de ella.
- Claro, vamos.
Se levantó y él se tambaleó un poco, ella podía sentir su agotamiento. Un enjuague rápido tendría que bastar y luego lo metería en la cama, para que pudiera descansar un poco. Se lo merecía.
Mierda.
La ira y el miedo que sintió al darse cuenta de lo cerca que había estado de perderlo...
Nadie debía tener permiso para acercarse a la mano de V. Joder, de hecho, cuando su tío estaba consciente, nadie podía acercarse.
Y su hellren no sólo había estado cerca, sino que había operado en esa mano. Le daba ganas de vomitar.

Abrió el grifo, y se giró para desnudarlo. Cuando ella expuso su musculoso pecho, se humedeció los labios. Su olor era un poco más fuerte de lo normal, algo normal después de tantas horas de ejercicio, seguido por aún más horas en el quirófano, pero a ella no le molesto. En todo caso, hacía que lo deseara más aún.
- Mantén tus manos en alto. No puedes mojarte los vendajes.
Él obedeció con una sonrisa arrogante que gritaba yo-soy-médico-sé-lo-qué-estoy-haciendo.
Cuando finalmente estuvo desnudo, ella lo empujó bajo el agua caliente y se desnudó. Se metió con él y trató de ignorar su mirada hambrienta. Echando un poco de gel en sus manos recorrió todo su cuerpo, tomando su tiempo con sus partes íntimas, porque, ya se sabe, la higiene personal es importante. Además, le encantaba cómo gemía cada vez que ella lo acariciaba. De la base a la punta. De la punta a la base…
Hope decidió que tenía que tenerlo en su boca.
Así que se puso de rodillas para hacer precisamente eso.
- Cara, no nena... No tienes que...
Lo miró y le pareció gracioso, ya que la estaba mirando, con las manos en el aire en señal de rendición. Pero ella no podía reírse.
No cuando su gruesa polla estaba justo en frente de ella, haciéndole la boca agua. La única cosa que podría hacerlo aún más delicioso sería si él se hiciera un piercing de esos denominados Príncipe Alberto. Ella tendría que proponérselo en algún momento, a ver si él estaba dispuesto a hacérselo. Por ella.
Una gota de líquido pre-seminal apareció y su polla se movió, haciendo que Elvar soltara un gruñido.
- Cara, me estas matando. O te levantas o...
No terminó la frase ya que ella se lo tragó entero, envolviéndolo con sus labios y chupando con fuerza.
- Oh, mierda. Mierda. Jooooooooooder.
Si su boca no hubiese estado tan llena, habría sonreído ante su reacción.
No tardo mucho tiempo en vaciarse sobre su lengua, y como era avariciosa, se lo tragó todo.
- Vamos caro, vamos a llevarte a la cama.
Lo envolvió en una gran toalla para secarlo y lo guió a la cama. Su cabeza ni siquiera había tocado la almohada antes de que él cayera como un tronco.


2 comentarios:

  1. Sube la temperatura cada vez que leo alguno de tus caps, pero hija me encanta
    Espero ansiosa el gracias de V.
    :*

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