jueves, 25 de diciembre de 2014

Lover Defeated - Capítulo 21

Bueno, eso era obvio.
Por supuesto que no iba a detenerla. La necesitaba a ella más que su próximo aliento.
Hope se quitó los pantalones de chándal y Elvar tuvo cuidado de no babear por todo el lugar. Su hembra era  perfección absoluta. Y toda suya.
¡Joder! ¿Cuándo se había convertido en un bastardo con tanta suerte?
Ella se acercó a él, meneando las caderas y él gimió. No, definitivamente, él no iba a detenerla.
Hope le tocó el pecho desnudo, arañando sus largas uñas sobre sus pezones. Elvar apretó los puños. Si no lo hacía, la atacaría como un salvaje. Quería devorarla. Y realmente no había ninguna razón por que no debería.
La mano de Hope se abrió camino en sus pantalones y Elvar gruñó cuando sus dedos lo rodearon. Santa mierda. No iba a durar mucho si ella seguía asi.
- Te quiero dentro de mí, Elvar.
Estaba jadeando. Su aliento saliendo en pequeñas ráfagas de aire.
Su mano se movió arriba y abajo con agonizante lentitud y sus colmillos palpitaban con la necesidad de hundirse en su delicada piel. Y esa no era la única parte de su cuerpo que estaba palpitando y quería hundirse dentro de ella...
Su polla tembló en su mano y Hope se rio, susurrándole al oído, haciendo que los pelos de la nuca se le erizaran. Si tuviera vello, su cuerpo estaría cubierto con piel de gallina.
- Quiero esta gruesa polla tan dura, dentro de mí, dándome fuerte. Estoy tan mojada...
Él atacó.
Su mano salió disparada a la parte posterior de su cabeza antes de aplastar sus labios contra los de ella. Hope gimió dentro de su boca mientras sus lenguas bailaban y subían la temperatura.
La mano de ella se cerró con más fuerza alrededor de él, mientras su mano libre se deslizó hacia su espalda inferior, apretando con fuerza.
Elvar puso la mano en su cadera, y la atrajo hacia él. La quería más cerca, presionando su polla rodeada de su mano contra su estómago. Ella gimió de nuevo y uno de sus colmillos rozaron sus labios, haciéndolo sangrar. El sabor de su sangre la hizo salvaje.
Ella soltó su polla, puso sus brazos alrededor de su cuello y se abalanzo sobre él, poniendo sus piernas alrededor de su cintura. Él la levantó con facilidad mientras continuaba cubriendo su cara de besos.
- Te deseo. Ahora, caro.
Dicho y hecho.
Se acercó a la cama y los tumbó sobre ella. Estaba en la posición perfecta, entre sus piernas, su dureza rozando su núcleo de manera muy placentera, deducido por los sonidos que su Hope hacía. Pero él quería más. Necesitaba estar piel contra piel, enterrándose tan profundo en ella que Hope no recordaría quién era sin él.
Ella gimoteo cuando Elvar trató de soltarse de ella.
- Cara, déjame desnudarme.
Ella hizo un sonido profundo en su garganta, de pura frustración femenina, pero lo dejó ir el tiempo suficiente para que él pudiera deshacerse de los pantalones. Y entonces él estaba encima de ella otra vez. Deslizo su polla por sus pliegues y apenas mantuvo el control.
Hope estaba empapada, su deseo por él desbordándose y sabía que tenía que saborearla. Se deslizo hacia abajo, acariciando y besando cada rincón de su cuerpo para que ella no lo echara de menos, hasta que llegó a su sexo. Su dulce aroma saturaba sus sentidos y ¿saber que su olor de vinculación estaba en la mezcla? Lo tenía más duro que nunca.
Él lamió su sexo lentamente y ella se levantó las caderas con un grito.
- Shhh, cara. Vas a alertar a todos de lo que estamos haciendo.
Ella no respondió, sólo murmuró algunas palabras incoherentes que podrían haber sido cualquier cosa desde 'Oh, Dios mío" a "cállate y sigue lamiendo'.
Y eso fue exactamente lo que hizo. Lamio, mordisqueó y chupó hasta que a Hope le faltaba el aire, tratando de contener sus gritos, y aun así continuo su asalto.
Después del cuarto orgasmo, ella junto las piernas y se giró hacia un lado, respirando con dificultad.
- No puedo... no más.
Él sonrió contra su muslo y mordisqueó ligeramente. Adoraba morderla, lamerla y simplemente sentir sus labios sobre su piel. Y a Hope no le importaba lo más mínimo, porque no había tratado de detenerlo ni una sola vez.
Hope tomo una respiración temblorosa y se volvió para mirarlo.
- Dulce Virgen Escriba…
Acarició sus labios con un dedo y el lamió, haciéndola gemir de nuevo.
- Joder caro. Podrías hacerte rico con esa lengua.
Él se río entre dientes.
- ¿Ah sí? ¿Y cuánto me vas a pagar?
- Te pagaré con mi cuerpo, ¿Qué te parece?
- Me parece un buen trato.
Elvar la observó mientras sus párpados se volvieron pesados y dejó escapar un suspiro satisfecho. Por mucho que él quisiera completar este emparejamiento, su shellan estaba cansada, por lo que la dejaría dormir. Sin importar lo duro que estuviera aún.
La levantó y bajo las sabanas. Tendrían que arriesgarse a dormir aquí, porque de ninguna manera saldría  de su habitación con ella así.
- ¿Elvar?
- ¿Sí cara?
- ¿Qué estás haciendo?
- Te voy a meter en la cama. Estas cansada.
Hope se incorporó y puso su mano sobre él, acariciando su polla.
- Oh caro... Hace falta mucho más que unos cuantos orgasmos para cansarme a mí.
- ¿Ah sí?
Ella asintió vigorosamente mientras se arrodillaba frente a él.
- Deja que te lo demuestre...

* - * - * - *

Hope salió de puntillas y fue a su habitación tan silenciosamente como pudo. Ya podía oír a otros caminando en la mansión, algo que era normal debido a la cantidad de gente que vivía aquí.
Realmente necesitaba hablar con Matt sobre su proyecto, pero no había tenido tiempo últimamente, y dado su pequeño incidente en el vestíbulo hace un tiempo... no estaba segura de cómo reaccionaría si ella iba a verlo.
Tan pronto como la puerta de su dormitorio se cerró detrás de ella, ella suspiro de alivio.
Si, V la vería en la cámara de pero ella ya era mayorcita. Y ella sólo había ido a pasar la noche con su hellren.
Hope se dejó caer en la cama.
¿Quién habría pensado que alguna vez tendría un hellren?
Definitivamente ella no.
Y había tenido tanta suerte. Elvar era simplemente increíble.
Su cuerpo todavía estaba sensible de todas las atenciones que le había dado. No había un trocito de piel que no había acariciado o besado. Había hecho el amor con ella todo el día, haciéndola gritar -bueno, susurrar- su nombre, una y otra vez hasta que casi no recordaba el suyo propio
No habían dormido, pero por otra parte, ¿quién necesitaba dormir cuando podían tener sexo alucinante en su lugar?
Ella se sintió mal por tener que salir de su habitación, porque dormir entre sus fuertes brazos, sonaba celestial ahora mismo.
Un bostezo se le escapó y sonrió. Por suerte, Elvar estaba tan saciado y cansado como ella. Con ese pensamiento, se metió bajo las sábanas y cerró los ojos.
Sin embargo, no logró quedarse dormida. Su mente daba vueltas con todas las cosas que habían pasado y todo lo que tendrían que solucionar.
Vix se despertaría tarde o temprano y... ¿entonces qué? La Glymera quería a Elvar en una bandeja de plata, algo que no sucedería gracias a la intervención del Rey, pero aun así, ellos no iban a estar contentos.
Sus amigas la matarían cuando se enteraran de que se había emparejado de verdad.
Elvar se convertiría en un soldado para la raza, pero tendría que superar sus miedos con los lessers.
Podía verlos luchando codo con codo, con él siempre protegiéndola. Y tal, cuando le llegara la necesitad, quedaría embarazada...
Whoa.
De ninguna manera.
Ella se sonrojó, pensando en cómo él la trataría durante su necesidad. Si anoche era un indicativo... la adoraría. ¿Y cuándo le diera una cría? Padre del año. Porque él era ese tipo de macho.
El pánico se apoderó ella. Hope nunca sería madre del año. No había ni un hueso maternal en su cuerpo. Si, ella cuidaba a Rhemeny o Xhexon a veces, pero no solía ser durante más de una hora, y ella nunca estaba sola cuando hacía de canguro.
Mierda.
¿Qué pasaba si Elvar quería un montón de bebés? Él se daría cuenta de lo mal que se le daba eso de ser mahmen y...
Se levantó de la cama, sin querer pensar más. Se dio una buena ducha muy larga, tratando de enmascarar el olor de vinculación de Elvar lo mejor que pudo, aunque tarde o temprano, lo averiguarían. Hope se uniría a su familia en la Primera Cena y luego buscaría algo que hacer. Tal vez ella se quedaba dormida de puro agotamiento.
La Primera Cena era un acontecimiento de locos, como de costumbre. Había demasiados de ellos en esta mansión.
Encontró a Matt en la biblioteca con su cuaderno de bocetos y decidió esperar para conseguir algo de comida
- Hey Matt.
La miró de arriba a abajo rápidamente.
- Hope.
- Oye escucha, yo siento lo del otro día...
- Está bien.
Sonrió.
- Hormonas. Lo entiendo.
- Pero serás...
Le revolvió el pelo. Había pasado por su transición no hacía mucho tiempo y era tan grande como su hermano. Le encantaba tontear con las chicas, pero era Matt mucho más dulce, no era realmente un luchador.
- En realidad, yo vine a hablar contigo.
- ¿Ah sí?
- Hermano, te he traído algunos... Hope. Hola.
- Hey Trezzie.
Vaya. Esto no era incómodo. Algo estaba pasando entre estos dos.
- Solo le traía a Matt algo de comida. Os dejo solos.
- No, no te preocupes. Puedo volver más tarde, o puedo quedarme. No voy a hablar de nada que tu no sepas.
Después de todo, eran mejores amigos, ¿cuantos secretos podría haber entre ellos? TreziAm asintió y se sentó.
- Me estaba preguntando acerca de ese proyecto que tenías con Cormia.
Matt la miró con el ceño fruncido.
- Yo quiero apoyarte en lo que pueda.
- ¿Para qué?
- Necesito un lugar propio. Este lugar...
Hizo un gesto hacia el ruido en el comedor.
- Se está haciendo demasiado intenso.
Él asintió, sabiendo exactamente lo que quería decir.
- Sólo tengo que hablar con mi padre.
TreziAm resopló, se levantó y se marchó.
- Vale, ¿qué está pasando entre ustedes dos?
- Nada. Sólo está de mal humor.
- Si tú lo dices...
Justo en ese momento todo el ruido se calmó y Hope sabía exactamente por qué. Elvar debía haber bajado, sorprendiendo a todo el mundo.

Mierda.

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