Nabilah se estaba volviendo loca de deseo, sentada
entre ambos hermanos, oliéndolos, sintiéndolos tan cerca… Estaba empapada, mas
excitada que nunca.
La peli estaba más que olvidada, ya que con el
calentón que tenía, no se podía concentrar en la trama. Dejo el bol en el
suelo. Estaba demasiado distraída hasta para comer.
- ¿No quieres más?
- No gracias.
- ¿Quieres otra cosa?
- Nop.
Dejándose caer hacia atrás en la butaca, se mordió
el labio. Se le había ocurrido una travesura, en la oscuridad de la sala… pero
no sabía cómo reaccionarían ellos. Solo había una manera de averiguarlo.
Extendió los brazos, descansando sus manos sobre las
rodillas de los guerreros. Ambos estaban más tensos que las cuerdas de un
violín y necesitaban relajarse. Ella sabía justo como conseguirlo. Subió sus
manos desde las rodillas, por la cara interna de los muslos, notando los
fuertes músculos tensarse más bajo sus manos. Se lamio el labio al llegar a las
cremalleras de los pantalones, uno de cuero, el otro de tela.
Gracias a la Virgen era ambidextra, así que no le
costó ningún trabajo bajar las cremalleras y sacar sus pollas ya duras.
Sin sentir un ápice de vergüenza comenzó a
acariciarlos, disfrutando de lo duros que estaban por ella… Pura seda sobre
acero.
El olor especiado de sus olores de vinculación
llenaban la sala de cine y Nabilah contuvo un gemido. Siguió bombeando, casi
deseando tener un brazo más para poder tocarse a sí misma.
Casi como si le hubiesen leído la mente, ambos
machos se movieron a la vez, girándose hacia ella. Sin mirarse, acariciaron sus
muslos, subiendo con facilidad la falda del vestido. Cuando llegaron a su sexo
debieron notar lo mojada que estaba porque ambos gruñeron a la vez y como si lo
hubiesen hecho miles de veces antes, se movieron en perfecta sincronización.
Uno de ellos, no sabría decir quien, la penetro con varios dedos, mientras que
el otro acaricio su clítoris a un ritmo enloquecedor. Siguió acariciándoles,
desde la punta a la base, y desde la base a la punta, haciéndoles gemir. En la oscuridad,
con la luz de la pantalla de fondo, pudo ver como los dos tenían los colmillos
completamente extendidos. Quería sentirlos mordiéndola…
Echo la cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello a
los dos, y espero.
*-*-*-*-*
Phury gruño de nuevo al ver el cuello de Nabilah. No
debía… pero si ella los dejaba… Su hermano sentía exactamente lo mismo. De
alguna manera sentía a Z más cerca que nunca. Sabía lo que estaba pensando, lo
que estaba haciendo, y hasta lo que estaba sintiendo.
Se atrevió a mirarlo y su gemelo le asintió.
Se alimentarían de su hembra.
Sus colmillos penetraron la piel delicada del cuello
de Nabilah con facilidad, y el dulce liquido bajo por su garganta, dándole
vida.
Nabilah grito con la fuerza de sus orgasmos, y
cuando el comenzó a correrse, tuvo que soltarla para no desgarrar su piel.
Movió las caderas a la vez que soltó un grito ronco. A la vez que su hermano.
Jodeeeeeeeeeeeer.
Nabilah no les soltó y el orgasmo pareció no tener
fin.
Después de varios minutos, su cuerpo finalmente se
calmó, y pudo abrir los ojos.
La sonrisa de Nabilah era radiante y se levantó
coqueta.
- Podríamos seguir con esto en mi dormitorio…
Joder sí.
- A la mierda con esto.
Zsadist se levantó y antes de que tuviera la
cremallera completamente subida, ya estaba saliendo de la sala de cine.
- Yo…
Lorena estaba herida y eso lo ponía de muy mala
leche.
- No te preocupes. Mi hermano es… tiene que
acostumbrarse.
- Si, lo sé. Supongo que me he pasado, es que…
- Hey hey, nada de eso. Tu nos has dejado tus
sentimientos muy claros y tanto yo como el sabemos que si estamos los tres
juntos, esto… puede pasar.
- Soy una…
- Ni lo digas. No se te ocurra.
- Pero es verdad. Se lo que todos piensan de mí.
Joder, yo misma lo pienso.
Phury le levanto la barbilla.
- No te voy a permitir eso. Eres nuestro lewlhen, un regalo de la misma madre de
la raza.
Ella desvió la mirada avergonzada.
- Zsadist no lo ve así.
- Zsadist tiene que dejar de ser un capullo. Pero
cuando lo haga te prometo que te haremos feliz.
Z lo que está pasando es por la regla... Por primera vez en su vida, hay que quererle y esperar que se le pase....
ResponderEliminarAl menos parece que a Phury no le ha bajado y se lo toma de forma más abierta