lunes, 10 de noviembre de 2014

Lover Defeated - Capítulo 17



El agua caía en cascada alrededor de ellos y lo único que pudo hacer fue mirarla a los ojos. Joder, pero su chica estaba buenisima, y la magnitud de lo que estaba haciendo por él...
Bueno mierda.
Le debía muuuuucho.
Él sostuvo sus caderas fácilmente en su lugar cuando ella trató de mecerse hacia adelante y atrás, y él sonrió ante su gemido frustrado.
- ¿Por qué no te mueves?
- ¿Qué prisa tienes, cara?
- Gah! Eres exasperante.
Él la penetro de golpe, inesperadamente, haciéndola jadear.
- ¿Lo soy?
- Oh, Dios. ¡Sí! Lo eres. ¡Muéveteeeeeee maldita sea!
- ¿Asi?
Salio de ella casi por completo antes de penetrarla con fuerza una vez más, enterrándose en  su húmedo sexo.
- ¡Elvar!
- ¿Qué pasa cara?
Él mordisqueó su mandíbula a la vez que comenzó a moverse con empujes superficiales y lentos que no le daban suficiente fricción. Sin embargo, sus desesperados maullidos y gemidos lo tenían a él, al borde del orgasmo. Ella lo agarró del pelo y tiró de su cabeza hacia atrás con fuerza haciéndole gemir.
- Follame. Ahora.
Muy bien.
Sus caderas se movieron hacia atrás y adelante ante su orden y ambos gruñían con cada penetración profunda. Joder sí.
Sus colmillos eran tan largos que no podía cerrar la boca, pero sí que podía besarla. Qué fue exactamente lo que hizo. Podía sentir su núcleo contraerse a su alrededor y sabía que ella estaba cerca. Incrementando la velocidad bombeo duro, un dentro-y-fuera constante hasta que la tenia de nuevo lacia entre sus brazos.
- Grita para mí cara.
Y ella lo hizo. Su nombre cayó de sus labios con tal facilidad que era como si lo hubiera gritado siempre, y vaya si eso no hacía que se sintiera todo un macho.
Ella estallo en un clímax tres veces más, alrededor de su polla hasta que finalmente Elvar no pudo soportarlo más.
- Joder. Eres. Mía.
Con un gruñido salvaje se vació dentro de ella, llenando sus paredes internas con su esencia, reclamándola como suya en un baile tan antiguo como el mundo. Bombeo y bombeo hasta que estuvo seguro de que ella le había sacado cada gota y apenas podía sostenerlos. Presionó su espalda contra la pared y Hope se quedó sin aliento, probablemente por lo fríos que estaban los azulejos. Apoyó la cabeza en el hueco de su cuello.
- Sólo dame un minuto.
- Vale.
Podía sentir su sonrisa contra su oído y besó la piel de su cuello. Y así si más, el Señor Feliz ya estaba duro de nuevo, creciendo dentro de ella. Su suave gemido le dijo que ella lo deseaba tanto como el a ella. Pero esta vez, cuando él la tomara, sería como macho vinculado. Él quería que fuera jodidamente perfecto. Cerro el grifo, salió de la ducha y los envolvió en una enorme toalla.
- ¿Tienes frío cara?
Ella sacudió la cabeza y se mordió el labio, haciéndolo gruñir de nuevo.
- Llévame a la cama.
- Sí, señora.
Ella sonrió feliz mientras él la tumbo y comenzó a moverse con una lentitud insoportable. La estaba volviendo loca. Su cabeza se movía de lado a lado sobre la almohada y sus uñas arañaron a lo largo de su espalda con fuerza.
- Elvaaaar.
Él esparció besos a lo largo de su clavícula mientras perezosamente bombeaba dentro y fuera, hasta que de pronto, el mundo dio la vuelta y se encontró boca arriba.
¿Cómo diablos había ella logrado eso?
- Basta de juegos, caro. Si no me das lo que necesito, ya lo tomo yo.
- ¿Ah sí?
Movió sus caderas hacia arriba, casi levantándola de la cama y vio como sus ojos se cerraron.
- Me perteneces ahora, cara. Así que incluso si me tienes inmovilizado sobre a la cama, yo puedo darte más placer de lo que nadie te ha dado.
- ¿Ah sí?
Su ceja se arqueó de manera juguetona mientras trataba de mover sus caderas.
- Oh sí. Ya lo veras… te lo pienso demostrar ahora mismo.
Hope se rio, pero pronto su risa se convirtió en gemidos cuando Elvar le mostró cuán experto era, incluso mientras ella lo mantenía inmóvil sobre la cama.

* - * - * - *

Horas más tarde Hope no podía dormir. Ya casi había salido el sol de nuevo, lo que significaba que habían estado haciéndolo durante toda la noche. Habían terminado en la cocina en un momento dado, porque bueno, tenían que comer. Y entonces él le había mostrado la casa a su manera. Lo habían hecho en el mostrador de la cocina, en el sofá de la sala, sobre el escritorio de la oficina. Incluso en las escaleras. Hasta que habían terminado de nuevo en su dormitorio.
El macho tenía A-G-U-A-N-T-E.
Tanto, que estaba deliciosamente dolorida en todos los lugares correctos. Y ahora él estaba más que dormido, mientras que ella no lograba conciliar el sueño.
Observó a Elvar durante un tiempo, sintiendo tantas cosas que ella no estaba segura de cómo procesarlo todo. Renunciando al sueño, ella bajó las escaleras, pensando que tal vez debería llamar a casa. Su padre y su tío V probablemente estaban flipando ahora mismo. Su mahmen, no tanto, ya que sabía que Hope podía cuidar de sí misma, pero aun así... La cosa era que su tío sería capaz de rastrearlos desde donde fuera que ella llamara, así que ella no podía coger el teléfono y llamar. Los correos electrónicos también eran rastreables y las cartas por correos eran condenadamente lentas. Si tan sólo pudiera hacer que su tío estuviera de su lado...
Hunter.
Su hermano tendría que ser el que la ayudara.
Pero ella esperaría hasta Elvar estuviera despierto para hacer la llamada, a pesar de que iba en contra de todo lo que ella era. Iba en contra de su naturaleza el consultar con nadie sobre algo que quería hacer.
Pero bueno había otra cosa de la que se tenía que encargar, y no podía ver ninguna razón para esperar. Elvar le había dado una tarjeta de crédito que la Hermandad no sería capaz de rastrear y le había dicho que comprara todo lo que necesitaba. Ella sonrió mientras comenzó a hacer arreglos para esa misma noche.
Cuando todo estuvo organizado, ya era por la tarde y estaba agotada así que se quedó dormida en el sofá. Para ser despertada poco después. 
La mirada en el rostro de Elvar no tenia precio, y sostenía su esmoquin en la mano. Un regalito que ella había dejado en su habitación.
- ¿Te importa decirme a que viene esto?
Ella sonrió ampliamente.
- ¡Nos vamos a casar!
- ¿De qué demonios estás hablando?
- Estoy hablando del hecho de que en aproximadamente una hora un sacerdote viene hacia acá para unirnos en sagrado matrimonio.
- ¿Te has vuelto loca?
- No. Te dije que esto era lo mejor que podíamos hacer después de vincularnos.
- ¿Una boda humana? ¡Pensé que estabas bromeando!
- Ah, bueno, ¡perdóname por querer salvar tu culo!
- Hope, ¿qué coño, cara? Lo agradezco más que cualquier otra cosa, pero ¿de verdad crees que tener una boda humana salvará mi culo de cualquier cosa que la Hermandad decida hacerme?
- ¡Sí! Y si no, la reina intervendrá. Ella hizo que Wrath se casara con ella al estilo humano, así que ¿por qué no podemos nosotros hacer lo mismo?
- ¡Mierda! No sé, ¿tal vez porque a Vishous no le importara una mierda cuando me despelleje vivo? O espera, tal vez Manny quiera hacerme una lobotomía, sin anestesia.
- Oh, Dios mío Elvar, ¿qué diablos crees que son en mi familia, monstruos?
- No, pero sé que son jodidamente protectores de sus hembras. Y tú eres una de ellas.

- Sí, y tú me protegiste de ese gilipollas, ¡así que eso te hace igual que ellos! ¡Gilipollas!
Ella se marcho enfurecida. ¿Cómo se atrevía a no apreciar todo lo que estaba haciendo por él? Se encerro en la habitación de invitados, donde estaba su vestido de novia, todo pedido de una tienda cercana. Lo que hacia el dinero…
Y pensar que había sentido excitación al pensar en su boda. ¡Vaya gilipollas estúpido!
Cogió su móvil y desactivo el GPS, aunque no estaba segura de que eso evitaría que su tio los pudiera encontrar. A la mierda. Elvar era tan idiota que se merecía que la Hermandad lo encontrara.
Marcó el número de su hermano y esperó.
- Hola.
- Hola hermano mío.
- Hope, ¿dónde coño estas?
- Cálmate. Estoy bien, estoy a salvo.
- Santa mierda. ¿Estás segura? Dime dónde estás, voy a ir a por ti.
- Hunter, necesito que hagas algo por mí. Necesito que hables con Wrath y le pidas que conceda la inmunidad a Elvar.
- ¿Estás loco? ¡Casi mata a un macho!
- ¿Casi?
Su sangre se helo en sus venas. ¿Vix no estaba muerto?
- Me tengo que ir. Por favor, no le digas a nadie que llamé. Te quiero hermano.
Colgó y desactivado su teléfono, sacándole la batería. Necesitaba decírselo a Elvar.
Un golpe en la puerta la sobresaltó y se sorprendió al encontrar Elvar, que llevaba el esmoquin que le había comprado, puesto.
- El sacerdote está aquí.
- Escuchar Elvar...
- No. Por favor. Yo... quiero disculparme. No me esperaba que hicieras todo esto. Por mí. Me cuesta entenderlo.
- Elvar.
- Quiero casarme contigo. De verdad que si. Quiero estar vinculado a ti y casarme contigo y hacer una ceremonia de emparejamiento como la Virgen Escriba manda. Así que por favor, vístete y cásate conmigo ¿Por favor?
Ella asintió con la cabeza.
Una vez que estuvieran casados y los humanos se hubieran marchado, ella le diría que había llamado a Hunter y que Vix estaba vivo.
Sólo tardo un par de minutos en estar lista, ya que el vestido era de seda y era fácil poner. Y de quitar. Ella nunca usaba maquillaje y su pelo estaría mejor suelto así que, voilá. Material de novia al instante.
Ella respiró hondo y trató de ignorar la sensación de malestar que se asentó en su estómago al pensar en la llamada telefónica con Hunter.
Cuando llegó a las escaleras, supo por qué.
Hunter tenía a Elvar agarrado por el cuello. Un movimiento y le arrancaría la cabeza de inmediato.
- Hunter, suéltalo.
- Hola hermanita. Me alegra ver que estás bien.
- Suéltale.
- No lo creo. Él va a venir con nosotros.
- ¿Nosotros?
Ella se dio la vuelta ya sabiendo a quien iba a encontrar.
Vishous los había encontrado después de todo.
- Hola sobrina. Es un asco cuando se apaga el GPS y aun así soy capaz de encontrarte, ¿verdad?

3 comentarios:

  1. La espera merece la pena, además de que me permite comentar primero. Ay que ver con la familia que difícil es todo...
    Espero con ansia el bendito jueves que me animas no sabes cuanto.

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  2. Hila sjoukje�� hace tiempo no q no comentaba....eres genial!!!! Me encanta�� eva

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  3. Adoro tu historia!!!
    Continuala!!!
    No puedo esperar

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