viernes, 24 de octubre de 2014

Lover Divided - Capítulo 12

Nabilah estaba viendo una peli en la sala de juegos con Kihara y Lohrena cuando vio a Tohrment hablando agitadamente por el móvil. No sería nada por lo que preocuparse, excepto que cada dos por tres, la miraba a ella.
Aunque si hubiese algún herido y necesitara su ayuda, la llamaría para que se preparase, ¿no?
El rey bajó al vestíbulo y Tohr fue hacia él, hablándole sobre… ella. O eso parecía. Igual solo era paranoia.
- Nabilah, ¿estás viendo la película?
- Shh, quiero escuchar.
- ¿El qué?
- Lo que Tohr le está contando al rey.
Las demás también intentaron escuchar.
- No se entiende, creo que habla de los gemelos. Y… no tiene sentido.
- ¿Qué, que ha dicho, Kihara?
- Ha dicho algo de un cohntehst.
Nabilah sintió ganas de vomitar.
- ¿Se lo contaste a alguien?
- ¿Si conté el que?
- ¡Lo que viste! ¿Se lo contaste a alguien?
- Ah bueno si…                   
- A mí. Me lo contó a mí.
- Ay por la Virgen. Lohrena, ¡te dije que no se lo contaras a Rhage!
- Es mi Hellren, ¿cómo no se lo iba a contar?
Nabilah se levantó. Obviamente no podía confiar en las hembras que se suponía se habían convertido en sus amigas.
- Nab, espera. No puede ser lo que pensamos.
- Mira, voy a averiguarlo. Deádme.
- Oye, lo siento.
- ¿Crees que eso lo arregla? Con tu cotilleo has hecho que dos hermanos se enfrenten Kihara. Te podías haber callado lo que viste.
- No la pagues con ella Nabilah. Si no te hubieses acostado con Phury… mientras coqueteas con Z…
- Sabéis que, me acosté con Z también. Así que venga. Juzgadme, como queráis. Llamadme puta, o zorra o lo que os dé la gana. Pero no voy a dejar que estos machos se enfrenten por culpa mía.

*-*-*-*

Entraron en el vestíbulo justo cuando Nabilah salía de la sala de juegos. Y así como así, ya estaba duro por ella. Y por lo que veía, su hermano también.
De puta madre.
V había hablado con Tohr para que preparase al Rey y poder hacer el cohntehst, porque no quedaba duda de que eso era lo que tenían que hacer.
La ignoró como pudo, cosa que era difícil ya que se colocó delante de los dos.
- ¿Podemos hablar? ¿Los tres?
Zsadist no habló. Pero Phury, siendo el macho de valía que era…
- Ahora no Nabilah. Tenemos que hacer… algo de la Hermandad.
Zsadist bufó.
- ¿Te crees que soy tonta? No vais a hacer ningún cohntehst por mí.

Volvió la cara hacia ella. Tenía los brazos en jarra y estaba enfadada. Muy enfadada.
- Quiero hablar esto en privado. Por favor.
Phury lo miro, a punto de asentir, pero Z cruzó los brazos.
- Pues habla. Estamos en familia, ¿no?
Inconscientemente quería hacerle el daño que ella le había hecho a él, acostándose con su hermano.
Nabilah se sonrojó y bajó la mirada antes de tomar una gran respiración y enfrentarse a ellos.
- No vais a hacer un cohntehst, porque no pienso quedarme con el ganador. No voy a elegir entre los dos. Os deseo a los dos. Y si no puedo teneros, no me quedo con ninguno. Sí, me acosté con los dos, y no puedo decir que me arrepiento porque por primera vez en mi vida sentí una fracción de felicidad. Jamás quise haceros daño, ni crear una brecha entre los dos, así que si no podéis aceptar el hecho de que yo… soy así, creo que será mejor que me vaya.
- No puedes irte.
- No te vas a ir.
Compartió una breve mirada con su hermano. Harían lo que fuera por protegerla… pero compartirla… eso era mucho pedir.
- Nabilah, no puedes marcharte. Muhrder aún está ahí fuera y…
- Con todos mis respetos mi Rey, creo que he abusado de su generosidad, permitiéndome quedarme aquí. Si Muhrder me encuentra, estoy segura de que lo que sea que me haga, va a doler menos que esta humillación pública.
- Quédate  unos días más. Puedo echar a estos dos, si lo deseas.
Odió la sonrisa triste que Nab mostró.

- No será necesario. Me quedaré, aunque sea para no causar más problemas. Pero será en mi habitación. Estoy segura que lo entendéis. Ahora si me disculpáis…

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