jueves, 9 de octubre de 2014

Lover Defeated - Capítulo 9

Elvar llegó a clase temprano como de costumbre y decidió trabajar en los sacos de arena con ganas de trabajar en sus golpes un poco más. Se negó a mirar a la esquina donde le había dado una paliza a Vix.
Llevaba golpeando el saco media hora cuando oyó la puerta abrirse y alguien aclararse la garganta.
Una hembra. No era Hope.
Se dio la vuelta respirando pesadamente.
Whoa.
La hembra tan hermosa como la primera vez que la había visto, en la clínica de Blaxton.
- Hola. Tú debes de ser Elvar.
Él asintió con la cabeza.
- Soy Payne. Los hermanos me dijeron estarías aquí temprano.
- Ah, sí.
Ella, obviamente, no lo recordaba.
- Eres el médico que salvó a Rhage. Uno de ellos, por lo menos.
Él asintió de nuevo, estupefacto. La hembra debía pensar que era tonto. Vaya manera de hacer una impresión, haciéndose pasar por una muñeca de trapo.
- Se me ha informado de lo que le hiciste a Vix.
- Ah.
Anda, mira, su vocabulario tenía más sílabas.
- Ha sido expulsado del programa.
- Oh. Bien.
¡Más palabras! Su padre estaría orgulloso.
Ella soltó una risita.
- Un hombre de pocas palabras. Me gustas Elvar, hijo de Lockvar. Confío en que seguirás pendiente de la seguridad de Hope.
- Por supuesto.
Joder pero la hembra era intensa. Como la única Hermana de la Hermandad de la Daga Negra, ella era simplemente fascinante. Al igual que su hija Hope.
Hablando de Hope...
- ¡Mamá! Hey, ¿qué estás haciendo aquí?
- Hija mía, le estaba dando las gracias Elvar por defender tu honor.
- Mamá. ¿En serio? Ya puedes irte.
- No seas grosera, bambina.
- Papá.
Elvar casi se echó a reír cuando Hope tensó estando sus padres aquí.
Manny se acercó a su shellan y la besó, completamente indiferente a quien los pudiera ver.
- Mamá, papá, iros a vuestro cuarto o algo así. ¡Qué asco! ¡Hija presente!
La risa profunda de Manny retumbó y le hizo sonreír. El macho amaba a su shellan profundamente, eso era evidente, y no tenía miedo de mostrarlo.
- Ven bimba, Glory está esperando. ¿No quieres dar un paseo?
Payne le sonrió.
- Sí. Sólo tengo que hacer una cosa.
Ella se acercó a Elvar y se quedó muy quieto cuando Payne puso sus brazos alrededor de él y empezó a brillar suavemente.
¿Pero qué…?
Miró a Manny que de repente parecía... salvaje. El macho era humano pero levanto el labio como si tuviera colmillos y Elvar podría haber jurado que un aroma especiado muy ligero llenaba el aire. A pesar de que los seres humanos no se vinculaban.
Raro.
Payne lo soltó y ella parecía más cansada que antes.
- Gracias por cuidar de nuestra Hope.
Elvar asintió, sintiéndose mucho mejor que cuando había comenzado la noche. Manny le tendió su mano.
- Grazie Elvar. Mi bimba y bambina son todo para mí. Tú sigue cuidándola, te lo agradeceremos mucho.
- Es un honor.
Manny recogió a Payne en sus brazos y se fue del gimnasio.
- ¿Esta bien tu madre?
- Sí, sólo cansada. Curar a alguien le hace eso.
- ¿Curar?
Hope le mostro una sonrisa ladeada.
- ¿Cómo está tu labio? ¿Y ese ojo?
Se lamió los labios y tocó su ojo. Había sanado completamente.
- Mierda.
- Sí. Mami tiene poderes.
- No pareces muy feliz por eso.
- No sé lo que quieres decir.
Parecía molesta.
- No, no hagas eso. Obviamente, esto es importante para ti. Hope, ¿qué pasa? Cuéntamelo.
- Ella cura a la gente. Eso es lo que hace. Y Hunter, ya sabes, ¿mi hermano? Él tiene visiones, sí. Y papá, él estará eternamente joven y salva vidas.
- Okay.
No estaba seguro de a dónde iba con esto.
- Y luego estoy yo. Simple, sencilla y aburrida. Yo.
- Cara... mírame. Mírame.
Tenía los ojos brillantes, llenos de lágrimas no derramadas.
- Oh cara, no hay ni una sola cosa simple, sencilla o aburrida en ti.


* - * - * - * - * - *


Él reclamó sus labios y ella se aferró a él como si su vida dependiera de ello, devolviendo el beso con la misma pasión e intensidad.
Necesitaba esto. Sus palabras, a pesar de que no eran ciertas, la hacían sentirse mucho mejor. Él sabía exactamente lo que necesitaba oír.
Hope se levantó a sí misma y envolvió sus piernas alrededor de su cintura, haciéndole gemir. Lo necesitaba, mucho.
- Salgamos de aquí antes de que comience la clase.
Él la miró, sorprendido. Hope no era de las que se saltaban las clases. Tampoco lo era él. Pero, maldita sea, los dos estaban dispuestos a saltársela ahora.
Sí, listilla, y ¿a dónde irían? Había cámaras por todo el maldito lugar - de ninguna manera podrían esconderse sin ser detectado. Su tío les pillaría y... Oh diablos no.
Hablando de cámaras...
Ella levantó la vista hacia las esquinas del techo del gimnasio y, efectivamente, allí estaban.
- Oh, mierda.
Ella debería haberlo sabido. Apoyo su frente contra la de él.
- ¿Cara? ¿Qué? ¿Qué pasa?.
- Suéltame.
Ella susurró las palabras e ignoró su expresión herida.
El olor a humo llenó el gimnasio y maldijo.
- Tito V.
- Hope, lárgate de aquí. Ahora. Ese chico se ha buscado un mundo de problemas, ¿verdad?
- Ya eh, ni lo sueñes.
Ella se movió para colocarse delante de Elvar, lista para protegerlo. Conociendo a su tío Vishous, a ella nunca le haría daño.
- Hope, saca ese culo flaco de aquí.
- No pienso moverme Vishous, así que haz lo que quieras.
El realmente odiaba cuando ella lo llamaba Vishous vez de tito, y él inhaló su cigarrillo más profundamente.
Elvar seguía tratando de empujarla detrás de él, pero ella no se movió.
Vishous sacó su Glock, en plan casual como si no importara una mierda, tratando de intimidarlos. Como si ella no hubiera visto ese truco antes. De repente, no pudo ver a su tío. Delante de ella tenía una amplia espalda de un macho. La espalda de Elvar.
Se había desmaterializado delante de ella. Para protegerla.
Ay virgen.
Se mordió el labio con fuerza para no suspirar.
- Vishous. Baja el arma, ¿vale? Al menos mientras ella este aquí. Haz conmigo lo que quieras. No quiero que ella salga herida.
Ella echo un vistazo alrededor de su grueso brazo y retrocedió. Los colmillos de su tío eran enormes en su boca, el arma apuntaba a Elvar, y sus ojos brillaban intensamente debido a su color blanco diamante.
- Oye V. Quieres dame esa arma.
- No te metas en esto poli.
- Nah tío. Estamos bien. Venga. Lo has asustado, se ha meado los pantalones. Podemos irnos ya.
Elvar resopló. No había ni una pizca de miedo en él, y tanto su tío V como su tío Butch podían olerlo.
- Butch. Ese pedazo de mierda estaba jugando al hockey de amígdalas con mi sobrina. No he terminado, me pillas.
- Oh por el amor de la Virgen. ¿Puedes parar ya?
Ella dio un paso hacia un lado, con los puños en las caderas.
- ¿Vas a dejar de ser un hipócrita?
- ¿Perdona? ¿Qué?
Butch reprimió una sonrisa mientras Hope se enfrentaba al Hermano.
- Una pregunta, si fuese Hunter el que le metía la lengua a cualquier tía hasta el fondo, ¿tendrías un colapso mental como este? No, no lo tendrías, ¿verdad? ¿Y por qué? Porque él es un macho. Oh, mira, Hunter tiene una polla entre sus piernas, él puede hacer lo que quiera. Bueno, déjame decirte algo tito, somos de la misma edad. Es decir, si Hunter puede hacer lo que le dé la puta gana con quien le dé la gana, entonces yo puedo. Hacer. Lo. Mismo.
- Ya, no lo creo nena…
- No había terminado.
Vishous compartió una mirada con Butch, que se encogió de hombros.
- Me habéis intentado proteger durante toda mi vida. Me mimáis, me sofocais. Pero ¿adivina qué? Empecé a salir de este lugar a escondidas en cuanto fui capaz de desmaterializarme. Y estoy bien. Más que bien. Puedo defenderme y confía en mí… ¿Elvar? No es el primer macho que he besado.
Hope ignoró su gruñido posesivo.
- Y probablemente no será el último. Así que, en serio, tito V, puedes meterte el glock por donde el sol no pega. No necesito que defiendas mi honor. De hecho, Elvar se encargó de eso muy bien ayer, con ese imbécil Vix. Así que, ¿qué te hace pensar que no estaría pendiente de mí, ahora?
Vishous no dijo una palabra. Butch sin embargo...
- Eres una mocosa, ¿lo sabes peque?
- Lo sé tito Butch. Lo sé.
Ella se encogió de hombros.
- Pero bueno, si mamá lo sanó y papá estaba de acuerdo con ello, estoy segura de que ustedes dos podéis ser un poco más amables con mi amigo.
- Tu amigo, ¿eh?
- Sí, tito V. Elvar es mi amigo.
Otra mirada compartida entre los Hermanos. Entonces V se guardó el arma y ella tomó una respiración profunda.
Vishous se acercó y Elvar quedo de pie entre ellos, protegiéndola y una vez más, mostrando ser un macho de valía.
- Esto es una sala de gimnasio para clases para los soldados, ¿verdad?
- Sí, somos conscientes.
- ¿Tuviste dificultades para inscribirte, no es así, Elvar? Esos malditos lessers...
- Sí. Pero logre entrar. ¿No es así?
Él no retrocedió ante el tono amenazador de V. Lo que era absolutamente impresionante teniendo en cuenta que todo el mundo tenía un poco de miedo de Vishous. Incluso Butch murmuró en voz baja.
- Putas pelotas de acero, muchacho.
Vishous levantó su mano enguantada e hizo un movimiento agitador.
- Si te pillo besando a mi sobrina de nuevo; estás fuera del programa. Para siempre, ¿me pillas?

6 comentarios:

  1. Que intensidad dios mio... Y vaya reunión familiar la mejor de todas no? Jajajaja
    Estoy deseando ver los encuentros a escondidas que les esperan a esos dos

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    1. Uff estos dos son intensos, me tienen loca al escribirlos ;)

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  2. Que fuerte capitulo!! Wow estuvo muy padre ... ojala los capítulos de los Jueves fueran mas largos x eso de q esperamos mas por ellos.. porque esta historia esta genial

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    1. jaja, todos los capítulos son mas o menos igual de largos ;) pero me alego que te guste!!

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  3. jajajjajaja tenía a V por el tito que te ayuda a hacer cosas malas....jajajajaj.
    me encantó.

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