Oh infiernos a la mierda, no.
¿Qué cojones?
Acababa de hacer que Sophira aceptase el hecho de
que no se iba a emparejar con ella. Ni ahora, ni nunca. Y entonces él la había
olido. El aroma de las magnolias recién cortadas le llenó la nariz y había
levantado la vista.
Hope estaba aquí.
Tambien Vix.
Qué. Cojones.
Esa no era su hembra en brazos de Vix. Mirándole
desafiante. No quería ni ver la mirada de absoluto triunfo en el rostro del
otro macho.
- ¿Es ella?
Elvar ignoró la pregunta de Sophira y se dirigió
hacia ellos, sólo para ser detenido por un brazo fuerte alrededor de su
cintura.
- No aquí y no ahora, Elvar.
- Esa es mi hembra a la que está tocando, Blax. Voy
a arrancarle la cabeza.
- Ha perdido a su shellan esta noche E. No hagas el ridículo.
No tenía ni idea de que el macho estaba... había estado
emparejado. Puesto que él siempre estaba coqueteando con Hope.
Ella se dio la vuelta en los brazos de Vix y le dijo
algo que Elvar no podía oír debido a la cantidad de charla a su alrededor. Y la
sangre corriendo por sus venas, debido a la vista delante de él.
Oh, cómo deseaba haber hecho más que romperle la
nariz al cabrón de mierda.
Tendría que haberle arrancado su maldita columna
vertebral.
Hope se deshizo de él y lo dejó, para ir a hablar
con otros dos hombres. Los cuales, por la forma en que la miraban, la conocían
íntimamente. Y querían más de ella.
¿Con cuántos machos había estado?
Mierda.
Hope se acercó a ellos entonces, aunque no lo miraba
a él.
- Hey Blax. Siento oír lo de las perdidas.
Blaxton asintió y ella lo abrazó brevemente, algo
que no le importaba demasiado, ya que él sabía lo que su amigo sentía por
Janie.
- Vaya, me temo que me he quedado atrapada aquí por
el día. No estoy segura si tienes alguna habitación donde pueda pasar el día.
- Te quedaras en mi habitación.
Sophira jadeó ante sus palabras gruñidas y podía
entenderla, teniendo en cuenta que nunca había sido invitada a sus aposentos
privados.
- Tenemos algunas habitaciones libres.
- Blaxton.
- Elvar.
- Sólo déjame saber dónde debo encerrarme por hoy, y
al caer la noche, saldré pitando de aquí. Siento causar molestias.
- No es ninguna molestia, Hope, tú sabes que siempre
eres bienvenida aquí. ¿Hay alguna razón en particular por la que viniste?
Elvar resopló. Él era la razón por la que estaba
aquí, ¿o no era obvio?
- Cometí un error. No debería haber venido aquí.
La miró, pensativo. ¿Se habría vinculado con él? O
más bien, ¿habría dejado que él se vinculara con ella?
Su teléfono sonó y ella respondió.
- Hey mahm... yo... sí...
Hope suspiró.
- ¡Mama! Estoy en la clínica de Blaxton. Estoy bien.
Pero voy a tener que pasar el día, ¿ok? Sí él está aquí... Sí, él también. No.
No. Está bien. Lo que tú digas.
Le entregó su teléfono a Blax.
- Quiere hablar contigo.
Mientras Blax habló con Payne, Elvar no podía
apartar los ojos de ella.
- Hope...
Por supuesto que ella no le hizo ni caso.
- Hope, ¿podemos hablar?
Ella sacudió la cabeza y finalmente lo miró.
- No, no podemos.
Blax le devolvió el móvil.
- Ya está más calmada. Soph te mostrará tu
habitación ¿vale?
- Gracias Blax, realmente te lo agradezco.
- Sophira, ¿podrías llevar a Hope hasta la habitación
4B?
- Por supuesto. Venga conmigo señorita.
Elvar vio como Hope se tensó y siguió a la enfermera
hasta el ascensor. Ambas hembras estaban que echaban humo, y se alegraba de que
Soph fuera un ratoncito tímido, de lo contrario, tendría que detener una pelea
de gatas. Una que su Hope ganaría fácilmente.
- Elvar, tienes que resolver tu mierda, tío.
- Lo sé.
Vix le sonrió como un hijodeputa y Elvar sabía que
el bastardo estaba buscando problemas. Si realmente acaba de perder a su hembra,
al macho no le importaría nada más que su dolor. Y la forma de deshacerse de
ese sentimiento.
* - * - * - *
Hope siguió a doña perfecta al ascensor, sin decir
una palabra.
Un poco incómodo esto…
Odiaba la hembra, aunque sólo fuera por el simple
hecho de que los labios de Elvar acababan de estar presionados contra su
frente.
Sophira pulsó el número 4 y poco a poco comenzaron a
subir. Una vez que estuvieron entre las plantas 2 y 3, la hembra pulso el botón
de parada.
Hmm... Vale, ¿qué?
La hembra la miró de arriba abajo, pura hostilidad
femenina en su rostro. Hope simplemente se cruzó de brazos, esperando a que la
hembra dijera lo que tuviera que decir.
- Así que tú eres la pequeña zorra de Elvar.
Whoa. Mira eso. La perra tiene garras.
Ella se limitó a levantar una ceja.
- ¿No tienes nada que decir? No pasa nada. Yo tengo
de sobra.
Las uñas rojas como la sangre de Sophira hacían un
gran contraste contra su uniforme de enfermera, que era blanco inmaculado. Por
supuesto.
La hembra pelirroja no tenía un pelo fuera de lugar,
y los labios, también de color rojo, se fruncieron en una mueca de
desaprobación y desprecio.
- Escucha, perra. Puede que te desee a ti, pero escúchame
bien. Se va a emparejar conmigo. Tu solo serás su amante. Su amante. Un secreto
vergonzoso. Pero yo seré la que le espere en casa cada noche. Yo seré la que
voy a ver mi nombre grabado en su espalda y yo seré la que quede preñada una
vez que llegué a mi necesidad.
La hembra se tocó el pelo, como para asegurarse de
que todo estaba todavía en su lugar.
- Solo serás una muesca más en el poste de su cama. Un número más que añadir
a su lista de conquistas. Pero Elvar será mío.
Sigue soñando nena.
Hope mantuvo la boca bien cerrada. No tenía sentido responderle.
¿Elvar la quería a ella? Elvar podía quedársela.
Loca acosadora.
Ella tenía cosas mejores que hacer.
- ¿No tienes nada que decir? ¿No vas a pelearte
conmigo?
Sophira pareció sorprendida por esto, pero Hope se
limitó a sonreír, arrancándole el pelo de ese moño perfecto, en su mente.
Hizo caso omiso de la punzada de celos y siguió
mirando a la otra hembra, hasta que ésta se puso tan nerviosa, que se retorció
y miró hacia otro lado. Despues de una eternidad, Hope pulsó el botón del ascensor de nuevo y con una
sacudida este subió. Sophira no salió del ascensor con ella.
- Estoy segura de que puedes leer. 4B es el tu
habitación para esta noche. Pero no te acostumbres a venir aquí. Si vas a
follarte a mi futuro hellren, prefiero no verlo de primera mano.
Y con eso, la hembra presiono otro botón haciendo
que las puertas se cerraran con un ping.
Joder. ¡Esa hembra estaba loca de remate!
Completamente desquiciada.
Hope sacudió la cabeza y se dirigió a la puerta.
Parecía que era la única habitación ocupada en esta planta, lo que le venía muy
bien. Necesitaba la paz y tranquilidad. Lo único que tenía que hacer era pasar
el día sin ver a Elvar, y luego olvidar que existía.
En cuanto entró en la habitación, se quedó
paralizada.
El olor a alcohol le llenaba las fosas nasales y
había alguien en la cama.
- Vix. Lo siento, no sabía que esta habitación
estaba ocupada. Me buscare otra.
Antes de que tuviera la oportunidad de girarse
completamente, él se desmaterializó contra la puerta, manteniéndola atrapada
dentro.
- He estado espe... esperándote, princesa.
Casi no podía entender una palabra de lo que estaba
diciendo.
- Vix, vamos. Déjenme salir.
- No. Te necesito princesa. Necesito que me ruegues
que te folle. He querido enterrarme dentro de ti desde que vi ese apretado culo
meneándose en aquella discoteca, Masquerade.
Ella gimió. Hacía siglos que no había estado en ese
club. Ella nunca lo había visto allí. Lo veía ahora sin embargo... ya que
estaba completamente desnudo.
Vix estaba buenísimo, sin lugar a dudas, y su gruesa
polla estaba apretada contra su vientre. Pero él estaba dolido y borracho. No era
una buena combinación. Además, ella ya no le deseaba, sabiendo que había
coqueteado con ella mientras está emparejado. Asqueroso.
Ella trató de retroceder, pero sus manos estaban en su
espalda, manteniéndola su prisionero.
- Vix...
- Eso es princesa. Ruégame.
Él se inclinó hacia delante para besarla.
- ¡No! ¿Qué demonios te crees que estás haciendo?
Hope intentó moverse, trato de darle una patada, un
rodillazo, pero incluso borracho era capaz de dominarla.
- He perdido a mi cría esta noche. Y necesito que tú
me hagas sentir mejor.
¿Su cría? ¿Había perdido a una hija? Ella estaba
totalmente confundida.
Vix la empujó sobre la cama y se colocó encima de
ella.
Sus colmillos estaban completamente extendidos y sus
ojos brillaban.
- Vix, por favor. Por favor, no hagas esto.
Hope estaba temblando, demasiado alterada y nerviosa
para poder desmaterializarse. O defenderse.
La puerta se abrió de golpe con tanta fuerza que se
desencajo y el rugido que siguió era tan fuerte, tan salvaje, que ella sabía
que alguien iba a morir esta noche. Y por lo visto, Vix acababa de ganar todas
las papeletas. El aire se había vuelto helado y supo sin mirar, quién era.
Elvar rugió y se abalanzó sobre Vix, directamente a
matar.
OMG! Que guarra la pelirroja esa, se merece que le expliquen cuatro cosas sobre la dignidad.
ResponderEliminarY en cuanto a Vix el lado bueno es que ira al Fade con su familia ;)
Jeje, y parecía tímida la enfermera...
EliminaraaaaaHH!!
ResponderEliminarSin palabras!!
:D eso es bueno?
EliminarEso es buenísimo!
EliminarPfff que fuerte!! Pero que complicada es hope je jeje .. se pone muy bueno.. si va a ser tu último finc de la hermandad tienes que lucirte :)
ResponderEliminarHope es intensa si jeje ;) Eso espero jeje que os encante la historia! ;)
Eliminar