Lover Divided - Capítulo 4

- Z, ¿qué demonios?

Zsadist no sabía de donde habían salido las palabras. Solo sabía que no quería que Phury se alimentara de su hembra. No quería que probara su sangre.

Gruño incómodo.

Jamás había sentido tal posesividad con nada. Y la parte racional de su cabeza le recordaba que no tenía ningún derecho sobre ella.

- Haz lo que te dé la gana.

Soltó a su hermano y salió rápidamente del quirófano. Antes de que el mismo atacara a Nabilah para alimentarse de ella.

Phury la necesitaba más. Tenía que curarse. Recuperarse. No podía ser egoísta. Se trataba de su hermano, joder.

Salió al túnel, ignorando a los hermanos que esperaban a ver como seguía Phury.

Necesitaba estar solo o partiría algo.

Vaya mierda.

Tenia sentido que ella terminara con el. Con Phury. Su hermano se pondría bien y la trataría como una reina. Se emparejarían y cuando ella lo mirara, no vería la cicatriz ni los tatuajes que lo marcaban como esclavo de sangre. No, cuando mirara a Phury, vería un macho completo.

Se metió en el gimnasio y perdió la noción del tiempo dándole golpes al saco de arena.

- ¿Se puede saber a qué coño ha venido todo eso?

*-*-*-*-*

Nabilah miraba a Zsadist, furiosa.

Como se atrevía a decirle que no alimentara a alguien. Y menos a su hermano, ¡para salvarle la vida!

Z se dio la vuelta y Nab contuvo un jadeo. No llevaba camiseta y el sudor bajaba por su cuerpo musculoso. Su pecho subía y bajaba rápidamente con cada respiración, destacando los aros que tenía en los pezones. Era un macho increíblemente perfecto y la furia hizo paso al deseo.

El camino hacia ella despacio, lentamente, como si fuera un depredador y ella la presa. Que era justamente como se sentía. Noto como se aceleraba su corazón, latiendo más rápido. Este macho la excitaba más de lo que estaba dispuesta a admitir.

Apoyo la espalda en la puerta mientras él se acercaba más y más.

- ¿Mi hermano está bien?

Asintió.

- Tenia destrozado el bazo, pero V lo ha operado. Se pondrá bien.

Cruzo los brazos.

- ¿Ahora me quieres explicar a que vino ese comentario de que no lo iba a alimentar?

Zsadist no dijo nada mientras se pegaba a ella por completo, apoyando las manos en la puerta detrás de ella.

Su olor, aunque estaba sudado, era adictivo.

Apoyo las manos en sus pectorales, pero él se siguió acercando, hasta que estuvo segura de que la iba a besar.

- No deberías de estar aquí.

Ay por la Virgen, ¿pero porque no la besaba?

Con delicadeza, el acaricio su cara, para ponerle un mechón de pelo, detrás de la oreja. Era un gesto tierno, que no pegaba viniendo de un macho como el, cosa que lo hacía aun más especial.

Entonces Nabilah hizo algo que no había hecho jamás.

Tomo la iniciativa.

Y lo beso.