domingo, 14 de septiembre de 2014

Lover Divided - Capítulo 3

Nabilah se preparó mentalmente, intentando recordar lo que había aprendido antes de meterse en la especialidad de ginecología. La anatomía humana era bastante diferente a la de su raza y aunque Havers le había enseñado lo básico, no estaba del todo segura de poder realizar una operación con éxito.
V le había dicho que la ayudaría asi que tendría que confiar en que todo saldría bien.
Zsadist había bajado con ella al túnel y caminaba de un lado a otro, frotándose la cabeza o la cara. La preocupación por su gemelo era notable.
En cuanto escucho el Escalade de V y Butch entrando por el garaje con las ruedas chirriando, supo que era grave.
Los dos machos saltaron del vehículo y sacaron a Phury entre los dos. Z rápidamente les ayudo a colocarlo sobre la camilla.
El olor a sangre era envolvente, lo que quería decir que había perdido mucha, demasiada, sangre. Rápidamente lo movieron al quirófano.
- Estabilízalo. Voy a prepararme.
Vishous desapareció dejándola sola con Phury, ya que Z y Butch no podían entrar.
Lo observo detenidamente. Era tan hermoso… con esa melena multicolor y…
Se sacudió mentalmente. Era una pervertida.  El pobre macho desangrándose y ella babeando por él.
¡Tonta!
Rápidamente le quito la ropa con unas tijeras, ya que moverlo era imposible. Aplico unas compresas sobre las tres heridas visibles. Las tres heridas eran de bala y no estaba segura que más debía hacer.
Lo miro de nuevo y quedo hipnotizada al ver sus preciosos ojos amarillos mirándola.

*-*-*-*-*

¡Mia!
El primer pensamiento coherente de Phury al despertar, fue ese.
Seguido de joder-como-duelen-las-malditas-balas-estas.
Se sentía débil pero la preocupación en la mirada de la doctora lo calentaba por dentro y le daba fuerzas.
De repente, la mirada de Nabilah fue reemplazada por la de su hermano.
- Joder Phury. ¿Qué ha pasado?
- Los putos antis de Muhrder. Están por todas partes. Phury, tenemos que sacarte las balas, verdad.
Vio como Vishous cogía una bandeja con bisturís, pinzas gasas y a saber que más.
Genial. Esto iba a doler.
- Z, necesito que aguantes a tu hermano. No hay tiempo de anestesiarlo. Nab, yo corto y tu sacas las balas, ¿me pillas?
- Te pillo.
Phury entrecerró los ojos. Como que ‘Nab’? V le hablaba con demasiada familiaridad a su hembra y… Joder!
Las manos de Z se tensaron en sus hombros, para que no se levantara. Apretó los dientes al sentir como V cortaba la piel y las pinzas entraban en la herida, hurgando. Iba a perder la consciencia.
Santa… mierda.
La voz de Nabilah era lo único que lo mantenía más o menos despierto.
- Vishous, ¡no la encuentro!
- Tiene que estar hay, no hay herida de salida.
- Joder está perdiendo mucha sangre.
- Hace demasiado que el hijo de puta no se alimenta. Lo estamos perdiendo… es demasiado débil para soportar la cirugía.
Phury quiso gruñir al oír tal ofensa, delante de su hembra y su gemelo, pero no podía. La oscuridad lo reclamaba como la miel a las abejas.
- Nab, tienes que alimentarlo, verdad.
Si su cuerpo fuese capaz de responder, estaría duro como una piedra nada más pensar en probar su sangre. Pero la voz de Z se interpuso con un gruñido.

- No lo alimentaras.

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