domingo, 25 de mayo de 2014

Lover Adored - Capítulo 12

- Ahgony tío...
- Está bien D. No te preocupes. No voy a dejar que tu padre se aproveche de mi relación con Mariah para mantenerte encerrado. Ni de coña.
Desde su móvil, mando un mensaje de texto a Mariah para decirle que estaba bien, pero no iría a verla. No tenía fuerzas.
- No sé qué decir hermano. Tal vez los dos podemos hablar con Rhage, hacerle ver...
- No va a servir de nada. Vamos abajo, necesito un trago.
Habían estado hablando de pie frente a la oficina de Wrath después de que Phury les dejara y se dieron la vuelta para irse, cuando la puerta detrás de ellos se abrió.
- Meter vuestros culos aquí dentro.
Se miraron el uno al otro antes de obedecer.
- ¿Mi señor?
- Acabo de hablar por teléfono con Hollywood. Ha dado su permiso para que os podáis emparejar.
Ahgony frunció el ceño antes de sentir como la ira se apoderaba de él golpeándole como un muro de ladrillo.
- La. Ha. Repudiado?
- Nah, Hollywood no haría eso. Él sólo quiere que su niña sea feliz y, al parecer, estar emparejado a ti haría eso.
- Pero él no estaría allí, ¿verdad? No iría a la ceremonia.
- Nop.
- Entonces, no va a pasar. Conozco bien a mi chica. Ella necesita a sus padres allí. Así que hasta que la perdone y Rhage nos acepte... yo no puedo hacerlo. No me voy a emparejar a ella de esa manera.
Wrath suspiró.
- En ese caso, no hay nada que pueda hacer. Mariah la ha cagado, pero bien. Rhage va a recordar esto por un tiempo muy laaaaargo, ¿me pillas?
- Sí. Gracias por avisarme, Wrath. Voy a hablar con Mariah y...
- Otra cosa que debes saber.
Ahgony esperó, preguntándose qué pasaba ahora.
- Rhage le ha dado a Mariah algunos papeles, documentos y no sé qué mierda para que ella pueda encontrar a sus padres biológicos. Estoy seguro de que va a querer ir a investigar por ahí.
- Oh mierda.
- Sí. No tengo idea de lo que hay en esos papeles, pero no la quiero hurgando en los pasados de mis civiles o la Glymera para abrir viejas heridas.
- Yo me ocuparé de ello.
- Entendido. Y cuando estés listo para ser emparejados, házmelo saber.
Ahgony esbozó una sonrisa triste.
- Te diré una cosa; Voy a esperar hasta que él mismo Rhage te dé la feliz noticia. Si lo hace, Mariah puede estar segura que su padre aprueba lo nuestro.
Wrath asintió.
- Bien pensado, hijo.
Salieron de la oficina de Wrath por segunda vez esa noche.
- Pues jodeeeeeeer.
Darius silbó entre dientes.
- Necesito hablar con Rhage. Y Mariah.
- No esta noche, tío. Demasiado ha sucedido ya y las emociones están a flor de piel. Ve en busca de tu hembra, estoy seguro de que te necesita.
- Ya le dije que no iba a...
- Ella te necesita hermano.
Ahgony asintió.
Joder, este día había pasado de increíblemente perfecto a jodidamente horrible en nada de tiempo. Él llamó suavemente a la puerta de Mariah.
Hope fue la que abrió.
- Hey Ahgs. Acaba de quedarse dormida.
- Ah vale.
- ¿Te gustaría quedarte con ella? No quiero que se quede sola.
- Por favor, sí.
Se frotó la cara, sintiéndose de pronto agotado.
Hope se fue en silencio y él se sentó en el borde de la cama, simplemente viéndola dormir. Su olor de vinculación aún persistía y no deseaba nada más en el mundo que hacerlo algo permanente convirtiéndola en su shellan.
Quería tener el derecho de meterse en la cama con ella y abrazarla, consolarla. Sentir su respiración relajada, sentir el latido de su corazón contra el suyo. Acariciar su pelo.
Se frotó la cara otra vez. Tenía que dejar de pensar así, porque por ahora, eso no iba a pasar. Mierda, no había manera de que las cosas se pusieran peor.
Un suave golpe en la puerta le hizo tensar; podía oler el olor de vinculación de Rhage a través de la madera. Respiró hondo antes de abrir y se sorprendió al encontrar a Mary en el otro lado.

*-*-*-*-*-*

Mariah apenas registró la presencia de Ahgony a su lado, estaba emocionalmente agotada. Pero solo el tenerlo aquí la calmaba como nada más podía. Eso la consoló y le permitió relajarse un poco.
El golpe en la puerta era de su mahmen y ella se acurrucó más entre su manta, sintiéndose muy avergonzada de sí misma.
- Mary, hola, hey. Lo siento, no era mi intención... Te dejo, me voy a...
- No, no, está bien. Quédate. Sólo quería ver cómo estaba.
- Está durmiendo; ¿Quieres que la despierte? O ya sabes, despertarla tu misma.
- No, está bien.
Se quedaron en silencio durante un rato y Mariah tuvo que luchar contra el impulso de echarles un vistazo por encima de las sábanas.
- Ella no quería decir eso que dijo. ¿Lo sabes verdad?
- Lo se. Y Rhage también lo sabe, pero aun así duele. Todo lo que siempre hemos querido para ella era que fuera feliz, sentirse amada. Queríamos darle un hogar, un lugar donde sentirse segura, rodeada de su familia.
- Le disteis todo eso y más. Ella lo sabe y ella os ama, sois sus padres, sus verdaderos padres. Ella sólo esta...
- ¿La quieres?
Mariah contuvo el aliento, sabiendo la respuesta, pero queriendo escucharla de todos modos.
- Más que a nada. Ella es mi... todo.
- Rhage sólo intenta cuidarla, sabes. Me habló de la conversación que tuvisteis.
Whoa, espera. ¿Qué conversación? Mariah no sabía que Rhage y Ahgony habían hablado. ¿Cuándo había sucedido esto?
- Entiendes sus razones, ¿verdad?
- Lo hago Mary, pero me duele. Tengo que ser sincero contigo, no esperaba eso.
- Estoy tratando de hacerle cambiar de opinión pero...  Bueno ah... puede ser que nos vayamos en un par de días. Yo no quiero, pero Rhage... él está devastado y tal vez esa distancia le ayudará a ver las cosas de manera diferente. Tal vez allí lo pueda convencer, cuando se haya calmado. Tenemos algunos lugares en...
- Mahmen, ¡no!
María y Ahgony la miraron sorprendidos.
- No os podéis ir mamá. No podéis.
- Mariah...
- ¡No!
Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.
- No podéis dejarme. He cometido un error  lo siento. No os vayáis.
Ahgony daba la impresión de querer consolarla y dejarla sola con su Mahmen, todo al mismo tiempo. Fue hacia ella y la besó en la frente, calmándola instantáneamente.
- Todo está bien; vas a estar bien. Os dejo para que podáis hablar.
Se fue y por primera vez desde que podía recordar, el silencio con sus Mahmen era incómodo. Mary se sentó en la silla de su escritorio.
- Sabes, yo nunca pensé que iba a ser madre. Debido a mi enfermedad, cuando yo era..., antes de que yo... Antes de Rhage. Yo había aceptado eso y estaba en paz con ello. Tu padr... Rhage también. Él me ama así como venía. Renuncio así como así a la posibilidad de ser padre, a pesar de que eso era lo que siempre ha querido. Y entonces llegaste tú.
Mary se levantó de la silla para sentarse en el borde de la cama.
- Entraste en nuestras vidas, así como así. Nuestro pequeño milagro. Una bendición.
Su mahmen le puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Aun lo eres. Damos gracias a Dios y a la Virgen Escriba, y cualquier otra persona o ser que pueda escuchar, todos los días de nuestras vidas.
- Mamá...
Una gruesa lágrima salió de su ojo y Mary la limpió con el pulgar.
- No llores mi vida, no lo hagas.
Su madre abrió los brazos y Mariah lanzó contra ellos poniéndose a llorar como una cría. Mary se limitó a abrazarla, dejándola llorar todo lo que necesitaba, y acariciándole el pelo.
- Shh, está bien Tinsel, todo va a estar bien.
- No os vayáis mamá, por favor. Os quiero. A los dos.

- Ya lo sé, cariño, lo sé. Y las dos vamos a hacer que tu padre vea eso.

2 comentarios:

  1. En mi opinión es todo muy dramático... para una gilipollez enorme que ha pasado. Rhage simplemente parece estar pasando por la regla, como todos en esa casa Uu

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  2. Aghony!!! Los mendigos no pueden ser exigentes... manos a la obra hombre.

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