Rhage gruñó, más que dispuesto a obedecer la orden
de su Shellan, y atacó, dándose un festín. Perdió la cuenta de las veces
que ella se corrió y aun así, no pudo parar. Su sabor era lo más adictivo que
había probado jamás, mejor que unas fresas jugosas. Mil veces mejor que sus
piruletas. ¿Y saber que encima le estaba dando placer a su hembra? Eso era lo
mejor de todo. Lohrena se retorció debajo de él.
- Rhage. Te quiero dentro de mí. Ahora.
Sí, señora. Se incorporó y se colocó encima de ella,
apoyando el peso de su cuerpo sobre sus brazos para no aplastarla. Impaciente,
ella agarró su polla, guiándola hacia su interior. En cuanto la penetró, ambos
tuvieron un orgasmo a la vez. La sensación fue tan intensa que por un momento
Rhage temió perder el control de su bestia. Ella se recuperó primero y lo
detuvo cuando él estaba a punto de salir de ella. Lo miró y él se quedó
completamente quieto, totalmente a su merced. Le acarició la cara, como si
supiera que necesitaba tranquilizarse.
- Ni se te ocurra pararte.
Lo besó con suavidad y apretó sus músculos internos,
haciendo que el gruñera.
- Estoy bien, así que. No. Te. Pares.
- No quiero hacerte daño.
- No lo haces.
- Eso no lo...
Le puso un dedo en los labios.
- ¿Cómo está tu espalda?
- ¿Qué? Uhm... bien supongo.
- Perfecto. Me toca encima.
Hizo por moverse pero el enorme cuerpo de Rhage se
lo impedía.
- Rhage. Quiero estar encima.
Rhage cerró los ojos y se giró, manteniéndolos
unidos, hasta que ella estaba encima. Las órdenes de tu Shellan se
cumplían. Así, sin más. Perdió todo pensamiento coherente cuando Lohrena
comenzó a moverse lentamente encima de él.
Apoyó las manos sobre el pecho de Rhage y comenzó a
mover las caderas, arriba y abajo, aceptando a Rhage en su interior una y otra
vez. Las manos de él no estaban quietas, acariciando todo su cuerpo, hasta
detenerse sobre sus caderas, para agarrarse con fuerza. Lohrena supo que estaba
apunto e incrementó el ritmo y la velocidad de sus movimientos. Rhage se corrió
con un grito ronco pero Lohrena no se detuvo, siguió moviéndose arriba y abajo
haciendo que Rhage tuviera un orgasmo tras otro.
Con el quinto orgasmo, ella se dejó llevar con él,
desplomándose encima, completamente exhausta y saciada. Rhage acarició su
espalda con movimientos lentos, recuperándose también de lo que acababa de
pasar entre los dos. Estaba a punto de quedarse dormida entre los brazos de
Rhage con él aun en su interior. Pegó la cara a su cuello, oliendo ese
delicioso aroma especiado y sus colmillos salieron disparados, recordándole que
hacía mucho que no se alimentaba. Rhage no dijo nada, simplemente ladeó la
cabeza para darle mejor acceso y Lohrena dejó que su cuerpo tomara el control,
penetrando la piel hasta llegar a la vena.
- Joder tahlly, si...
Las caderas de Rhage se movieron por voluntad
propia, entrando y saliendo de su interior. Poco después, volvieron a alcanzar
el clímax juntos y Lohrena selló sus heridas. Dándole un beso suave en los
labios, inclinó la cabeza para exponer su cuello, ofreciéndoselo a su Hellren.
- Ahora tú, Rhage. Aliméntate de mí.
o.o que lindo Rhage *-*
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