viernes, 11 de abril de 2014

Trusting Lover - Capítulo 30

Rhage gruñó, más que dispuesto a obedecer la orden de su Shellan, y atacó, dándose un festín. Perdió la cuenta de las veces que ella se corrió y aun así, no pudo parar. Su sabor era lo más adictivo que había probado jamás, mejor que unas fresas jugosas. Mil veces mejor que sus piruletas. ¿Y saber que encima le estaba dando placer a su hembra? Eso era lo mejor de todo. Lohrena se retorció debajo de él.

- Rhage. Te quiero dentro de mí. Ahora.

Sí, señora. Se incorporó y se colocó encima de ella, apoyando el peso de su cuerpo sobre sus brazos para no aplastarla. Impaciente, ella agarró su polla, guiándola hacia su interior. En cuanto la penetró, ambos tuvieron un orgasmo a la vez. La sensación fue tan intensa que por un momento Rhage temió perder el control de su bestia. Ella se recuperó primero y lo detuvo cuando él estaba a punto de salir de ella. Lo miró y él se quedó completamente quieto, totalmente a su merced. Le acarició la cara, como si supiera que necesitaba tranquilizarse.

- Ni se te ocurra pararte.

Lo besó con suavidad y apretó sus músculos internos, haciendo que el gruñera.

- Estoy bien, así que. No. Te. Pares.
- No quiero hacerte daño.
- No lo haces.
- Eso no lo...

Le puso un dedo en los labios.

- ¿Cómo está tu espalda?
- ¿Qué? Uhm... bien supongo.
- Perfecto. Me toca encima.

Hizo por moverse pero el enorme cuerpo de Rhage se lo impedía.

- Rhage. Quiero estar encima.

Rhage cerró los ojos y se giró, manteniéndolos unidos, hasta que ella estaba encima. Las órdenes de tu Shellan se cumplían. Así, sin más. Perdió todo pensamiento coherente cuando Lohrena comenzó a moverse lentamente encima de él.

Apoyó las manos sobre el pecho de Rhage y comenzó a mover las caderas, arriba y abajo, aceptando a Rhage en su interior una y otra vez. Las manos de él no estaban quietas, acariciando todo su cuerpo, hasta detenerse sobre sus caderas, para agarrarse con fuerza. Lohrena supo que estaba apunto e incrementó el ritmo y la velocidad de sus movimientos. Rhage se corrió con un grito ronco pero Lohrena no se detuvo, siguió moviéndose arriba y abajo haciendo que Rhage tuviera un orgasmo tras otro.

Con el quinto orgasmo, ella se dejó llevar con él, desplomándose encima, completamente exhausta y saciada. Rhage acarició su espalda con movimientos lentos, recuperándose también de lo que acababa de pasar entre los dos. Estaba a punto de quedarse dormida entre los brazos de Rhage con él aun en su interior. Pegó la cara a su cuello, oliendo ese delicioso aroma especiado y sus colmillos salieron disparados, recordándole que hacía mucho que no se alimentaba. Rhage no dijo nada, simplemente ladeó la cabeza para darle mejor acceso y Lohrena dejó que su cuerpo tomara el control, penetrando la piel hasta llegar a la vena.

- Joder tahlly, si...

Las caderas de Rhage se movieron por voluntad propia, entrando y saliendo de su interior. Poco después, volvieron a alcanzar el clímax juntos y Lohrena selló sus heridas. Dándole un beso suave en los labios, inclinó la cabeza para exponer su cuello, ofreciéndoselo a su Hellren.


- Ahora tú, Rhage. Aliméntate de mí.

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