sábado, 5 de abril de 2014

Trusting Lover - Capítulo 29

Rhage no le arrancó el vestido de milagro, pero la desnudó con rapidez impaciente por tenerla. Le dio la vuelta, dejando el vestido tirado en el suelo y la atrajo hacia sí. El olor de su excitación junto al olor de vinculación llenaba la habitación y era adictivo. Y hablando de adicciones... había algo que no había probado en mucho tiempo. Sus colmillos se extendieron al igual que los de ella. La besó, con cuidado de no asustarla o hacerle daño. La última vez que habían estado juntos estaba pasando por su necesidad y estaba hecho un salvaje, pero esta vez, podría ser más delicado. Cogió su cara entre las manos y volvió a besarla. Las manos de ella se posaron sobre su pecho, bajando lánguidamente hacia sus caderas y terminaron rodeando su dura polla. Echó la cabeza hacia atrás, intentando que el aire llegara a sus pulmones.

Lohrena pasó el pulgar por encima de la cabeza hinchada y sensible, recogiendo la gota que le había salido. Mirándolo con travesura, Lohrena se acercó el pulgar a los labios y lamió, gimiendo mientras lo saboreaba. Rhage no aguantó más y la volvió a besar con más intensidad, a la vez que la empujaba hacia la cama. Con cuidado la tumbó y se encajó entre sus piernas abiertas.

Aun llevaba puesta la lencería, pero eso lo podía solucionar con facilidad. Besó su mandíbula, bajando por su cuello, lamiendo el sitio donde tenía esa vena tan tentadora, hasta llegar a la curva de sus pechos. Con sus colmillos, rajo el sujetador justo por la mitad, desvelando lo que había debajo. Esos pezones rosados pedían a gritos sus caricias y Rhage se sentía muy generoso. Lohrena jadeó al sentir la lengua húmeda y caliente de Rhage en un pezón... luego en el otro. Rhage iba alternando sus dedos, su lengua y sus colmillos para volverla loca de placer. Trazó un camino de besos hasta llegar al punto más sensible de su cuerpo. Se quedó quieto, inhalando con fuerza.

- Me encanta tu olor...

Su lengua paso por los pliegues hinchados, haciendo que Lohrena levantara las caderas de la cama, gimiendo.

- Mmmm. Me encanta tu sabor...
- Rhageee...

Su nombre se convirtió en un largo gemido.

- ¿Qué quieres mi Shellan? Pídeme lo que sea, y lo tendrás.

Gruñó algo incoherente y Rhage la volvió a lamer.

- Oh dios... Rhage.
- Pídemelo tahlly. ¿Qué quieres?

Su aliento sobre sus partes íntimas la volvió más loca aun, pero no estaba segura de poder pedirle lo que quería. Se mordió el labio.

- Quiero tu lengua.

Rhage la lamió.

- ¿Así?
- Más.

Rhage repitió el movimiento gimiendo. Lohrena se estaba desesperando, Rhage iba deliberadamente despacio, y ella no podía mas.

- Rhage... por favor...
- Si, ¿tahlly?

Lo miró con los ojos entrecerrados, los de él brillaban incandescentes en la oscuridad, con un azul mucho más claro de lo que era habitual. Pero sabía que no le haría daño.

- Dímelo. ¿Qué quieres tahlly?

Lohrena dudó solo unos segundos.

- Haz que me corra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario