Lover Sacrificed - Capítulo 61

En cuanto se hizo la noche, estaban en el coche con Fritz que conducía de vuelta a la mansión. Habían pasado el resto del día empaquetando cosas, durmiendo y haciendo el amor. Darius no quería que ella se desmaterializara y puesto que Katya venía con ellos de todos modos, la mejor manera de ir era en coche.

La pobre doggen había parecido nerviosa cuando Nalla había insistido en que era bienvenida en la mansión, y a Fritz le había encantado tranquilizarla jurando que necesitaban más personal y al señor de la casa le encantaría tenerla. Katya había aceptado encantada. Claro que no sabia que su tio Rehv y V habrian hecho todas las comprobaciones pertinentes... pero tratandose de la casa real, eso era puro protocolo.

Se instaló cómodamente contra el pecho de Darius, mirando por la ventana, ya que tardarían unos 40 minutos en llegar. Ella se asomó para mirar el nuevo edificio Falcon que se estaba construyendo, una copia exacta del Commodore, y se preguntó si alguno de los hermanos compraría los áticos.

Darius le apretó la mano.

- ¿Estás bien?

Ella asintió con la cabeza.

- ¡Estoy deseando ver a todos de nuevo! Los he echado mucho de menos. Mis hermanos deben haber crecido tanto.

Le acarició la parte de atrás de su cuello.

- Estaremos allí antes de que te des cuenta.

Él la distrajo hablando de cosas que habían sucedido en su ausencia y antes de que ella se diera cuenta, pasaron a través del mhis que V tenía en alrededor de las tierras de la Hermandad.

Unos minutos más tarde llegaron a las puertas y un par de minutos después  finalmente aparcaron en el patio. Sus padres ya estaban esperándola.

Mordiéndose los labios se bajó del coche y se encontró apretada contra un enorme pecho masculino.

- Papá.

Ella suspiró feliz y lo abrazó con fuerza.

- ¿Nalla?

Él la soltó, la miró con los ojos entrecerrados y luego los abrió mucho en estado de shock.

- Ah mierda no.

Él negó con la cabeza.

- Joder no, tu no.

- Papá, todo está bien. Estoy bien.

Yyyyyy al suelo que fue.

Gracias a la Virgen Escriba, Darius estaba allí para que su padre no se estampara contra el suelo.

- ¿Zsadist?

Su mahmen parecía confundida por un momento, mirándola a ella, hacia su padre y una vez más, a ella.

Bella sin duda olio el embarazo de Nalla, y en cuanto lo comprendió, su boca formó una O y entonces ella gritó mientras abrazaba a su hija.

- Oh, Dios mío, Dios mío. ¿Es cierto? ¿Estas realmente...?

Nalla asintió mientras Beth y Wrath se unieron a su feliz reencuentro justo fuera de la mansión.

- ¿Qué demonios está pasando?

Beth miró Nalla con lágrimas en los ojos.

- Nalla nos va a dar un nieto.

Wrath parecía estupefacto.

- ¿Qué...? Repíteme eso otra vez.

Darius dio una palmada a su padre en la espalda.

- Vas a ser abuelo.

Wrath dejó escapar un suspiro tembloroso y se quedó callado por un breve momento.

- ¿Nalla?

- ¿Sí, mi Señor?

- A la mierda con eso de mi señor, Ven aquí y dale un abrazo a tu suegro.

Ella lo abrazó como lo había hecho con su padre. George lloriqueo al lado de ellos, pidiendo un poco de atención para sí mismo.

- No sabes cuánto lo siento.

Whoa. ¿El rey se estaba disculpando con ella?

De ninguna manera.

- Está bien mi Se... Wrath. En serio.

- No, no está bien. Fui un idiota terco, y por mi culpa casi perdéis el amor de vuestra vida. Yo no sabía y...

- Todo está bien, Wrath. En serio.

- Maldita sea, pero eres una hembra de valía. Vamos a llevarte dentro y compartir la noticia con todos los demás. Tenemos que brindar por esto! D, tráete a algunos de los hermanos para llevar Z a dentro. Maldita nenaza.

Ella sonrió feliz, desde que Payne había llegado a la mansión, los embarazos ya no se temían tanto, pero aun así brindaban a la Virgen Escriba como era tradición. Por si acaso.

En cuanto entro vio a todos sus amigos, a todas las shellans, a los Hermanos... Por Dios, si hasta había echado de menos a los doggen!

Sus hermanitos Qhuinn y Rehv la abrazaron mientras Darius le frotó la espalda en apoyo silencioso.

Ella por fin estaba en casa.

- * - * - *

Wrath sentía que no podía respirar. Iba a tener un nieto.

Joder si eso no le hacía sentirse como un tonto por hacer que Darius siguiera adelante con esa mierda de emparejamiento.

El olor de vinculación de su hijo era espeso en el aire y el olor de felicidad tanto de D como de Nalla, era casi algo tangible.

Zsadist por fin había recobrado la consciencia y le dio una palmada en la espalda.

- Es una niña.

Su voz estaba llena de emoción.

- Rehv dice que va a ser una niña.

- Maldita sea. Joder.

Se frotó la mandíbula con una sonrisa.

Esto significaba que necesitaba que Sax cambiara algunas de las leyes antiguas para permitir que las mujeres reinaran.

Su corazón se hinchó de orgullo ante la idea de que su nieta reinara sobre la raza. Demonios, incluso si se trataba de un niño, no había manera de que él dejara que una ley así de sexista siguiera en su lugar.

- Maldita sea Wrath, mi niña va a tener una niña. Mierda. Yo no estoy preparado para esta mierda.

Wrath se río entre dientes.

- Vas a estar bien Hermano. Pero la pequeña jamás saldrá de esta mansión.

- Jamás.

- Amén a eso.

Chocaron nudillos mientras Darius se acercó a ellos.

- Papá, Z, ¿podemos contactar a la Virgen Escriba? Necesito emparejarme a Nalla como, ayer, ¿me sentís?

- Sí hijo, te entendemos.