domingo, 27 de abril de 2014

Lover Adored - Capítulo 4

Estaba dormido un minuto y completamente alerto el siguiente, mientras sentía la esbelta figura de Mariah acurrucarse a él.
Podía oler las lágrimas, eran como plástico quemado en su nariz, y trató de incorporarse, pero la herida en su costado que no le dejo. Encendió algunas velas con su mente para por lo menos poder verla correctamente.
- ¿Tahlly?
- Ahgony, ¡estás despierto!
Se secó las lágrimas y le sonrió.
- ¿Qué pasa Tahlly?
- ¿Estás bien?
- Sí. Aun curándome, pero bien.
Levantó con cuidado el brazo y le acarició la mejilla.
- ¿Por qué lloras?
- Porque te extraño, tanto. Y Rhage... no me dejo alimentarte. Dejó que una Elegida lo hiciera en mi lugar.
Ahgony cerró los ojos. Sabía que esto tenía que estar matándola porque si hubiera sido al revés, si otro macho la hubiera alimentado a ella, él perdería su maldita cabeza.
- Está bien cariño. No significo nada. Era sólo para curarme. Diablos, ni siquiera lo recuerdo.
- No, no lo entiendes. Llegué antes que ella y me detuvo. Rhage me agarró para que no pudiera llegar a ti. Si no fuera por él, te habría alimentado yo. Estarías sanando gracias a mí, no a ella.
Nuevas lágrimas amenazaban con caer de sus ojos y le hizo una pregunta que jamás hubiera esperado escuchar de su hembra.
- ¿Te acostaste con ella?
- ¿Crees que lo hice?
- Me... me gustaría decir que no. Pero has estado distanciándote de mí últimamente.
Cerró los ojos y suspiró. Sabía que no podía decirle así sin más que había hablado con Rhage. Pero debería haber sabido que iba a comenzar a sospechar que algo estaba pasando.
- Tahlly, no. Por supuesto que no me acosté con ella. Ya te dije, ni siquiera recuerdo que me alimentara esa vez. Y las dos veces que ha estado aquí desde entonces, me he alimentado de la muñeca y eso es todo, no me ha tocado ni me ha hablado.
Mariah se tensó a su lado.
- Ella. Te. Ha. Alimentado. Aquí.
 - Uh, sí.
Se levantó de la cama y comenzó a pasearse. Ya no estaba triste, ahora estaba furiosa, el olor a plástico quemado sustituido por el de la madera quemada.
- Voy a hablar con Rhage.
A Ahgony no se le había escapado que no le había llamado 'papá ' desde que había entrado en la habitación.
- Le voy a contar lo nuestro. Él no puede mantenernos separados.
- No nena, no hagas eso.
- ¿Por qué demonios no?
- ¿Quieres hablar con él justo después de que yo haya resultado herido como el Ahstrux Nohtrum de Darius? Vamos tahlly, hasta tú te tienes que dar cuenta en que solo se empeñara más en mantenernos separados.
- ¿Qué quieres decir, más?
- Simplemente, que él no quiere que estés con un Ahstrux Nohtrum, ambos lo sabemos.
- Pero tal vez si él sabe lo que siento por ti...
- Tahlly...
- No puedo soportar saber que te estás alimentando de esa... esa... hembra.
La palabra hembra tenía tanto veneno como si la hubiera llamado perra.
Él no pudo evitar sonreír.
- Me encanta lo posesiva que eres conmigo. Y créeme, soy tuyo. Sólo tuyo. Pero vamos a darle un par de meses. Deja que se olvide de esto. Sólo han pasado un par de días desde que sufrí lesiones en el trabajo. Cuando sea el momento adecuado, los dos podemos ir a verlo.
- Pero...
- Confía en mí Tahlly, ahora no es un buen momento.
Se mordió los labios, vacilante y su sexo se agitó. Joder, por fin estaba empezando a sanar.
- Está bien. Pero hay algo...
- ¿Qué es?
- He estado pensando, que quiero saber más acerca de mis padres biológicos.
- Ah... ¿qué?
Ella se encogió de hombros.
- He estado pensando en ello en los últimos días. Realmente lo pienso mucho.
- ¿Rhage o Mary lo saben?
- No. Los quiero a los dos, pero no lo entenderían.
- A lo mejor te sorprenderías.
- Quiero hacer esto por mi cuenta. Es algo que tengo que hacer. Necesito saber quién soy. ¿Me ayudas? ¿Por favor?
Ah joder, de ninguna manera era capaz de decirle que no.
- Sí, lo haré.
- Gracias.
- Con una condición.
- ¿Qué?
- Habla con tus padres primero. Sólo diles lo que sientes. Les debes eso. Y tal vez te pueden ayudar, tal vez saben más de lo que eran capaces de decir. Nunca se sabe.
- No me hablo con Rhage. Al menos por ahora.
Ahgony asintió comprendiendo. Podía entender por qué ella se sentía así pero necesitaba tiempo.
Primero necesitaba curarse por completo, y después tenía que hablar con Rhage de nuevo, éste merecía saber lo que Mariah quería hacer.
De ninguna manera la dejaría husmear en el pasado de la Glymera por su cuenta.
Él también sabía que su necesidad seria en sólo unos pocos meses... si pudiera servirla y dejarla embarazada... Rhage no tendría más remedio que dejar que se emparejaran. Así que lo único que necesitaba era un poco de tiempo y él sabía exactamente cómo convencerla.

*-*-*-*-*

Mariah dejó la habitación de Ahgony con una sensación de agobio. Estaba escondiendo algo de ella, lo sabía.
A regañadientes se admitió a si misma que sabía que no había estado con la Elegida, pero había algo más...
Ella le había dicho lo de tratar de encontrar a sus padres biológicos para ver lo que diría. Meses atrás, la habría apoyado en todos los sentidos, sin importarle nada. Él no habría insistido en decírselo a Rhage y Mary cuando ella había dejado claro que no quería que lo supieran.
¿Por qué había cambiado?
Mariah no lo había dicho en serio, bueno, no realmente.
En su mente, Rhage y Mary eran realmente sus padres, incluso si estaba dolida y no se hablaba con uno de ellos en este momento.
Mariah sólo tenía curiosidad, sobre su pasado, sobre quién era. ¿Tenía hermanos, hermanas? ¿Quién era su madre biológica?
¿Por qué la habían encontrado deambulando sola por las calles siendo una cría?
¿La hembra tenia curiosidad sobre la hija que había perdido? ¿Alguien la estaba buscando?
Tenía tantas preguntas, y no todas las típicas que se esperaban de un niño adoptado, por las circunstancias en la que la encontraron.
También sabía lo suficiente sobre la Glymera para saber que si su madre había sido uno de ellos, lo mejor era no saber.
Renunciaría a esos pensamientos, por ahora volvería a su habitación a estudiar. Mariah estaba tratando de ser médico, pero no como el Doc Jane o Manny.
Nop.
Ella quería especializarse en los bebés. Los partos, los embarazos, averiguar por qué su raza era tan propensa a perder a sus crías.
En la mansión que tenían suerte porque tenían a Payne, pero ¿los civiles? Ellos no eran tan afortunados.
- ¿Toots?
Miró a Rhage, que la había sorprendido saliendo de la nada.
- Hey.
- ¿Podemos hablar?
- Estoy ocupada.
- Cariño, lo siento. La Elegida ya había sido llamada y... vamos. Le salvo la vida ¿eh?
Le guiñó un ojo y ella soltó un bufido.
- Rhage, si piensas que esto es algún tipo de broma...
- Rhage? ¿Por qué cojones me estás llamando Rhage? No me has llamado así nunca. ¿Qué pasó con papá?
- Sí, bueno, las cosas cambian.
- ¿Todo esto porque no dejé que alimentaras a ese chico?
- ¿Ese chico?
Se dio la vuelta, no quería pelear con él.
- Hey, todavía estoy hablando contigo.
- Yo ya he terminado de hablar.
Rhage resopló.
- Bueno, parece que ese chico tiene una mala influencia sobre ti después de todo. Nunca te criamos para que tuvieras esta falta de respeto.
Ella se dio la vuelta para mirarlo de nuevo.
- ¿Sabes qué? Tal vez si tú me hubieses respetado el otro día cuando quería salvar a Ahgony, yo no te faltaría el respeto ahora. Ahgony me ha influido solo en el buen sentido. Tú solito has hecho que yo me comporte así.


Rhage vio como Mariah salía corriendo hacia su habitación.
¿De verdad había cometido un error en no dejar que alimentara a Ahgony?
Él sólo quería lo mejor para ella.
Desde que Marissa la había puesto en sus brazos.
Y estar emparejada al Ahstrux Nohtrum del heredero real, no era lo mejor para ella. Él sólo estaba tratando de evitar que su corazón se rompiera cuando algo le pasara a Ahgony mientras trataba de salvar  la vida de Darius. Podía enfadarse cuanto quisiera, pero cuando algo le pasara a Ahgony, ella le daría las gracias por no estar emparejada a él. Ella le daría las gracias por no tener un corazón roto.
¡Él era un buen padre, maldita sea!


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