domingo, 16 de marzo de 2014

Trusting Lover - Capítulo 24

Lohrena no supo por qué, pero decidió quedarse en la habitación de Rhage. Seria porque quería comprobar de primera mano que realmente no se follaria a nadie. Si fuera así, lo olería y saldría de aquí inmediatamente. Se acercó a donde tenía los DVD, sorprendiéndose por la gran cantidad de versiones de Godzilla que tenía. Estaba decidiendo cual ver cuando llamaron a la puerta, abrió y vio a Fritz con todas sus cosas que había dejado en la mansión Stratford.

- ¿Podría pasar, señorita? Puedo colocar sus cosas en el armario en un periquete.
- Ahm... si claro Fritz. Gracias.

Se sintió un poco incomoda sola con el Doggen, lo que estaba haciendo lo podía hacer ella sola, pero el hombrecillo parecía realmente feliz. Volvieron a llamar a la puerta y esta vez estaba Kihara al otro lado.

- Hola, espero no molestar, pero he pensado que ya que JM y Rhage han ido a luchar que podríamos ver algunos DVD, comer chuches y cotillear un poco. Si quieres claro.
- Si claro. Me encantaría, pasa. ¿Qué traes?

Fritz se despidió de las dos y se marchó, dejándolas solas. Sentándose en la cama, Kihara soltó los DVD que había traído.

- Mira, tengo True Blood, Vampire Diaries, Crepúsculo...
- Te van los vampiros ¿eh?

Kihara sonrió, mostrando sus colmillos.

- No se parecen en nada a la realidad, pero admítelo, Ian Somerhalder está para comérselo. Aunque si se lo dices a JM, negaré haberlo dicho.

Lohrena rió.

- No sé quién es ese Ian, pero tu secreto está a salvo conmigo.
- ¿Que no sabes quién es? Ven, tienes que ponerte al día. ¡Pero ya!

Varias horas, capítulos y cotilleos después, la puerta se abrió de golpe, sorprendiendo a Lohrena y Kihara. Los hermanos entraron llevando a Rhage con cuidado y Kihara se levantó para dejarle sitio en la cama. Lo tumbaron como pudieron y Lohrena palideció al verlo.

- ¿Que le ha pasado? ¿Quién le ha hecho esto? ¡Tenéis que llevarlo a Havers!

Vishous la agarró de las manos.

- Tranquilízate Lohrena, escúchame. No es la primera ni la última vez que esto le pasa. Tienes que quedarte a su lado y dejarle descansar. Cuando despierte hay que darle unos cuantos Alka-Seltzer y mañana estará mejor. Pasado ya estará listo para luchar.
- ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué esta así?

Vishous se calló.

- ¿Es por la maldición esa, de la que no me quiere decir nada?

Vishous se sorprendió.

- Ahm... sí.
- ¿De qué se trata?
- No es mi historia para contar. Estoy seguro que cuando pueda, el mismo te lo contará.

Vishous miró hacia la cama con preocupación.

- Mandaré a Fritz con algo de comida y medicina. Cuídalo por favor Lohrena.

Los hermanos y Kihara se marcharon y ella se quedó mirando a Rhage. Estaba pálido, y cubierto por una capa fina de sudor. Su estómago era...  estaba como hinchado, aunque no sabía si quería saber por qué. Mirándolo así, tan debilitado, era difícil seguir enfadada con él, aunque la imagen de Rhage contra la pared del club con esa rubia le hervía la sangre. Rhage se movió inquieto y comenzó a gimotear, calmándose únicamente cuando ella se sentó a su lado y le acaricio el pelo con suavidad.
  

1 comentario:

  1. que romántico!! ahora falta que cuando le cuente sobre la maldición, ella no quiera involucrarse.... -_-

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