sábado, 25 de enero de 2014

Trusting Lover - Capítulo 8

- ¡Lohrena!

Rhage bajo las escaleras de tres en tres, ignorando el dolor que le recorría el cuerpo. Tendría que estar en la cama con Lohrena debajo de él, o encima de él, o donde fuera, pero alrededor de él. No tenía que estar descubriendo que Lohrena le había engañado, usado y robado. ¡Maldita mujer! No tenía teléfono, ni coche ni podía desmaterializarse porque los temblores de la necesidad eran cada vez más intensos… Que hijadeputa mentirosa…

- ¿Si?

Rhage se detuvo de golpe cuando Lohrena salió de lo que debía de ser la cocina con una bandeja enorme de comida y una sonrisa de satisfacción en la cara. Sonrisa que se desvaneció al verle.

- Rhage, ¿Qué ocurre?
- Mi coche ha desaparecido.
- Lo he metido en el garaje, las llaves están ahí en la mesa. Las iba a subir ahora, junto a tus cosas.

Rhage miró hacia la mesa y efectivamente ahí estaban las llaves, su móvil, su ropa perfectamente doblada. Y sus piruletas.

- Pensaste que me había ido. Con tu coche.
- Yo… ah…
- Solo estaba preparándote algo de comer. Ya sabes, para que recuperes energías.

La había ofendido, pero no tuvo tiempo de disculparse. Su cuerpo demandaba otra cosa y Rhage se tambaleó. Lohrena dejo la bandeja en la mesa y lo cogió de la mano.

- Ven, me necesitas. La comida puede esperar.

Lohrena lo ayudó a sentarse en una de las sillas y se sentó a horcajadas sobre él, aceptándolo en su interior una vez más.

Solo al tenerla así, se dio cuenta de que llevaba un vestidito de verano sin nada debajo. Había muerto y estaba en el Fade. No había otra explicación para lo que estaba sintiendo. Jamás había sentido esto. Cuando estaba con Lohrena, se sentía bien. Mejor que bien. Se sentía completo.
Lohrena se apoyaba en sus hombros, moviéndose arriba y abajo y el la ayudaba, agarrándola con fuerza por las caderas. Demasiado pronto sus pelotas se tensaron y su polla se preparó para llenarla otra vez con su semen, uniéndose para siempre a ella con la creación de una vida en su interior. Fue el último pensamiento coherente que tuvo antes de sentir como Lohrena le clavaba los colmillos, provocándole otro clímax increíblemente intenso.

- Joder...

Rhage apoyó la cabeza en su hombro, recuperando el aliento. Lohrena se enderezó para mirarlo con dulzura.

- No te dejaría solo en un momento así.
- Si lo sé. Es solo que...

Lohrena le puso un dedo en los labios.

- Shhh. Tienes que comer algo.

Rhage la miró detenidamente, lamiéndose los labios al mirar sus pechos hinchados.

- Estoy de acuerdo.

Bajó la cabeza, chupando un pezón con fuerza.

- Rhage...


Rhage se levantó sin soltarla y la sentó sobre la esquina de la mesa, empujando las cosas hacia un lado. Lohrena estaba excitada, podía olerlo y verlo. Rhage gruñó satisfecho. Estaba más que preparado para penetrarla de nuevo, pero quería saborearla primero. Cogió su vestido y con un movimiento rápido, lo desgarró, abriéndolo por la mitad, desvelando su precioso cuerpo desnudo. Pasó sus enormes manos de guerrero por su suave piel y le abrió las piernas, encajando sus enormes hombros entre ellas. Se lamió los labios. Oh si, tenía que comer, y estaba más que hambriento.

4 comentarios:

  1. Wow!! Por un momento pensé que si se había ido y me dio penita por rhage.. pero no!! .. me encantan juntos!!!

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  2. Muy padre la historia! Me gusta!

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