lunes, 13 de enero de 2014

Lover Sacrificed - Capítulo 36


Doc Jane lo miró con curiosidad mientras cosía la herida de Ahgony.
Casi parecía como si quisiera decirle algo, lo que era extraño, ya que nunca se habían hablado mucho.
Pues vale.
La puerta se abrió de golpe, sorprendiendo Doc Jane y a Ahgony, pero no a él.
Oh no, él sabía quién era.
- ¿Qué cojones ha pasado D?
- Hemos sido atacado por Lessers.
- ¿Estás trompa?
- Sip.
- Darius...
- Nosotros no hemos luchado ¿vale? Ahgony estaba tratando de sacarnos de allí.
- Darius...
- ¿Qué?
- Maldita sea Darius...
Se levantó y se encaró directamente con su padre, aunque no pudiera verlo, podía sentirlo.
- No me vengas con eso de "Darius", papá. Ya no. Estoy harto de esta mierda.
- Cuidado. Con. Lo. Qué. Dices.
- ¿Y por qué mierda iba a hacer eso?
- Soy tu padre...
- ...respétame como tal. Sí, sí. Me sigues pidiendo respeto, pero... ¿cuándo me has respetado tú a mí?
Estaba levantando la voz, incluso cuando Ahgony intento detenerlo.
- Vamos, tío, déjalo ir.
- ¡No! ¿Mi padre exige respeto? ¿Cuándo él me ha vendido? ¿A la Glymera nada menos? Se supone que me tengo que emparejar a esa... esa… hembra, que por cierto te estaba comiendo con los ojos, ¿y todo para qué?
- Porque es tu maldita responsabilidad...
- ...como el heredero real. Realmente estas empezando a sonar como un disco rayado. Está bien. Lo que tú quieras. Voy a hacer esto. Me emparejaré. Voy a perder al amor de mi vida por esto. Todo porque nací con una corona. Porque es es una jodida buena razón para que el resto de mi vida la pase completamente miserable.
- Hijo...
- ¡No te atrevas a llamarme "hijo"! Guárdatelo para Matt. Ya sabes, ¿el príncipe que no tiene ni una puta responsabilidad? Puedo ser el primogénito, el heredero real, pero de ahora en adelante, no me llames tu hijo nunca más.
- Darius amigo, no lo estás diciendo en serio. Es el alcohol. Deja de hablar.
Darius ignoró a su mejor amigo mientras su padre seguía ahí de pie. Sin mostrar ninguna emoción.
Doc Jane se habría esfumado como fantasma que era... No podía culparla.
- Si yo fuera realmente tu hijo... Si realmente me amaras como siempre me has hecho creer que haces, no me hagas esto. ¿Por qué demonios me estás haciendo esto?
Estaba gritando, y las lágrimas corrían libremente por su rostro.
Su padre le gritó de vuelta.
- ¡Porque estoy tratando de proteger tu puñetera vida!

* - * - *

Nalla abrazó a Rehv en cuanto entró por la puerta.
- Así que dime, ¿a quién tengo que matar?
Ella sonrió mientras vio como el inhalaba y la realización iluminó su rostro.
- ¿Nalla?
- ¿No flipes vale? Sí, estoy embarazada.
- Darius. Se. Emparejará. Contigo.
Ella puso los ojos en blanco.
- ¡No! Tío Rehv, por favor. Te he llamado porque necesito a alguien que no se vuelva loco como lo haría mi padre.
- Pero Nalla...
- He pensado en esto. Mucho. Sé lo que quiero y lo que necesito hacer.
Rehvenge parecía pensar en esto por un momento y finalmente asintió.
- ¿Qué necesitas de mí?
- En primer lugar, tienes que guardar este secreto. Incluso de Ehlena.
Frunció el ceño, pero asintió con la cabeza.
- Necesito ayuda para alimentarme todos los meses.
Él asintió de nuevo.

- Y necesito un lugar para quedarme, donde nadie, ni siquiera mis padres, bueno, sobre todo mis padres, me puedan encontrar.

6 comentarios:

  1. Sera esa una buena idea por parte de Nalla??
    Me dan que las cosas se van a complicar....y mucho¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Que pasará cuando d se entere del embarazo?? Esta muy padre la historia?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias - Ya tienes otro capitulo, espero que te guste!

      Eliminar
  3. Se va a armar la de Troya cuando se enteren del embarazo...

    ResponderEliminar