viernes, 10 de enero de 2014

Lover Sacrificed - Capítulo 35

Darius estaba borracho.
Una vez más.
Parecía que era lo único que hacía últimamente.
Todo el mundo había intentado hablar con él. Todos tenían algo que decir y todos tenían algún tipo de consejo. Todo el mundo había pasado por esta "fase".
Sí claro.
Ninguno de ellos podría tan siquiera empezar a imaginar por lo que estaba pasando. Lo que estaba sintiendo.
- Es suficiente D. Nos tenemos que ir.
- Vete a la mierda.
- Lo mismo te digo amigo. Ahora vamos, antes de que tu padre, el Rey, me despelleje.
Caminaron, bueno, él mas bien se tambaleó hacia su coche y olfateó el aire, oliendo algo que le recordaba a talco de bebé podrido.
Lessers.
Empezó a caminar hacia el callejón, sólo para ser detenido por Ahgony.
- Métete en el coche D.
- Lessers.
- ¿En serio? No me había dado cuenta de la peste. Ahora entra en el puto coche. Wrath dijo sin peleas. Así que no vamos a luchar.
- Tenemos que saber que está pasando. ¿Y si tienen un civil?
- No podemos ir. Voy a llamar a la Hermandad. Métete en el coche antes de que se den cuenta y nos metamos en problemas, estas demasiado bebido para... ¡Mierda!
Darius se congeló cuando vio a la pequeña navaja saliendo del hombro de Ahgony. Gracias a la Virgen Escriba los lessers no tenían puntería...
- Entra en el maldito coche Darius. ¡Están atacando!
Finalmente, hizo lo que le dijo y podía oler la sangre que salía a borbotones de la herida de Ahgony.
Joder vaya mierda. Su amigo estaba herido por su culpa. No importaba que ese era su trabajo como su Ahstrux Nohtrum.
- Lo siento.
- Cállate la puta boca, Darius.
Su amigo llamó a Vishous con el manos libres del teléfono.
- ¿Que pasa chicos?
- V, ¿me puedes conseguir refuerzos? Tengo un montón de lessers siguiéndome.
- ¿El principito está contigo?
- Sip.
- De camino voy.

* - * - * - *

Nalla se sentó delante del espejo durante horas después de que Doc Jane se fuera.
Simplemente debatiendo consigo misma.
Sobre qué hacer. A quién contárselo.
No podía decirle nada a Darius, eso era obvio. Querría emparejarse a ella, el rey se volvería loco y ella probablemente terminará como segunda shellan o algo así.
Nop, de ninguna manera.
No podía decírselo a sus padres. Su padre sería el que exigiera un emparejamiento y un Rythe, el rey se negaría, y se desataría todo el infierno.
No podía decirles nada a sus amigas tampoco. Jhade estaba emparejada con John, el tío de Darius y Mariah estaba coqueteando con Ahgony, el mejor amigo de Darius.
Lo que significaba que estaba sola. Sólo ella y la pequeña vida que crecía dentro de ella. Dejó escapar un cansado suspiro. Tenía unos 17 meses muy difíciles por delante. Pero no podía hacerlo sola. Necesitaba a alguien en quien podía confiar y que le pudiera ayudar para encontrar un sitio donde quedarse y la alimentarse todos los meses...
De repente, sonrió y agarró su teléfono.
- Hey tío Rehv.
- Nalla, mi querida sobrina. ¿Cómo estás?
- Estoy muy bien. ¿Cómo están Ehlena y los pequeños?
- Están todos muy bien. ¿A qué debo el placer?
- Me preguntaba si recuerdas, cuando yo era pequeña, que una vez me dijiste que si alguna vez necesitaba ayuda o algo de qué hablar que no quería que mahmen y papá supieran, que podía recurrir a ti?
- Claro que me acuerdo. Pero tu mahmen y Z son tan abiertos y honestos que nunca me has necesitado antes.
- Bueno, ¿la oferta sigue en pie?
- Hasta el día en el que vaya al Fade, Nalla mía.

- En ese caso, tío Rehv, necesito desesperadamente tu ayuda.

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