Lover Sacrificed - Capítulo 5

Wrath se vistió con la ropa de ceremonia y llamó a la Virgen Escriba, quedando a la espera de ser llevado al otro lado. Tenía que haber alguna manera de salir de esta mierda en la que Feron le había tomado como un gillipollas. Penehlope había salido de la transición y cada día estaban más cerca de obligar a su hijo a emparejarse por sobrevivir. Tenía que hacer algo para evitarlo…

- Wrath, hijo de Wrath.

- Virgen Escriba.

Hizo una reverencia.

- ¿Qué te trae por aquí?

- Vengo a buscar consejo. Mi hijo, Darius. Él va a... morir. Alguien de la Glymera le ha infectado con algo y si no encuentro una cura... el antídoto... No puedo perderlo.

- Soy consciente de la situación.

Ella inhaló profundamente, casi pensativa.

- Sabes que no puedo involucrarme a menos que sea relevante a la Hermandad y, aun así....

- Por favor, te lo ruego. Le haré Hermano.

- No ha obtenido ese derecho. Yo no lo aceptaría en la Hermandad.

- Por favor. Exigen que sea emparejado...

- Como ya he dicho, soy consciente de la situación, Wrath hijo de Wrath. No voy a involucrarme.

- ¿Dejarías morir a mi hijo?

Alzó la voz y de inmediato se dio cuenta de su error.

- ¡No hagas preguntas, estúpido! ¡Debería matarlo yo misma!

- Mis disculpas  Virgen Escriba. Es que... no puedo perderlo. Es mi hijo. Lo amo más que a mi propia vida. Y al mismo tiempo, lo último que quiero es que sea infeliz en un emparejamiento que se le ha impuesto. Estoy perdido. Te lo ruego, por favor.

Ella soltó una risita y él supo que ella estaba disfrutando demasiado.

- ¿Qué es lo que buscas de mí?

- Asesoramiento. Ayuda. Orientación. El antídoto.

Ella se echó a reír de nuevo.

- Ah, el antídoto... no te puedo ayudar con eso. Tu Darius ya lo ha visto. Más de una vez, debo añadir.

- ¿Qué? Quiero decir... ah.

Ella negó con la cabeza.

- Sólo voy a decir una cosa y con esto, ya estoy interfiriendo demasiado.

Wrath escuchaba con atención.

- La respuesta está en la sangre.

Y con esas palabras, se encontró de nuevo en su habitación.

Doc Jane, pensó. Necesitaba a Doc Jane.