- Pero papá...
- Hijo, ¡esto no es
negociable! Tienes 25 años y eres el heredero al trono.
- ¡No quiero tu estúpido trono!
- Darius, más te vale cambiar ese tono conmigo
jovencito.
- Lo siento papá, pero quieres que me empareje con
esa estúpida... chica, ¡y yo no quiero!
- Hijo, es por el bien de nuestra raza. No podemos
luchar contra la Glymera y también contra los lessers. Necesitamos esta unión,
si queremos sobrevivir.
- ¿Y si no sobrevivo la transición?
Wrath apretó los dientes.
- Lo. Harás.
- ¿Y si ella no lo sobrevive?
- Eso no va a pasar.
- ¿Pero y si pasa?
- Entonces... sólo podemos esperar y ver. Si todo va
como debe, seréis emparejados 5 años después de que ella pase por su
transición.
- No puedo creer que me estés haciendo esto.
- Hijo...
- Es por el bien de la raza, lo sé, lo sé.
Resopló.
- Mira D, el contrato establece que ella será una newling cuando venga a ti. Ella debe ser
pura para ser emparejada al futuro rey. También he añadido una cláusula que
dice que aunque ella sea siempre la primera, puedes tomar más shellans, si deseas hacerlo, aunque solo
podrás hacerlo después de haber concebido un heredero.
- Genial.
Suspiró. Al parecer, realmente no había manera de
salir de esto...
- ¿Puedo irme ya?
- Una cosa más.
- ¿Qué?
- Tenemos una nueva compañera en la casa, Jhade.
Ella es la hija de Qhuinn y Layla. No estaba muerta después de todo, por lo que
la veras en clase y por ahí. Ella es una chica muy guapa así que...
- Lo sé, lo sé. Regla número uno, no tocar a las
hijas de la casa. Joder papá, no soy un pervertido. No me tienes que dar ningún
aviso, ya me sé el cuento.
- No estoy diciendo que lo seas. Pero me acuerdo de
tener tu edad. Las hormonas... Sí, uhm... tenemos que evitar que te vincules a
una de ellas. La Virgen Escriba no quiera que te enamores de una de las hijas
de los hermanos. Además, ahora estas prometido para ser emparejado, aunque no
haremos pública la noticia hasta después de la transición de Penehlope.
*-*-*
Unas semanas más tarde.
Nalla miró a Darius nuevo. Era taaaaan grande. Como
un Hermano de grande. No se parecía en nada al macho de la Glymera del que se
alimentaba...
Ella no pudo evitar sonrojarse cuando lo miro por el
rabillo del ojo.
Había pasado por la transición hace unas semanas y,
aunque sabía que no debía, ella lo deseaba. Este sería el último día en el que
estaría con ellos en la clase. A partir de mañana, se uniría a los Hermanos
para entrenarse. Para poder salir y luchar.
Terminó la clase y le dijo a sus amigas que saldría
en un minuto, estaba demasiado preocupada para hablar con ellas ahora.
Necesitaba un poco de tiempo a solas para calmarse y ocultar el hecho de que no
se había alimentado durante su última visita.
Nalla sintió como todo el mundo salía de la clase y
se sentó, poniendo la cabeza entre las manos.
- ¿Estás bien?
Se tensó al oír la voz profunda de Darius.
Ella levantó la cabeza, con la mirada fija en sus
hermosos ojos de color verde lima. Él cogió un mechón de pelo y se lo puso
detrás de la oreja, ella abrió la boca, le resultaba difícil respirar. Sus
colmillos se alargaron sin previo aviso...
- Puedo sentir tu hambre. Aliméntate de mí.
- Yo... no puedo.
- No voy a dejar
que mueras de hambre. Vamos. Aliméntate.
Él inclinó la cabeza hacia un lado y le dio acceso
completo a su vena. Ella agarró su camisa y lo atrajo hacia sí, perforando su
piel para probar el cielo. Darius jadeo y Nalla sólo bebió un poco, lo
suficiente para mantenerse en pie, y le lamió las pequeñas heridas para
cerrarlas. Fue solo un instante. Un breve roce. Una rápida succión. Pero deseo mucho mas.
- Nalla...
Ella cerró los ojos mientras su gran mano cubrió su
mejilla, deseando que él se dirigiera a ella con el cariñoso apelativo en lugar
de su nombre real. Abrió los ojos y él estaba justo en frente de ella. Tan
cerca que sus respiraciones se mezclaban.
Ella jadeó suavemente mientras él puso las manos en
su cara y la acercó más a él, capturando sus labios en un beso ardiente.
¡Su primer beso!
Por instinto, su lengua encontró la suya y ella ni
siquiera podía comenzar a describir la sensación. Y su sabor... ¡oh Dulce
Virgen en el Fade, su sabor!
Levanto su mano a la cara de Darius, pero antes de
que pudiera tocarle, él se separó, respirando con dificultad.
- No debería haber hecho eso. Lo siento mucho Nalla...
adiós.
oh mi dios!!! ME ENCANTOO !!1
ResponderEliminarMe alegro mucho :D
EliminarQue dulce.... que jodidamente triste.
ResponderEliminarEste fanfic promete ser duro.
Bueno... por algo se llama Amante Sacrificad@... Y si, estoy sufriendo al escribirlo, pero valdrá la pena...
EliminarCada cuando hay capitulo nuevo? Súper enviciada con tus historias
ResponderEliminarMe alegra oír eso! Intento poner día si y día no, pero hay veces que tardo un poco mas al no tener mucho tiempo. lo máximo entre capi y capi son unos días... y los fines de semana suelo poner seguido... así que esta tarde mas! ;)
EliminarOMG!!!!!!: Si así es el comienzo no quiero imaginas como sigue!!!!
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