Lover Submissive - Capítulo 4

Butch miro a V con preocupación. Llevaba más de media botella de Goose y no paraba de abrir y cerrar la mano enguantada. No sabía qué hacer para hacerle sentir mejor, aparte de lo obvio y ahora mismo el tampoco andaba demasiado bien. Esta noche necesitaba una mujer, necesitaba borrar ese beso de su mente. Ese momento intimo cuando paso la iniciación, él y V desnudos, piel contra piel… Ya, ehm... Pues eso. Que necesitaba a una mujer. Miro a su alrededor, hoy no quería estar con una de las chicas del Iron Mask. Las conocía a todas, y V también. No sería justo hacia su amigo. Que no quisiera estar con él no quería decir que no podía evitarle el dolor de que lo viera follando por ahí. No podía pedirle eso. Su mirada se poso en Xhex, que lo miraba con deseo. Sintió como le enviaba imágenes de la última vez que estuvieron juntos y sorprendentemente su polla se quedo donde estaba, sin asomarse para decir Hey-que-tal-aquí-estoy. Bebió un trago más. Debería ir a mezclarse con los no-VIPs a ver si había alguna chica desconocida que pudiera hacer que se le levantara porque... joder. No podía seguir así. Vio como los tres nuevos hermanos de la casa entraban en la zona VIP y se levanto para dejarles sitio.

- V, eh... voy a dar una vuelta. ¿Nos vemos en el Pit?

Vishous asintió sin mirarle y saludo a los recién llegados mientras el salía de la tranquilidad de la zona VIP para meterse en el chaos que era la zona no-VIP.

Critical Acclaim de Avenged Sevenfold sonaba a toda pastilla mientras cuerpos sudados se movían, no del todo al ritmo de la música.

¿Qué coño estoy haciendo aquí?, pensó.

Varias mujeres se acercaron a él, tocándole por todo el cuerpo, sin molestarse en pedir permiso. Ni preguntarle al menos por su nombre... Nop, metían mano y punto.

Vuelve con V, pedazo de capullo.

Se acercó a la barra para pedirse otro Lag cuando la vio. Una mujer que parecía sacada directamente de uno de los dibujos de Victoria Frances.

Pelo negro, ojos burdeos, lentillas seguramente, un corsé que le hacia un escote de vértigo, una faldita ajustada y tacones Iron Fist de por lo menos 13 cm. La miro de arriba a abajo y mira tú por dónde su polla presto atención esta vez con un hola-estoy-aquí-haz-conmigo-lo-que-quieras.

La mujer lo pillo mirándola y Butch casi se sonrojo. Con un contoneo de caderas la mujer se acercó a él, sonriendo tímidamente.

- Hola.

- Hey nena.

Se acercó a él para hablarle ya que con esta música infernal no había otra manera.

- Pareces tan fuera de lugar como yo.

Butch aspiro su olor y su polla se puso más dura aun. Bingo, esta mujer era justo lo que necesitaba.

- ¿Pues qué me dices si te sugiero que nos vayamos a un sitio más apropiado?

Como mi cama. O la tuya.

La chica asintió y Butch la miro a los ojos. Desde luego que no parecían lentillas, pero ese color rojo no era natural...

Le agarro de la mano y tiro de él para que la siguiera a través de la multitud, hacia la salida. Cuando por fin salieron, la chica le sonreía. Le parecía extrañamente familiar, pero seguro que era porque la habría visto alguna que otra vez en el club de las sombras.

- Hola.

- Hola preciosa.

- Me llamo Lori.

- Yo soy Bu... Brian.

- Encantada Brian. ¿A dónde me vas a llevar?

- Buena pregunta. ¿Qué te parece si nos montamos en mi Escalade y lo decidimos sobre la marcha?

- Suena bien... aunque no debería de irme con un extraño.

Le sonreía de manera coqueta y de nuevo Butch pensó que esta chica era justo lo que necesitaba.

- No soy un extraño nena. Soy Brian.

Lori soltó una risita y por un momento Butch se pregunto qué tipo de drogas se había tomado. Habiéndola conocido en el Iron Mask... a saber. Decidió que le daba igual. Solo sería un polvo, para aclararse las ideas, para asegurarse que él era un tío al que le iban las tías. Después de eso, no la volvería a ver.

- ¿Brian?

- ¿Si nena?

- Tengo un secreto.

- ¿A si?

- Si.

- ¿Y cuál es?

Soltó otra risita de las suyas y se mordió el labio inferior, mostrando claramente unos largos colmillos.

- Que tengo mucha, pero que mucha sed.