jueves, 12 de septiembre de 2013

Lover Embraced - Capítulo 32

John iba a morir si ella no despertaba pronto. Había dejado de retorcerse hacia horas, y ahora solo dormía, su cuerpo recuperándose. Él se había quedado por si acaso la transición no había terminado y ella necesitaba más de su sangre.
Qhuinn y Layla estaban aún en la habitación, mirando a su hija, ambos exhaustos y preocupados.  Blay y Xcor esperaban fuera de la habitación, por si sus parejas necesitaban algo.
Miró a Qhuinn que le asintió. Hablo en el lenguaje de signos para no despertar a Jhade.
- Gracias.
- No hay de qué.
Su atención volvió a la cama al notar como Jhade temblaba levemente. Rápidamente se mordió la muñeca que ya tenía en carne viva, preparado para alimentarla de nuevo.
Cuando lo había probado por primera vez y había gemido, se había puesto duro instantáneamente. Entonces había empezado la peor parte de la transición y se había vuelto loco por la preocupación. No estaba seguro del porqué, pero no podía perderla.
- Creo que es solo un temblor.
Layla estaba pálida y se agarraba el abultado vientre con cariño.
- Si creo que es solo eso. Layla, por que no sales con Xcor y volvéis a vuestra habitación. Jhade está bien, ha sobrevivido a lo peor y tú necesitas descansar.
Realmente debía de estar agotada ya que en vez de luchar, simplemente asintió.
Qhuinn la ayudó a levantarse y ella fue hacia la cama, donde el aun tenia a Jhade en la curva protectora de sus brazos. Le habló en el lenguaje antiguo.
- Gracias por cuidar a mi primogénita durante su transición. Ella es sangre de mi sangre y estaré en deuda contigo siempre. Pídeme lo que sea, y lo que yo pueda hacer, cuando yo pueda hacerlo, lo hare. Ese es mi juramento hacia ti, Tehrror, guerrero de la Hermandad de la Daga Negra.
Whoa.
Parpadeó como un tonto cuando ella beso su mejilla y dio otro en el aire, hacia Jhade, sabiendo que estaba demasiado sensible para cualquier caricia.
La puerta se cerró detrás de ella y él se quedó con Qhuinn en un silencio incomodo, esperando a… realmente nada, ya que Jhade dormía profundamente, ningún temblor atravesando su delicado cuerpo.
- Gracias tío. Te debo una.
Las palabras de Qhuinn eran apenas un susurro, pero él las oyó alto y claro. Asintió, sintiéndose peor que mal ya que para el realmente había sido un placer, y estaba deseando volver a alimentarla. Aun sabiendo que eso jamás pasaría.


*-*-*

Unas horas después, él y Qhuinn salieron de la habitación, y Blay se levantó rápidamente.
- ¿Ella está bien?
- Sí. John la ha alimentado, y está bien.
Abrazo a su Hellren antes de girarse hasta John.
- ¿Te quedaras? ¿Por si necesita alimentarse otra vez?
Asintió mientras fueron hacia sus habitaciones. Qhuinn y Blay desaparecieron en la suya y el entro en la que había sido la de él. Se apoyó contra la puerta, frotándose la cara con las dos manos, oliéndola a ella por todo su cuerpo.
Mierda.
Necesitaba quitarse su olor de encima. Rápidamente se desnudó y camino hacia su cuarto de baño. Su polla dolía, había estado duro solo por tenerla en sus brazos. Intentó ignorarlo lo mejor que pudo mientras se metía debajo del chorro de agua caliente.
No hubo suerte.
Su mente volvió a aquel día hacia 4 meses, cuando estuvieron juntos. Agarro el jabón, enfadado con sigo mismo por tan siquiera permitirse pensar en ello. Se enjabonó frustrado.
Brazos. Jabón, espuma, jabón.
Piernas, pectorales, abdominales. Jabón, espuma, jabón.
Miro la gruesa longitud de su polla y gruño en silencio. Igual si se encargaba del problema 3 o 4 veces, la bestia se calmaría un poco. Lo suficiente para dejarle dormir.
Se agarró y empezó a mover la mano, bombeando arriba y abajo. Jadeó y se apoyó con un brazo en la baldosa resbaladiza, dejando que el agua cayera a su alrededor. Su mente conjuro a Jhade mientras tenía un orgasmo y hubiese jurado que ella estaba en la habitación ya que el intenso olor de su excitación llenaba sus sentidos.

- ¿John?

No hay comentarios:

Publicar un comentario