Unos minutos más tarde,
todos estaban reunidos en la oficina de Wrath.
- Os he mandado a
llamar porque hemos detectado movimiento en la antigua casa de Stan. Las
cámaras que instalo V han grabado a dos antis en la propiedad. No hicieron
nada, simplemente entraron, miraron y se largaron. Ahora bien, antes de mandar
a investigar, Blay ha recordado algo que quiere compartir con nosotros.
Adelante Blay.
- Si eh… cuando estuve luchando
aquella noche, estaba buscando a más antis y escuche a varios de ellos hablar
de Stan. Por lo que pude entender, el piensa que nuestro descanso se debe a que
estamos planeando algo y ha mandado a los antis a que intenten secuestrar a un
hermano y lo lleven a su casa en Manhattan para averiguar algo.
- ¿Manhattan? ¿Estás
seguro, hijo?
- Si, recuerdo que
comentaron algo sobre el barrio Caldwell Park.
Rhage silbó.
- Es un barrio de ricos
y pijos. No exactamente territorio de antis, pero hay pocas casas. Aunque
tendremos que investigarlas una por una.
- Yo puedo ayudar.
La voz de Kihara hizo
que todos giraran la cabeza hacia ella. Aunque John no quería que se metiera en
cosas de la hermandad, Wrath sí que la dejaba, ya que al ser la abogada oficial
de la hermandad, se terminaría enterando de las cosas tarde o temprano. John no
la dejó ni hablar.
- No. Ni de coña.
- JM, escúchame.
Todavía tengo algo de sangre de Tohrture en mí.
El gruñido de John y el
frio que lleno la alertó de que realmente no debía recordárselo.
- Escucha. Stan es… era, su padre. Igual
puedo, no se… sentirlo de alguna manera. Así sin más no. No puedo sentirlo. Pero
igual si estoy en el mismo barrio…
John negó con la
cabeza, pero el Rey asintió.
- Es una buena idea,
sobre todo si funciona. No correrá peligro. Iremos en choche, ella estará
protegida en todo momento. Damos una vuelta por el barrio, y si ella siente su
presencia, la traemos de vuelta mientras vamos a investigar.
John siguió negando.
- No me gusta, si le
pasa algo… la última vez…
- Tú puedes ir con
ella. Protegerla. Y te puedes llevar a tres…
John suspiró resignado.
- Qhuinn, Blay y V.
- Hecho. Iréis esta
misma noche.
Blay suspiró, al menos
tendría la oportunidad de ayudar en la investigación. Después de la reunión,
había ido hacia Wrath para disculparse por no haberse acordado antes, pero el
rey, comprensivo como siempre, había dicho que no era su culpa y que tarde o temprano
cazarían a Stan, de una manera u otra. No se sintió mejor por ello.
Junto a Qhuinn se
reunió con John y Vishous para idear un plan. Sabía que Qhuinn estaba
preocupado por él, pero no quería hablar del tema, se sentía demasiado
culpable. Si Stan hubiese conseguido secuestrar a un hermano, jamás se lo
perdonaría. Tenía que arreglar esto de alguna manera, no podían perder a Stan
otra vez.
Esa noche, los cuatro
se desmaterializaron justo en las afueras de Caldwell Park, Manhattan. Vishous
los esperaba allí con un coche que había alquilado un poco antes. Con cuidado,
observaron los alrededores, y cuando estuvieron seguros de que no había ninguna
amenaza cerca, se montaron todos en el coche. Qhuinn al volante con Blay a su
lado, Kihara en la parte de atrás con John a un lado y Vishous en el otro. El
coche era de lujo, un 4x4 que era normal tener en un barrio como este, así que
el guardia de seguridad, los dejo pasar sin problemas, seguramente pensando que
venían a visitar a unos amigos. Circularon por el barrio mientras Kihara
intentaba concentrarse. Todo parecía tan normal…
Blay no podía creer que
alguna de estas casas, o más bien mansiones, escondieran a la mayor amenaza de
su raza. Estaba deseando pillarlo y acabar con el de una vez por todas, para
que todos pudieran vivir tranquilos. Llevaban circulando como media hora cuando
Kihara jadeo asustada y se tensó.
- Esta cerca.
Miró las casas que
había alrededor y cerró los ojos, intentado concentrarse mejor. Señalo a la que
tenían justo delante, al final de una de las calles del barrio.
- Es esa. Está ahí.
- Estas segura tahlly?
- Sí. Es ahí. Sácame de
aquí por favor.
Qhuinn maniobró el
coche con destreza para alejarse de allí, mientras Vishous hacia una llamada.
- ¿Mi Rey? Lo tenemos.
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