domingo, 18 de agosto de 2013

Lover Reconciled - Capítulo 21

Blay frunció el ceño, intentando concentrarse. Hacia varios días desde la ceremonia de emparejamiento y Qhuinn dormía a su lado, completamente exhausto. Él también estaba cansado, pero por mucho que lo intentara, no lograba dormir. La sensación de que se le había olvidado algo, algo importante, cada vez era más intensa. Quiso levantarse y hacer algo, pero el brazo de Qhuinn alrededor de su cintura, se lo impedía. Tampoco es que pudiera salir de la habitación, siendo el Ahstrux Nohtrum de Qhuinn, no podía alejarse de su lado, lo cual obviamente no era ningún problema.

- Estas pensando demasiado.

La voz ronca y dormida de Qhuinn lo sacó de sus pensamientos.

- Te lo he dicho, cuando dejes de pensar tanto en ello, te acordaras de lo que sea que hayas olvidado.
- ¿Ah sí? ¿Y desde cuando eres tu tan listo?

Qhuinn sonrió sin abrir los ojos.

- Desde siempre. Anda vente a la cama.
- Ya estoy en la cama.
- Pues vente más cerca.

Qhuinn lo atrajó más hacia él y buscó sus labios. Podía notar su erección presionándole en la cadera.

- Eres insaciable.
- Tú me haces insaciable. Además, nuestra luna de miel aún no ha terminado, Wrath nos dio una semana.

Qhuinn se apretó más contra Blay y sintió como este respondía, fundiéndose en el abrazo. Si, Wrath les había dado una semana para disfrutar el uno del otro, pero no le gustaba nada la frustración que sentía Blay al no poder acordarse de ese algo. La desesperación que sentía se notaba hasta a la hora de hacer el amor, haciéndose cada vez más salvaje. Qhuinn tenía el cuello en carne viva como prueba de ello. Gracias a la Virgen Escriba que curaba rápido. Abrazó a Blay con fuerza y pasó su mano por la cicatriz con su nombre. Joder, como han cambiado las cosas, pensó. Cuando antes sentía vergüenza y no se sentía digno del amor de Blay, ahora sentía orgullo y honor de poder ser el hellren de este macho de valía. Dejo de pensar cuando Blay lo empujó hacia atrás en el colchón y comenzó a besar su cuerpo, cada vez más abajo, hasta que llego a su durísima polla. El piercing que tenía ahí parecía fascinar a Blay, y le encantaba jugar con el hasta que Qhuinn perdía el control. Y la cordura. Antes de que Blay pudiera empezar esa placentera tortura, sonó el teléfono, haciendo que los dos gruñeran a la vez. Qhuinn extendió el brazo y respondió.

- ¡Que!
- Oficina de Wrath en 10 minutos, tenemos noticias sobre Stan.

Blay lo escuchó todo y en cuanto mencionaron el nombre de Stan, fue como si se abriera un dique dentro de su cabeza, haciendo que los recuerdos volvieran a él de inmediato. ¡Eso era lo que se le había olvidado! Tenía que hablar con Wrath ahora mismo. Se puso el primer pantalón que encontró tirado por el suelo, obviamente era uno de Qhuinn, y sin molestarse en ponerse una camisa, salió corriendo de la habitación, dejando atrás a un Qhuinn sorprendido.

- Wrath, mi Reylo sé, me he acordado yo
- Tranquilo hijo. Respira. Le dije a V 10 minutos, tienes tiempo de vestirte.
- No es eso, no entiende. Yo sé dónde está Stan.
- Explícate. Espera, no. Vete a vestirte y ahora nos lo explicas a todos.

Blay volvió rápidamente a la habitación donde Qhuinn lo esperaba extrañado. Blay tenía el semblante demasiado serio.

- ¿Todo bien, nallum?
- Sí.
- Blay
- Me he acordado de todo. Y tengo que contárselo a la hermandad. Es importante, así que date prisa.
- ¿De qué se trata?
- No hay tiempo, ahora te enterarás. Vamos.

En el tiempo que habían estado hablando, Blay ya había terminado de vestirse y esperaba impaciente a que Qhuinn hiciera lo mismo.

- Blay, hellren mío. Háblame.

- Es algo importante vale, y me siento estúpido por no haberme acordado antes. Ya podíamos haber atrapado a Stan si mi memoria no me hubiese fallado. Ahora por mi culpa, igual es demasiado tarde.

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