viernes, 16 de agosto de 2013

Lover Reconciled - Capítulo 20


- ¡Yo!

Sin levantarse del suelo, Qhuinn se quitó el cinturón enjoyado y la camisa, desnudando su ancha espalda. A su lado, Blay se levantó del suelo, mirándolo con amor. Qhuinn le sonrió, y vio como Fritz se acercó con un cuenco lleno de sal, y otro de agua. Wrath se posiciono detrás de él, daga en mano. Qhuinn sabía que esto iba a doler, pero por Blay, estaba dispuesto a sufrir lo que fuera. Tener el nombre de su Hellren en la espalda era un orgullo.

- ¿Cómo se llama tu Hellren?

- ¡Se llama Blaylock!

Wrath no tardó mucho en grabar la B en el lenguaje antiguo, en su espalda. Todos los demás hermanos le siguieron, y el ultimo, su mejor amigo, John

- ¿Cuál es el nombre de tu Hellren?

- ¡Se llama Blaylock!

Qhuinn sonrió durante todo el proceso, sabiendo que a pesar del dolor, al final su piel mostraría el nombre de la persona más importante en su vida. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? ¡Mío!

Wrath mezclo la sal y el agua y cubrió los cortes con la mezcla, haciendo que las heridas frescas escocieran como mil demonios. Se mareó un poco, pero permaneció erguido sin mostrar debilidad. Los hermanos soltaron un grito de guerra, mostrando su aprobación y Vishous secó las marcas con un trozo de lino blanco. Como mandaba la tradición, la coloco dentro de una caja negra y se la dio a Qhuinn. Lleno de orgullo, quiso acercarse a Blay para ofrecérsela, pero Vishous lo detuvo.

- Primero grabamos la espalda de tu chico, verdad.

Qhuinn asintió y vio emocionado como Blay se arrodillaba justo donde había estado el hacia un momento. Joder, se suponía que él era el tipo duro, y sin embargo sentía la necesidad de ponerse a llorar como una nenaza.

 
- ¿Cuál es el nombre de tu Hellren?

- ¡Se llama Qhuinn!

Blay sintió las marcas que le estaban haciendo en la espalda y lo lleno una sensación de humildad. Se sentía tan bendecido por este momento que no sentía ni el dolor. Cuando salió a luchar solo aquella noche, solo había querido escapar y huir de Qhuinn, dejar de sufrir. Y sin embargo, aquella estupidez era lo que les había unido al fin. Estaba tan agradecido Los hermanos terminaron de grabar el nombre de Qhuinn sin que apenas se diera cuenta y contuvo un jadeo al sentir como la sal entraba en contacto con las heridas abiertas. Levanto la vista hacia Qhuinn que tenía su caja apretada contra el pecho y lo miraba con orgullo. Un grito de guerra idéntico al que los hermanos habían soltado antes, resonó por toda la mansión. Las manos de Vishous se movían con suavidad mientras secaba el nombre de Qhuinn de su espalda. Al momento Vishous le entrego su caja negra y Blay se levantó. Fue hacia Qhuinn que extendía su caja delante de él, ofreciéndosela para que el la aceptara o rechazara. Por supuesto Blay acepto la caja, mostrando a todos, que así, lo aceptaba a él.

 

Qhuinn suspiró aliviado cuando Blay cogió su caja y aunque pudiera parecer una muestra de debilidad, una lagrima rodo por su mejilla. A la mierda, que pensaran lo que quisieran. Por fin alguien lo aceptaba tal y como era, con sus ojos diferentes y todo. Tenía derecho a soltar una puta lágrima. O dos. Blay puso la caja de Qhuinn en la mesa con cuidado, para poder ofrecerle la suya, que Qhuinn aceptó de inmediato. Los hermanos comenzaron a aplaudir y silbar y Blay se acercó a él, secándole las lágrimas de sus mejillas con los pulgares y atrayéndolo hacia el para besarlo apasionadamente.

- Te quiero Hellren.

Qhuinn sonrió, por fin Blay lo había llamado otra cosa que no era su nombre.

- Y yo a ti nallum.

Los padres de Blay se acercaron para darles la enhorabuena y Wrath los invitó a quedarse para la cena que Fritz había preparado para celebrar. Cenaron todos juntos y el ambiente era tranquilo aunque festivo. Qhuinn estaba deseando llevarse a Blay a su habitación, pero por respeto hacia sus padres, no podía hacerlo aun.

Varias horas después, los padres de Blay se prepararon para marcharse, dándoles las gracias a Wrath y los hermanos, por permitirles presenciar la ceremonia de emparejamiento de su hijo. Emocionada, la madre de Blay se acercó a Qhuinn, abrazándolo con fuerza.

- Gracias Qhuinn, por hacer tan feliz a nuestro hijo. Cuídalo bien, y deja que el cuide también de ti.

Qhuinn asintió y vio como el padre de Blay se acercaba, sorprendiéndole con un abrazo.
 
- Bienvenido a la familia, hijo.

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