jueves, 1 de agosto de 2013

Lover Reconciled - Capítulo 10


- Tío ¿dónde estáis? V tiene que haceros los tatuajes ya, y se está impacientando.
- Ya John. Es que Blay se nos ha puesto tímido de repente. Le da vergüenza cambiarse delante de mí.

Blay miró a Qhuinn desafiante mientras este le arqueaba una ceja como preguntando “¿a qué esperas?. Pues muy bien Se arrancó la bata del hospital. Que Qhuinn lo viera desnudo, si eso era lo que quería. Que viera lo duro que estaba. Y que viera lo que nunca iba a tener. Porque Blay estaba decidido. Cuando Qhuinn tonteara y ligara con alguien en el ZeroSum, el haría exactamente lo mismo.

 
Qhuinn no estaba prestando atención a lo que le decía John. Estaba demasiado ocupado comiéndose a Blay con la mirada. Había estado duro solo de pensar que Blay se cambiaría delante de él, pero ahora que lo tenía delante, y desnudo, su erección llego a un punto doloroso. Quería arrodillarse y mostrarle a Blay lo mucho que había cambiado, pero Blay se vistió rápidamente, bloqueando ese cuerpo perfecto de su vista hambrienta.

- Eh John. Luego hablamos.

Colgó sin más, ya hablarían más tarde. Necesitaba saborear a Blay. Desde que despertó, no había podido besarle como había estado haciendo todas las mañanas y noches, y se moría por un beso. Lentamente acorto la distancia que había entre ellos. Blay lo miró, pero no lo detuvo, ni dijo nada, aunque lo miraba sospechoso. Qhuinn se pegó a él y le puso una mano sobre la cintura, mientras que la otra la llevo a su cuello, acariciándole la mandíbula. Inclinó la cabeza para besarle, pero dos fuertes manos se posaron sobre su pecho, deteniéndole, y separándolos. Qhuinn quiso gritar de frustración cuando Blay se soltó y caminó hacia la puerta como si nada.

- ¿Nos vamos?


Blay temblaba por dentro. Qhuinn había estado a punto de besarlo. Y él había necesitado toda su fuerza de voluntad para detenerlo y fingir indiferencia. Pero ahora estaban en el Hummer y sentía el calor que irradiaba el cuerpo de Qhuinn a su lado. Y su olor lo estaba volviendo loco, y le encantaba. Qhuinn siempre olía tan maravillosamente masculino Lo miró de reojo mientras conducía el Hummer, y hasta eso lo hacía de una manera sexy. Cada vez que cambiaba de marcha, los músculos de sus piernas se movían en consecuencia, haciendo que Blay se le quedara mirando embobado. Ugh ¡despierta Blay!  Recuerda que esto es un círculo vicioso. Hoy te ha querido besar pero mañana pasara de ti. Concéntrate en ser un buen Ahstrux Nohtrum y punto.

- ¿Te gusta lo que ves?

La sonrisa arrogante de Qhuinn le hizo sonrojarse mientras había estado pensando en concentrarse, había seguido con su mirada fija en el cuerpo de Qhuinn. Ignoró el sentimiento de tierra trágame y se alegró cuando vio que estaban llegando a la mansión de la hermandad. Hogar dulce hogar.


Qhuinn entró en la mansión contento. Había pillado a Blay observándole y no era tan indiferente como quería hacerle pensar. Saludaron a todos los Hermanos que dieron la bienvenida a Blay. Vishous se les acercó.

- Chicos, vamos a haceros unos tatuajes ¿verdad?

Qhuinn se acordó de que Blay aun no sabía nada y este se había extrañado ante el uso del plural de Vishous. Bueno, ya no iba a decir nada, se iba a enterar muy pronto.

- Venga Blay. Tu primero.

Vishous abrió su caja de tatuajes y sacaba una pistola de tatuar, y Blay se quedó quieto, esperando órdenes ya que no sabía dónde iría el tatuaje.

Qhuinn frunció el ceño, mientras Vishous enchufó el cable y se puso dos guantes negros de látex que chasquearon cuando los soltó sobre la piel. Sobre la mesita, abrió un tarrito negro y uno rojo y uno más grande que contenía una solución transparente.

- Siéntate y mírame.

El Hermano sacó una tira de tela blanca y un pack estéril mientras Blay se sentaba delante de Vishous y se ponía las manos sobre las rodillas.

- Mira hacia arriba.

¿En la cara? Pensó Qhuinn cuando V limpió la parte alta de la mejilla izquierda de Blay.

Blay no se movió. Ni siquiera cuando le acercó la aguja zumbona. Qhuinn intentó ver que estaba dibujando y no lo logró. Era extraño que se estuviera utilizando el color rojo. Había oído decir que el negro era el único color permitido...

Santa... mierda, pensó cuando V se apartó.

Era una sola lágrima roja perfilada de negro.

Wrath habló.

- Simboliza que estás dispuesto a derramar tu propia sangre por Qhuinn. También permite que todo el mundo sepa, sin lugar a dudas, cuál es tu posición. Si Qhuinn muere, será rellenada de tinta negra, significando que serviste honorablemente a alguien de influencia. Si no fue así, será marcada con una X para demostrar tu vergüenza ante la raza.

Blay se puso de pie y fue a mirarse al espejo. No dijo nada.

- Venga Qhuinn. Te toca.

La mirada acusatoria de Blay le hizo sentirse culpable.

- ¿Te vas a hacer un tatuaje?
- Sip.
- ¿Y que te vas a tatuar?
- Exactamente lo mismo que tú. Soy tu Ahstrux Nohtrum Blay.

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