martes, 23 de julio de 2013

Lover Reconciled - Capítulo 4


- Blay ha salido a luchar.

Los hermanos lo miraron como si estuviera loco.

- Qhuinn, estas borracho, vete a dormir un rato ¿verdad?
- V, no me coge el teléfono, y su ropa de lucha, al igual que sus armas, han desaparecido.

Wrath lo miró detenidamente

- Todos tenéis órdenes de no luchar. Blay sería el último en desobedecerme.
- Mirad en su armario. No miento.
- ¿Estás seguro que era su armario en el que estabas mirando? Has bebido mucho y
- Estoy seguro. Blay no está.

Wrath miró a Vishous.

- Localiza el GPS de su móvil. Vamos a buscarlo.

Vishous se sentó en sus cuatro juguetes y localizo el GPS. Aunque estuviera apagado, sabría dónde encontrarlo. Miró a los hermanos con preocupación.

- Esta en la zona donde detectamos el incremento en actividad de los antis.  

Vishous y Qhuinn se desmaterializaron al lugar donde les indicaba el GPS.

- Ahí está el móvil.

Miraron a su alrededor. El lugar estaba lleno de antis muertos y charcos de sangre. Pero ni rastro de Blay. Qhuinn cerró los ojos. Si lo había perdido Ahora sabia como se había sentido John al no encontrar a Kihara. Intento concentrarse. Se había alimentado de Blay hacia unas semanas así que técnicamente debería de ser capaz de sentirlo y encontrarlo. Sin embargo, la cantidad de alcohol en su sangre evitaba que pudiera hacerlo, ya que bloqueaba sus sentidos. Vishous llamó a Wrath. Necesitaban limpiar esta mierda y les hacía falta un coche. Por si acaso. Rhage y Butch aparecieron poco después.

- Zsadist y Phury están de camino con el Escalade.
- Bien. Hay un rastro de sangre que acaba al final de esta calle. Es posible que sea de Blay. Si es así, ha perdido mucha sangre y tenemos que encontrarlo. Ya. Así que vamos.

Qhuinn se sentía como entumecido. Ya apenas notaba que estaba ebrio y sin embargo la cantidad de alcohol que había ingerido, permanecía en su sangre. La posibilidad de perder a Blay de no ver su cara, de no sentir sus besos había tanta sangre

- No puedo sentirlo V El alcohol

Nadie más que John sabía que se había alimentado de Blay y Vishous lo miró sorprendido, pero captó el significado.

- Tranquilo Qhuinn. Lo encontraremos.

Una hora más tarde seguían el rastro de sangre. Era difícil ya que desaparecía cada varios metros, para reaparecer pocos metros más adelante. ¿Cuánto había andado Blay? Solo, herido, perdiendo tanta sangre Agradecía que Vishous estuviera con él, ya que su cabeza daba vueltas y vueltas, sin poder pensar bien.

- Hay varios edificios donde ha podido entrar. Vamos a separarnos. Qhuinn, tu ve a ese edificio gris de ahí, Rhage entra en aquel

Qhuinn salió corriendo y no escucho a donde mandaba Vishous a los demás. Con cada segundo que pasaba, parecía que el bloqueo que tenía el alcohol sobre sus sentidos se levantaba y juraría que podía sentir a Blay cerca. Nada más entrar vio un gran rastro de sangre y se asomó a la puerta.

- Vishous. ¡Aquí!

Entró corriendo con el corazón a mil por hora. Blay estaba aquí, cada vez estaba más seguro. ¿Pero dónde?

- ¡Blay! ¿Dónde estás?

Subiendo las escaleras de dos en dos, llego al pasillo.

- ¡Blay!

Tumbado en un charco enorme de sangre, estaba el cuerpo de Blay. Pálido y con heridas por todo el cuerpo, apenas parecía respirar. A Qhuinn le temblaban las piernas. Se arrodilló en el charco de sangre, cerca de la cabeza de Blay y con cuidado, la apoyo sobre su regazo. Tenía el pulso demasiado débil.

- Lo siento. Lo siento.

Qhuinn le acariciaba el pelo con delicadeza mientas esperaba a Vishous. Vishous le curaría con su mano, y Blay volvería a estar bien. Vishous apareció en el pasillo y Qhuinn lo miró, sabiendo que tenía la cara llena de lágrimas.

- Sálvalo. Por favor.   

Unos minutos después, Vishous gritaba, frustrado.

- ¿Qué demonios pasa? ¿Por qué no funciona?

Fue Butch el que lo separó de Blay.

- V, está demasiado herido para que puedas curarlo. Tenemos que llevarlo a Havers cuanto antes. Vamos, el Escalade está fuera.

Con mucho cuidado, Qhuinn cogió en brazos a Blay, cosa que no era fácil, ya que era igual de grande que él. Estaba todo lleno de sangre, pero le daba igual. Tenían que llegar a la clínica de Havers cuanto antes.

Se sentó atrás con Blay mientras Vishous conducía. No sabía dónde estaban Zsadist y Phury, pero en este momento, le importaba más bien poco. No podía dejar de acariciarle el pelo y susurrarle lo mucho que lo sentía. Lo miró y vio que la ropa se le había pegado a las heridas ya que la sangre se le había secado. ¿Cuantas horas habría estado ahí tumbado, herido? Y todo por su culpa. Si no hubiese ido a buscarle al gimnasio la noche anterior, no se hubiese enfadado y no habría sentido la necesidad de salir solo. En contra de las órdenes de Wrath.
- Prepárate Qhuinn. Estamos llegando y Havers está esperándonos. Vamos a salvar la vida de tu chico.

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