Qhuinn estaba borracho.
Jodidamente borracho. Las tías no dejaban de sobarle y el no paraba de
mandarlas a la mierda. Hoy no tenía ganas ni de hacerlas sentir bien, que era
lo que habitualmente hacía. Así aunque no se acostara con ellas, se sentían
bien y lo dejaban en paz. “Hace mucho que no somos
mejores amigos”, “Dentro o fuera, tú decides”.
La pelea que había
tenido con Blay daba vueltas y vueltas en su cabeza. Llevaba dos horas en el
ZeroSum. Y las dos horas se las había pegado bebiendo y reviviendo lo que había
pasado. Sabía lo que Blay quería de él y él quería dárselo. Blay siempre había
sido más que su mejor amigo. John era su mejor amigo. Kihara empezaba a serlo.
Blay... Blay era mucho más. Ojala John estuviera aquí con él, pensó. Necesitaba
hablar con alguien. Mientras quitaba la mano de alguna chica de su entrepierna,
pidió otra copa de Herradura Suprema. Todavía no estaba lo suficientemente
borracho.
Blay se sentía como si
estuviera colocado. Nunca había tomado drogas, pero si lo hiciera, seguro que
esto era lo que se sentía. Euforia, excitación y adrenalina le recorrían las
venas mientras mataba al siguiente anti que se encontraba. Ya iban tres y no
podía parar. El polígono donde habían luchado contra los antis hacia algunas
semanas era como un criadero, era el lugar perfecto ya que no paraban de salir.
Sabía que tenía que volver o pedir refuerzos. Pero se sentía demasiado seguro
de sí mismo para hacer ninguna de las dos cosas. Los antis venían uno detrás de
otro, casi dándole la oportunidad a Blay de recuperarse antes de que apareciera
el siguiente. Al cabo de un rato, en vez de uno, comenzaron a salir de dos en
dos. Blay sonrío, esto se ponía cada vez más interesante. Luchó enloquecido,
dejando que toda su frustración se transformara en energía. Con unas patadas
bien dadas, incapacito a los antis y con su daga, acabo con los dos. Esperó y
esperó pero no salieron más. Decepcionado, decidió darse un paseo. Necesitaba
matar a más antis. Necesitaba olvidarse de Qhuinn.
Qhuinn notó un golpe
seco en la espalda y se tensó, preparado para luchar.
- Eh tranquilo chico.
Solo somos nosotros.
Vishous y Butch.
Genial. Justo lo que necesitaba.
- ¿Qué queréis?
- Tenemos que irnos a
la mansión. Hemos detectado una actividad incrementada de antis en los
alrededores y puesto que Wrath ha decretado que no podemos luchar... tenemos
que irnos. Antes de que te metas en un lío.
- No voy a luchar. Solo
a seguir bebiendo. Podéis iros.
En vez de eso, los
hermanos se sentaron uno a cada lado. Qhuinn suspiró. Los ignoraría. Aunque
sentía curiosidad. Miró de uno a otro y no se pudo quedar callado.
- ¿Cómo que andáis
juntos de nuevo?
Butch carraspeó y pidió
una copa para él y otra para Vishous.
- Somos amigos Qhuinn.
Los amigos tenemos que estar unidos. Y más en un mundo como el nuestro.
Qhuinn miró a Butch.
- ¿Y qué pasa cuando
una persona es más que un amigo? ¿Que se supone que hay que hacer entonces?
Blay cada vez estaba
más frustrado, ¿dónde se habían metido todos los antis? Llevaba un rato
buscando y nada. La herida que tenía en el muslo no paraba de sangrar, pero
necesitaba matar algunos antis más antes de volver a casa. Además Qhuinn
todavía no habría vuelto y no quería volver a la mansión para imaginarse dónde
andaba. O con quién. Un suave murmullo lo hizo detenerse y ponerse en alerta.
Antis. Se acercó lo más que pudo para poder escuchar y observar.
- ¿Dónde están los
demás?
- Es igual, ya se lo
contareis. Escuchad. Stan piensa que la ausencia de ataques por parte de la
Hermandad es debido a que están planeando algo. Algo grande.
¡Stan! Blay
prestó más atención. Le habían perdido la pista al creador de los antis, pero
igual esta noche podía averiguar algo sobre su paradero.
- ¿Qué están planeando?
- Eso es lo que tenemos
que averiguar. Quiere que capturemos a un hermano para interrogarle. Lo
llevaremos a la casa que tiene en Manhattan y el hará lo demás.
¡Manhattan, eso estaba
en Nueva York! El hijo de puta no se había ido tan lejos después de todo. Tenía
que desmaterializarse para contarle todo lo que había escuchado a Wrath y los
demás hermanos. Pero antes de que pudiera hacerlo, sintió una patada en la
espalda que lo tiro al suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario