Qhuinn arrastró a Blay hacia la cama sin dejar de
besarlo. Estaba insaciable y necesitaba sentirlo en su boca ya. Le desabrochó
los pantalones mientras Blay intentaba hacer lo mismo con los suyos. Qhuinn lo
esquivó, ya habría tiempo para eso en otro momento. Con cuidado de no penetrar
en la piel, Qhuinn paseó sus colmillos por la mandíbula y el cuello de Blay,
sin rozarle las heridas que le había hecho antes.
- Qhuinn… no puedo esperar más.
Sentía los temblores y escalofríos en la piel de
Blay y aunque le gustaba jugar así hasta tenerlo loco de deseo debajo de él,
sabía que no les quedaba demasiado tiempo.
Qhuinn siguió su camino hacia abajo mientras Blay se
retorcía jadeando, atrapado bajo su cuerpo.
Un fuerte aporreo en la puerta, los hizo quedarse
parados.
- ¡Blay! ¿Qhuinn está contigo?
La voz de Vishous sonaba impaciente.
Qhuinn negó con la cabeza, indicándole a Blay que
dijera que no.
- Sí. Esta aquí.
- Bien. Moved vuestros culos. Tenemos una pista.
¡Tenemos que irnos YA!
Sin una palabra, sin una mirada, los dos se
arreglaron la ropa rápidamente y salieron en busca de Vishous y los demás
hermanos.
John no paraba de dar vueltas en la cama. No había
logrado descansar nada y estaba deseando volver a la búsqueda de Kihara.
Necesitaba encontrarla, necesitaba abrazarla y saber que todo volvería a estar
bien. Dios, ¡como la echaba de menos! Estaba preocupado por cómo se tomaría lo
de ser familia de Vishous, sobre todo después de haber perdido a sus padres. Se
levantó de la cama, olvidando la idea de poder descansar. Hablaría con Wrath
para que lo dejara salir. No llamaría a sus amigos, ellos necesitaban el
descanso más que él. Salió al pasillo y vio a Vishous, que se dirigía hacia él.
- John, vámonos. Tenemos una pista.
- ¿Qué? ¿La habéis…?
- No. Pero quizás estemos más cerca. Vamos, te lo
cuento todo cuando lleguemos allí.
Antes de seguir a Vishous, John vio como Qhuinn y
Blay salían juntos de la habitación juntos. Ya se preocuparía por ellos más
tarde. Ahora tenia que encontrar a Kihara de una vez por todas.
Tohrture estaba disfrutando. Kihara estaba
enloquecida. La había hecho rabiar otra vez, haciéndola oler la sangre pero sin
dársela. Estaba seguro de que si la soltaba cerca de las casas de la glymera,
atacaría al primer vampiro que se le pusiera por delante. Su padre estaría
orgulloso de él.
Su teoría de alimentar a la humana con su sangre e
inyectársela, había funcionado mucho mejor que si lo hubiese hecho con la
máquina. Los humanos que habían intentado transformar antes eran demasiado
frágiles, y su sangre vampírica demasiado débil. Pero Kihara… Kihara era
especial. Esperaría un día más para asegurarse de que Kihara hacia lo que él
necesitaba para obtener por fin la aprobación de su padre. Estaba seguro que al
soltarla entre la glymera, aparecerían los hermanos. Y que ella pudiera con
ellos. Era fuerte. Si lograba que matara a alguno de los hermanos, su padre se
daría cuenta de que él tenía razón y no necesitaban las máquinas para crear un
ejército fuerte de antivamps.
Un ejército que acabara con todos los vampiros, para siempre.
Todos los hermanos se desmaterializaron a la entrada
de Main street, pero Vishous aún no le había dicho de que pista se trataba y
John se estaba impacientando por momentos. Podía ver a Rhage y Tohr más
adelante en la calle, cerca de un cajero.
- John escúchame.
John miró a Vishous para que este le dijera ya de
que se trataba.
- Han encontrado un rastro de sangre…
Antes de que Vishous pudiera terminar la frase, John
ya se había desmaterializado al lado de Rhage y Tohr. Inmediatamente el olor de
la sangre, le saturo los sentidos.
- Es de ella.
John miró frenéticamente a su alrededor. Kihara
tenía que estar cerca, ¿pero dónde?
Wrath se puso delante de él, y John sacó los
colmillos.
-Cuidado mi rey, este es un macho con un propósito.
Intuye que está cerca de ella y nada ni nadie lo va a detener ahora.
Wrath deshechó el aviso de Vishous y se dirigió de
nuevo a John.
- ¿Estás seguro John? ¿Estás seguro de que esa
sangre es de Kihara?
John asintió impaciente.
- Hijo, esa sangre no huele a sangre humana…
John agarró a Wrath empujándolo contra la pared.
- Es. Ella. He olido su sangre y la he probado. No
sé por qué no huele a sangre humana, pero me da igual sé que es de ella. Voy a
sacarla de donde quiera que este y me la voy a llevar a casa para
cuidarla. Si tienes algún problema con eso, me lo dices ahora y ya me busco yo
la vida.
- Tranquilo John. Todos queremos encontrarla.
John asintió de nuevo. Sus ojos estaban
completamente negros y sus colmillos completamente extendidos. Soltó a Wrath y Tohr
se le acercó.
- Creemos que esta en el almacén ese de en frente.
Hemos encontrado algunas gotas de sangre que van hacia allí.
Tohr lo agarró con fuerza antes de que John se
precipitara.
- El almacén está lleno, posiblemente de antis. En
el edificio hay una parte con pasillos que llevan a varias oficinas y
habitaciones vacías. Creemos que hay una pequeña posibilidad de que se
encuentre en alguna de ellas. El almacén esta reforzado con hierro así que no
podemos desmaterializarnos dentro.
John gruñó, quería entrar y quería entrar ya. Aunque
entendía la preocupación de Tohr y de Wrath, sabía que estaba cerca. Y si
estaba ahí dentro y rodeada de antis… A John ya no le quedaba paciencia para
esperar, pero temía por la seguridad de Kihara, así que respiró profundamente y
preguntó a Tohr.
- ¿Qué hacemos?
- Zsadist y Phury están preparados en la parte
trasera del almacén. En cuanto yo, Wrath y Rhage nos unamos a ellos, entraremos
nosotros por atrás y tú y los demás por la entrada delantera, esa que ves ahí.
Lucharemos contra lo que encontremos y yo y Wrath iremos a investigar en el
resto del edificio, por si encontramos algún rastro o alguna pista más.
- Yo la buscaré.
- John. Cuando la encontremos, si es que esta ahí
dentro, no sabemos en qué estado va a estar. No sabemos que le han podido
hacer…
- ¡Joder! Kihara es mi vida. Voy a buscarla yo. Y
cuando la encuentre y sepa quien la ha tenido separada de mí durante este
tiempo, lo mataré con mis propias manos. Y después de eso voy a dedicar mi vida
a cuidar de Kihara y a ayudarle a superar toda esta mierda. Ahora voy a entrar
ahí a recuperar a mi shellan ya que estamos perdiendo el tiempo discutiendo
tonterías.
Todos los hermanos asintieron emocionados y se
prepararon para entrar.
Vishous estaba preocupado por John. Tohr le había
dicho la verdad al decir que no sabían cómo se la encontrarían y no quería ni
pensar que pasaría si la habían convertido en una antivamp. Eso significaría que
sería su enemigo y perdería a su “hija” antes de apenas conocerla. Dejo de
pensar y se preparó para entrar en el almacén. El iría con John a buscar en
otras partes del almacén y rezó a la virgen escriba que se encontraran a Kihara
con vida. Entraron en el almacén todos a la vez, causando sorpresa en los
hombres que había dentro. Estos se recuperaron pronto y se prepararon para
luchar. Vishous recordó la lucha en el otro almacén, cuando dispararon a
Kihara. Ese estaba vacío, pero este estaba lleno de cajas y eso haría la lucha
un poco más complicada. Los antis atacaron primero y antes de que Vishous se
pudiera meter en la lucha, John lo arrastró hacia una puerta que estaba casi
oculta por unas cajas.
John no decía nada pero parecía saber a dónde iba.
Vishous lo siguió sin decir palabra. Estaban en un pasillo largo y desde aquí
no se escuchaba la lucha que había en el almacén. Todas las puertas del pasillo
estaban cerradas y aquí no parecía que hubiera movimiento. Con cuidado, John
iba abriendo cada puerta sin encontrar nada más que oficinas y más oficinas. De
repente un rugido salvaje sonó por todo el lugar, causándoles escalofríos a los
dos. Había sonado casi al final del pasillo. Se miraron y se dirigieron hacia
allí sin dudarlo un instante.
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