John buscó a Vishous por toda la casa y con ello alertó a los Hermanos de
que algo estaba a punto de pasar. Vishous entró por la puerta justo cuando John
bajaba las escaleras.
- Tu. Yo. Tumba. Ahora.
- Tranquilízate chico. ¿Quieres contarme de que va la cosa?
- Quiero un cohntehst. En la Tumba. Ahora.
Vishous sacó los colmillos pero Wrath se interpuso entre los dos.
- ¿Qué demonios te pasa John? No eres un Hermano y como sigas así, no
vas a ser un Hermano, nunca. No puedes proponer un cohntehst.
- No lo propongo. Lo exijo.
- ¿Y se puede saber por qué?
- Este - señalo a Vishous - se tiene que alejar de Kihara. Ella es mía.
Vishous vio a Butch acercarse a John con cara amenazadora.
- Butch no te acerques. Esto no va contigo. Venga John, vamos a hablar.
Vamos a la tumba.
Kihara paseó en su habitación de invitada. ¡Shellan de JM! No se lo
podía creer. Tenían tanto de que hablar. Si el no envejecía y ella sí, ¿cómo
podían estar juntos? También tenían que discutir lo de Vishous. Quería ir a su
habitación y buscar el anillo pero le había prometido a JM que lo esperaría
aquí.
Sonó su móvil y miró quien era. Al ver el número de la casa de sus padres
se alegró de la distracción.
- ¡Hola mama!
- Mama no está.
Esa voz inhumana le heló los huesos. Los gritos de su madre la asustaron
aún más.
- Hija, ¡no vengas!
- ¡Mama! ¿Dónde está mi madre? ¿Qué han hecho con ella?
- No, no. Aquí mando yo. Creo que deberías volver a casa. Mami y papi te
necesitan. No debiste meterte en nuestro mundo Kihara Dhinoris.
Kihara intentó hablar pero no la dejaron.
- Ah, y si puedes tráete a uno de esos seres asquerosos contigo. Pero solo
uno, que no los podemos desangrar a todos a la vez...
La risa malévola con la que el antivamp - o eso suponía - término la
llamada, la enfureció. ¿Qué le habían hecho esos cabrones a sus padres?
Necesitaba a la Hermandad y a pesar de la promesa que le había hecho a JM,
salió en busca de él.
Kihara comenzó a desesperarse. No había nadie en la casa más que los
doggen, y estos no le decían dónde estaban los hermanos. Entró en la cocina y
encontró a Fritz limpiando la encimera.
- Fritz gracias a Dios, ¿Dónde está JM?
- Señorita Dhinoris, el señor John está con los hermanos. Están ocupados
con cosas de la Hermandad, de las que no tiene que preocuparse usted.
Las lágrimas empezaron a brotar y el viejo doggen parecía incómodo.
- Necesito que me lleves a… déjalo. Ya voy yo.
Sin dejar a Fritz de hablar salió corriendo y encontró las llaves del
Escalade de V y Butch en el escritorio de los 4 juguetes. Salió disparada hacia
el patio donde estaba aparcado, ya que no tenía tiempo que perder. No estaba
acostumbrada a un coche tan grande así que se tuvo que hacer a él por el
camino, mientras llamaba uno por uno a todos los hermanos, que todos parecían
haberse puesto de acuerdo para apagar el móvil – JM ¿dónde estás? ¡Te necesito! – Les dejo a todos varios mensajes, esperando que los
escucharan antes de que fuera demasiado tarde.
- John, escúchame. Sí, es verdad que siento algo por tu chica, ¡pero no es
lo que tú crees! Ella es como una hermana pequeña para mí, además de que es mi rahlman. Me salvó la vida. Le debo mi vida.
- Ya. ¿Y por eso pasáis tanto tiempo juntos? ¿Por qué te salvo la vida?
John se abalanzó sobre V dándole de lleno en la mandíbula con su puño.
Ninguno de los hermanos interfirió, ya que sabían que V se había dejado pegar.
V tenía mucha más fuerza que John, todos sabían que si lo hubiese querido
detener, lo habría hecho.
Al ver que V se dejaba y no luchaba, la resolución de John de partirle la
cara del todo a Vishous, se estaba viniendo abajo. Llevaban un buen rato
hablando y si V quería a Kihara para sí, hubiese luchado en un cohntehst como
propuso John. Mientras Qhuinn y Blay lo sujetaban V le aseguraba una y otra vez
que no había nada entre él y Kihara. No quería pensar demasiado en eso. Si
realmente no había nada entre ellos, había tratado a Kihara peor de lo que
pensaba. Y ella lo había perdonado así sin más. ¡Hasta accedió a ser su
shellan!
- Solo es trabajo John.
La voz de V penetraba en su cerebro, haciéndole pensar que quizás estaba
equivocado después de todo.
- Todos luchamos contra un mismo enemigo. La chica es lista. Lo sabes. La
necesitamos. Anda ven…
Vishous se llevó a John a una esquina de la tumba, lejos de los hermanos,
donde no podían oírlos, pero si verlos.
- John, quiero a Kihara, pero como te dije antes no es como tú crees. La
respeto como tuya y jamás me metería entre los dos. Ella te quiere a ti, solo a
ti. Además, yo…
John vio la mirada de V dirigirse a la de Butch, que los observaba con los
ojos entrecerrados y los brazos cruzados.
- …digamos que mi corazón está ocupado por otra persona…
John miró de nuevo a Vishous y luego a Butch, hasta que por fin comprendió.
- Dios V… yo… yo…
- No es algo obvio… y no estabas pensando tú, era el macho vinculado dentro
de ti. Te aseguro que esa chica te quiere y jamás te traicionaría.
John asintió y soltó el aire en un largo soplido, sintiendo como se le
quitaba un gran peso de encima. A pesar de todo, Vishous siempre le había caído
bien. Volvieron hacia donde estaban los hermanos, que los observaban con
curiosidad. Delante de todos, le estrecho la mano a Vishous, que este acepto
sin más. Con una sonrisa tonta John miró a los hermanos.
- Bueno… ya que todo se ha aclarado ¿me ayudáis a hacer una ceremonia de
emparejamiento?
Todos los hermanos salieron de la tumba entre vítores y felicitaciones por
este acontecimiento. Lo que podía haber resultado en una tragedia, ahora era
motivo de alegría ya que esta era la primera ceremonia que celebraban en mucho
tiempo. Sin embargo, la alegría les duro poco. Cuando llegaron a la mansión,
Fritz les estaba esperando.
- Señores, la señorita Dhinoris se ha marchado.
Kihara llegó a casa de sus padres y ni se molestó en apagar el motor. No
sabía ni como había llegado ya que las lágrimas la habían cegado durante la
mayor parte del trayecto y no podía dejar de pensar en que se encontraría.
Salió corriendo hacia la casa y encontró la puerta de la casa medio abierta.
Sin pararse a pensar empujo y un fuerte olor metálico le penetro las fosas
nasales. Sabía que debía permanecer callada pero el miedo y los nervios
pudieron con ella.
- ¡Mama! ¡Papa! ¿Dónde estáis?
Recorrió la planta baja pero no encontró nada. Sin embargo cuando llegó a
la primera planta, el olor se hizo más intenso. Y cuando Kihara entró al
dormitorio de sus padres, vio que había llegado demasiado tarde. La cama estaba
saturada de sangre y los ojos sin vida de su padre, la miraban directamente.
- ¡Noooo! No…no…no
Estaba tan fijada en lo que tenía delante que no vio lo que vino por
detrás. De pronto le taparon los ojos y Kihara comenzó a gritar hasta que le
cubrieron la boca y se desmayó, aterrorizada.
John subió corriendo a la habitación donde había estado Kihara.
- ¡No, joder no! ¡Otra vez no!
Bajó de nuevo al vestíbulo donde Wrath seguía haciéndole preguntas a Fritz.
- La señorita Dhinoris me pregunto por el señor John y luego comentó que
necesitaba que la llevara a algún sitio.
- ¿A dónde?
- No lo sé mi Señor. Cogió las llaves del Escalade y se marchó.
- ¿V?
- El GPS. Estoy en ello.
John esperaba impaciente mientras V activaba el GPS desde el ordenador.
Miles de preguntas rondaban por su cabeza. ¿Por qué se había ido? ¿Qué había
pasado? Igual la había asustado preguntándole que fuera su Shellan…
- John. ¡John!
John miró la pantalla.
- ¿Conoces esta dirección?
- Es la casa de sus padres.
Sin perder el tiempo, John salió de la mansión y se desmaterializo justo al
lado del Escalade. Todos los Hermanos aparecieron segundos después. Incuso el
Rey.
- Dios no…. ¡Kihara!
Vishous lo detuvo.
- John, espera. No sabemos si es una trampa.
Todos habían visto el coche de V; puerta abierta con el motor encendido y
las llaves en el contacto. ¿Había salido ella sola o la habían sacado a la
fuerza? Podía oler las lágrimas de Kihara y John se estaba desesperando, ya que
no sabía si Kihara podía estar dentro de la casa. Todos podían oler la gran
cantidad de sangre, pero como era la casa de sus padres y había tanta, no podía
determinar si pertenecía a ella.
Después de encender los teléfonos, todos los hermanos vieron que habían
recibido varios mensajes de Kihara y después de escucharlos, se hacían una idea
que había podido ocurrir. Rhage y Butch
entraron para salir poco después con caras muy serias.
- Kihara no está ahí.
John se soltó de Vishous y entró, mirando por todas las habitaciones. Había
signos de lucha por toda la casa. Se habían llevado a Kihara...
Llego a la habitación de los padres y esperaba que Kihara no hubiese visto
a sus padres así.
- John.
- Hay que hacerles un entierro. Cuando encontremos a Kihara, tiene que
poder visitar la tumba de sus padres.
Su voz sonaba sorprendentemente calmada.
- John… sobre Kihara…
- Cuando la encuentre, los va a querer visitar.
John intuía que los antis se la habían llevado, pero ¿a dónde? Si tan solo
se hubiese alimentado de ella una sola vez…
Vishous vio como John se dejaba caer de rodillas. Sus hombros estaban
hundidos y parecía haber perdido la fuerza tan característica en él. El rugido
que le salió era el de un animal herido. Era el sonido de un macho que había
perdido a su hembra. Y por alguna razón inexplicable, Vishous quería
arrodillarse junto a John y soltar un rugido similar.
La casa estaba rodeada por mhis, así que no le preocupaba que lo
pudieran escuchar. Dejando a John con Qhuinn y Blay, Vishous decidió encargarse
de la petición de John. Tenía que organizar un entierro, y sabía exactamente
donde tendría lugar.
Kihara no sabía dónde estaba, esperaba que todo hubiese sido solo una
pesadilla, pero tenía los ojos vendados así que pronto perdió esa esperanza. Le
habían atado las manos y estaba sentada pero sin poder moverse. Escuchó pero no
oía nada por lo que comenzó a retorcerse, para intentar soltarse.
- ¡Estate quieta!
Eso la detuvo de inmediato.
- ¿D…dónde estoy? ¿Quién eres? ¿Por qué habéis matado a mis
padres?
El recuerdo de sus padres hizo que comenzara a sollozar.
- Cállate Kihara.
Intento tranquilizarse pero era difícil sabiendo que jamás volvería a ver a
sus padres. O a JM… oh Dios JM…Seguro
que la encontraba. Él no la dejaría de ir tan fácilmente. El vendría y la
protegería y… y seria su shellan. Con ese pensamiento intento
concentrarse. Necesitaba salir de aquí. Escuchó un movimiento a su derecha y
sin aviso le quitaron la venda que le tapaba los ojos. Parpadeo varias veces
para acostumbrarse a la luz, y luego parpadeo varias veces más ya que no
entendía lo que veía. Delante de ella, no había un anti… había un vampiro.
- Hola Kihara. Yo soy Tohrture.
:OOOOOOOO esto esta muy interesanteee jajaja espero que subas pronto capi :D
ResponderEliminarun saludoo
Srta. Morena
Esto no lo espperaba
ResponderEliminarFran