sábado, 1 de junio de 2013

Lover Recalled - Capítulo 1


-¡Un humano! ¡Ha hecho de mí un jodido humano! 


Vishous sonrió mientras veía a Butch pasearse por la habitación con un libro en una mano y un vaso de Lag en la otra. 

-Relájate poli, no es para tanto, ¿verdad? 

Butch lo miró incrédulo. 


- Pero tú… ¿lo has leído? – Sacudió la cabeza – No puedo desmaterializarme. Dependo de ti para sacar la maldad de dentro de mí, era humano… ¡es absurdo! 


Las carcajadas de Vishous resonaban hasta en el vestíbulo y Rhage asomo la cabeza para saber qué pasaba, mientras Butch no paraba de quejarse. 


- ¡Tengo más de doscientos años y en los libros me ha convertido en un crío de 35! 


Desenvolviendo un Toostie Pop de cereza, Rhage miró a su hermano.

 
- ¿Otra vez leyendo esas novelas románticas, Butch? 
- Vete a la mierda, Hollywood. 


Rhage sonrió de oreja a oreja. 


- Oh venga ya, ¿cuántas veces te los has leído? ¿Cinco? ¿Seis? Te gusta como escribe esa mujer, reconócelo. No pasa nada por estar en contacto con tu lado feme…. 


Agacho la cabeza rápidamente cuando Butch le lanzo el libro a la cabeza. 

Vishous los miraba mientras ponía los ojos en blanco, realmente eran como unos niños grandes. 
A todos les había afectado de una manera u otra que alguien hubiera sacado unos libros sobre ellos, aunque había tantas diferencias que casi ninguno prestaba demasiada atención. Sin embargo parecía que Butch era el que más ofendido se sentía y Rhage se metía con él cada vez que podía. 
Volvió la vista a las pantallas de sus Cuatro Juguetes para ver si el GPS mostraba alguna señal de movimiento. Nada. Abrió y cerró el puño de su mano enguantada. Se estaba inquietando, y eso no era nada bueno. 


- ¡¿Queréis callaros ya?! 


Los tres se volvieron para mirar a Phury que acababa de entrar, pasándose una mano por su espesa melena multicolor. 


- ¿Y a ti qué demonios te pasa? Estas peor que Butch, que ya es decir… 

Butch soltó un bufido mientras se rellenaba el vaso de Lagavulin. 


- Déjalo Hollywood, el hermano está sufriendo el síndrome pre-fertilidad y todos sabemos cómo se siente, ¿verdad? 


Las caras de comprensión de los hermanos lo decían todo. Al contrario que los humanos, en su especie eran los machos los que pasaban por el periodo de necesidad, una vez al año y aunque solo duraba unos días, las dos o tres semanas antes, los hermanos se volvían muy gruñones. Esto no impedía que tuvieran relaciones, gracias a la Virgen Escriba, pero si significaba que sus hembras solo podían quedar embarazadas en los días que los machos estaban fértiles. Y puesto que ninguno tenía Shellan, se tenían que buscar alternativas y pasar esos días lo mejor que podían. 
 
Zsadist entro en la habitación, seguido de John Matthew. Qhuinn y Blay les seguían un poco más lentos con cara de pocos amigos y magulladuras en la cara.

 
- ¿Qué coño os ha pasado? 


Butch se olvido de los libros y estaba en alerta al ver a los suyos heridos. Los chicos todavía no eran hermanos, pero luchaban bien, y todos los consideraban como iguales. 
Vishous se levanto para curarlos pero Zsadist levanto la mano para detenerlo. 

- V, déjalos ¿vale? 
- ¿Qué ha pasado? 
- Estábamos entrenando en el gimnasio cuando Zipi y Zape decidieron hacerse una remodelación facial el uno al otro. 

Dirigiéndose a ellos, V les pidió que se explicaran. Ninguno de los dos hablo, haciendo que V se empezara a enfadar. Miró a John, pero este levanto las manos. 

- A mi no me mires, no sé nada. 


Vishous sabía que estaba mintiendo pero la lealtad que estos tres amigos se tenían era impresionante, así que sabía que John no hablaría. 


- Muy bien. – Miró a Qhuinn y Blay y sonrió – No me queréis contar lo que ha pasado, de acuerdo, no es mi problema. Pero hasta que no habléis, no voy a curaros, así que os toca sufrir, ¿verdad? 

V volvió a sus Cuatro Juguetes mientras Qhuinn se acercó a la barra para echarse un vaso de Herradura. Se estremeció cuando el líquido entro en contacto con su labio partido y deseo que V los hubiese curado, pero no pensaba contarle nada. Ya era demasiado humillante que John y el hermano Zsadist los hubiesen tenido que separar. Se lamió el labio y se estremeció. Al no ser hermanos, no curaban tan rápido, y necesitaban a V más a menudo de lo que le gustaba. Claro que cuando la cosa era grave, V tenía que intervenir incluso con los hermanos, aunque después de curar una herida seria, V no podía desmaterializarse en 24 horas. Miró a Blay de reojo, viendo como la mandíbula de su mejor amigo se cubría con un enorme moratón. Moratón que él le había hecho. Joder, parecía que esto no tenia solución. Más que amigos parecían enemigos, y la hermandad no necesitaba esto ahora mismo. 


Alejándose de los demás se apoyo en la pared para tratar de relajarse antes de salir a luchar, pero estaba inquieto. La pelea con Blay lo había dejado más afectado de lo que pensaba. Volvió a mirar a Blay, que estaba en el lado opuesto hablando en voz baja con John. Al ver a sus dos mejores amigos tan cerca el uno del otro, Qhuinn sintió una especie de dolor en el pecho… ¿Celos? John tenía la mano en el hombro de Blay y Qhuinn no quería hacer otra cosa que ir hacia allí y quitársela para reemplazarla con la suya. En ese momento Blay levanto la vista hacia Qhuinn, que rápidamente la bajo hacia su vaso ya vacío. 

- Háblame Blay ¿Qué ha pasado entre tú y Qhuinn? 


Blay no desvió la vista de Qhuinn, observando detenidamente el labio partido y el ojo morado. Le dolía haber herido a Qhuinn, pero no podía más. Las insinuaciones de Qhuinn de que debía de buscarse un macho que lo quisiera de verdad le hicieron perder el control y abalanzarse sobre su amigo, queriendo meterle un poco de sentido común a hostias. La atracción que sentía el uno hacia el otro era obvia para todos, incluso para la autora de esos estúpidos libros. Sin embargo Qhuinn insistía en negarlo partiendo el corazón de Blay cada vez que lo hacía.

- Nada John, no ha pasado nada. 

Todos estaban tensos y al cabo de un rato Wrath entro en la sala con expresión seria, aumentando la tensión en el ambiente. Tohrment entro pisándole los talones también con el semblante grave. 


- ¿Sabemos algo más? 
- No mi señor. El Range Rover no se ha movido todavía. 


Wrath frunció el ceño. 

- ¡Mierda! Esto no me gusta, no me gusta nada. Tenemos a unos locos detrás de nosotros y no hay nada que podamos hacer. Tohr, mi hermano, ¿qué sabemos hasta ahora? 


Tohrment los miró a todos antes de hablar. 


- Se trata de una organización de criminales que se creen superiores a nosotros. Se hacen llamar ‘antivamps’. 


Qhuinn soltó un bufido, ganándose una mirada severa de Tohr. 


- Son humanos, pero son peligrosos, ya que están determinados en destruirnos. Creemos que quieren averiguar la forma de contrarrestar nuestras características físicas y así poder acabar con nuestra especie. Mientras averiguan como hacerlo, están secuestrando a los nuestros y a humanos inocentes para experimentar con ellos. Básicamente están tratando convertir a los nuestros en humanos, y a los humanos en vampiros. Aunque hasta el momento no parecen haber tenido éxito. 

Sonaron varios gruñidos. Esta situación los estaba agotando. No tenían pistas, no sabían dónde buscar y mientras tanto vampiros y humanos inocentes sufrían las consecuencias. 


- Encontramos el Range Rover gracias unos antivamps que estaban tratando de secuestrar a una chica humana, y V le puso un GPS que hasta ahora, como sabéis, no se ha movido. Así que haremos como todas las noches, buscaremos en grupo hasta encontrar algo. V, ayer curaste a Z, así que como no puedes desmaterializarte puedes ir en coche a ver qué encuentras. John, Qhuinn y Blay, os quiero en Caldwell sur,  Rhage y Butch, os toca Caldwell norte. Zsadist, Phury, ustedes en la zona este, y yo y Wrath, iremos a… 


Las alarmas que salieron de los Cuarto Juguetes pusieron a todos en alerta de inmediato. 


- ¿Hacia dónde va, V? 


V toco algunas teclas mientras todos estaban pendientes. 


- Se dirige a Tenth Street, pero hasta que no se detenga no os puedo decir más. 
- Cambio de planes. En cuanto sepamos donde se detiene el coche, yo, Phury y Z nos desmaterializaremos cerca, para poder ver qué ocurre. Será demasiado peligroso si aparecemos todos a la vez. En cuanto sepamos algo, os mandamos nuestras coordenadas, y aparecéis allí ¿entendido? 


Todos aceptaron las órdenes de Tohr sin poner objeciones. Sabían que él hacia lo mejor para la hermandad. 


- Que Phury y Z se queden aquí. Me voy contigo Tohr. 


Un siseo general se escucho tras el comentario de Wrath. 


- Con todos mis respetos señor, siendo el Rey, es muy arriesgado… 
- Tohr, he dicho que voy. Contigo. 
- Wrath… 
- ¡Maldita sea! – el puño de Wrath impacto con la pared más cercana. – Están secuestrando a mis civiles, Tohr. No me pidas que me quede aquí de brazos cruzados porque sabes que no lo haré. 


Resignado, Tohr asintió. 

- Que así sea. 

Media hora más tarde el vehículo se detuvo en un polígono abandonado al sur de la cuidad, Wrath y Tohr no tardaron más que unos segundos en desmaterializarse detrás de una de las naves cercanas. Con cuidado de no hacer ruido se asomaron a uno de los callejones, y lo que vieron los enfureció. Tohr detuvo al rey antes de que este se abalanzara sobre los hombres que estaban trasladando lo que parecía un cuerpo. 


- Espera Wrath. No sabemos cuántos mas puede haber dentro. Necesitamos refuerzos. 


El susurro de Tohr hizo que Wrath soltara un gruñido, pero asintió brevemente. Un instante después, los hombres se volvieron a meter en el Range Rover y se alejaron de la nave a toda prisa. Sacando su móvil, Tohr llamo a Vishous. 


- V, manda a Phury y Z a donde vaya el coche. Y que Rhage y Butch vengan aquí, tenemos que investigar esto. Te mando un mensaje con las coordenadas de nuestra localización. Tú quédate haciendo lo tuyo, los demás que esperen órdenes. 

Tohr mando el mensaje y unos segundos después aparecieron Rhage y Butch justo detrás de ellos. Explicándole brevemente lo que habían visto, se organizaron para entrar en la nave. Todo parecía estar tranquillo y si todo salía bien, podrían sacar de la nave al humano o vampiro que habían dejado allí los antivamps.

 Separándose en parejas, decidieron rodear el edificio para entrar tanto por delante como por detrás. El objetivo principal era encontrar al humano o vampiro que esos criminales habían traído hacia aquí, y después llevarse cualquier prueba que los pudiera incriminar. Partiendo la cerradura lo más silenciosamente que podía, Wrath abrió el portón de la nave. Fijándose en el portón trasero, vio a Butch y Rhage entrar y quedarse tan sorprendido como el y Tohr. La nave estaba completamente vacía. 

- Tiene que haber una entrada escondida.

Rhage se dedico a buscar en el suelo, mientras Butch y Tohr revisaban las paredes.

- ¡Aquí!

Wrath se agacho delante de lo que parecía una tapa en el suelo. Sacando sus armas, los hermanos se acercaron para abrirla. Con cuidado la levantaron y ante ellos apareció una escalera que no parecía tener fin. No se escuchaba nada, así que con cuidado comenzaron el descenso. La escalera acababa en un pasillo con varias puertas en ambas direcciones. Por debajo de una de las puertas se filtraba un poco de luz, por lo que decidieron entrar en esa habitación. Aprovechando el elemento de sorpresa, Butch pateo la puerta, abriéndola de golpe. Lo que vieron les revolvió el estomago, y eso que estaban acostumbrados a muchas cosas. Parecía un quirófano con dos mesas de metal en el centro y varias más contra la pared. En las mesas del centro había dos cuerpos y el antivamp que había estado "trabajando" sobre uno de los ellos, se sobresalto, pero recuperándose al instante saco un arma y disparo hacia la puerta donde estaban los hermanos. Los hermanos se tiraron hacia los lados. No sabían si las personas que había en las mesas estaban vivos, por lo que evitarían disparar en esa dirección.

Wrath se abalanzó sobre el antivamp quitándole el arma. Apretándolo contra el suelo, intento mirar a su alrededor.

- Tohr, dime que están vivos.
- Lo siento Wrath...

Soltando un gruñido de frustración, Wrath apretó el cuello del tipo que tenia debajo de el.

- Tohr llama a los chicos, que vengan con el Hummer. Necesitamos llevarnos los cuerpos y los ordenadores.

Apretando más fuerte Wrath se dirigió al antivamp.

- ¿Quién eres y qué estáis haciendo aquí?

El antivamp apenas podía respirar, y paso un rato luchando por respirar hasta que decidió hablar

- Yo...solo....sigo... órdenes.
- De. Quién.

Wrath saco su daga de la funda y la apretaba contra el cuello del antivamp, sacándole un hilo de sangre.

- Instituto Walt Carter, direct... Stan... Stan Edwards.

La daga de Wrath se inserto en el corazón del antivamp en el mismo momento que sonó un disparo desde la puerta.

- ¡Wrath!- este cayó hacia delante mientras Rhage y Butch disparaban contra el antivamp que sostenía el arma que le había herido en el costado.

John, Qhuinn y Blay entraron llenos de sangre.

- El Hummer está fuera. Hemos matado a 6 antivamps que acababan de entrar en la nave...
- ¡Sacad a Wrath de aquí! Llevadlo con V. ¡Ahora!

Los chicos no perdieron el tiempo. Con ayuda de Rhage y Butch subieron a Wrath a la parte superior para meterlo en el Hummer.

Tohr saco el móvil y llamo a Vishous.

- V, hermano, prepárate. Han herido a Wrath. Es grave.
  
Saliendo al patio de la mansión, V se abalanzo sobre el Hummer antes de que se detuviera del todo. 

- ¡Wrath! 


El penetrante olor de la sangre al abrir la puerta le dijo a Vishous que no había tiempo de trasladar al rey a la enfermería. Wrath estaba tumbado en el asiento trasero, así que Vishous se coloco lo mejor que pudo para poder acercarse a él. Sacándose el guante con los dientes, intentaba buscar la herida de Wrath con la otra mano. John saco una daga y le rasgo la ropa para que Vishous tuviera mejor acceso. Y ahí, justo en el costado izquierdo tenía una profunda herida de la cual salía la sangre a borbotones. Conteniendo la ira por ver a su rey herido, acercó la mano a la herida y tuvo que cerrar los ojos cuando el brillo de su mano se hizo demasiado intenso. Al cabo de un instante interminable, la voz débil de Wrath hizo que Vishous soltara un suspiro de alivio. 


- ¿V? 
- Hermano, no vuelvas asustarnos así ¿ok? 
- Los chicos. John, Qhuinn… 
- Tranquilo mi rey, están todos aquí, están bien. 
- ¿Cúralos, vale? 


Wrath se levanto lentamente y entro en la mansión. Deteniéndose en la entrada, miró hacia atrás. 


- ¿V? 
- Si, ¿mi Rey? 
- Gracias. 


V sonrió y miró a los chicos que estaban llenos de cortes y magulladuras. Alzando la mano, Vishous los miró. 


- ¿El siguiente? 

Unas horas después, el plan para ir al instituto que había mencionado el antivamp, estaba preparado. Vishous había curado a todos los que lo necesitaban y había investigado en los ordenadores encontrados en la nave. Stan Edwards era un director de instituto y por lo que se veía uno de los jefes de la organización.


Irían al instituto el lunes siguiente. Metiéndose en el sistema operativo del instituto. Vishous lo había preparado todo para que hubiera un simulacro de incendios y así evitar que los alumnos estuvieran dentro mientras buscaban al director e investigaban. Por fin tenían una pista que les ayudaría a buscar a los jefes gordos y quizás poder destruir a esta organización antes de que causara más daños a los vampiros. 

2 comentarios:

  1. Hola, me ha hecho mucha ilusión encontrar este nuevo blog obsesivo con La Hermandad de la Daga Negra. En principio me encanta el giro que has proporcionado a la historia de los Hermanos. Saludos ;)

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  2. Bienvenida Wirda!

    Espero que te gusten tanto como me ha gustado a mi escribirlos ;)

    Besos!

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